jueves, 1 de diciembre de 2016

Un Coach, Un Profesional con Capacidades

Yolanda del Valle  Ugueto C.
Nahem José Blanco R.

Cuando hablamos de un coach, nos referimos a un profesional especializado, capacitado para realizar acompañamientos a personas, profesionales o empresas, ideado para atender de forma individual y/o grupal, donde intervienen elementos determinantes desde el punto de vista Onto-axiologico, los cuales constituyen a nuestro juicio la columna vertebral para el éxito del coacheé, excelente técnica ideada para ayudar, mejorar o explorar nuevas herramientas del ser humano, que le permitirán en un periodo de tiempo planificado obtener cambios personales o profesionales.

En este proceso intervienen tres elementos principales que son básicos para el desarrollo de la sesión  de coaching,  ellos son: el coach, quien será el profesional especializado  que dirigirá la sesión, el cliente o coachee, será la persona que será entrevistada y el sujeto que presenta el quiebre, y un tercer elemento que es el asunto, el cual constituye el factor o conflicto que presenta el coachee y el motivo por el cual busca la ayuda.

Siguiendo con estos planteamientos, es importante resaltar que el coach debe gozar de ciertas y determinadas habilidades las cuales le permitirán apoyarse y manejar de manera eficiente y oportuna el quiebre que se presente en el sujeto que busca ayuda,  además fomentar una conexión coach-coachee, de allí parte el posible éxito de la actividad, además debe apoyarse en el compromiso de ambos, en el cual cada individuo colocara su granito de arena a través de un buen rapport  a fin de exponer u obtener una visión clara de la situación que se presenta en el coachee.

El compromiso del coach, debe basarse en la pasión, la paciencia  y la perseverancia por lo que hace, ante este planteamiento es oportuno señalar una frase citada por Ismael Cala en su libro Un buen Hijo de P… , donde platea que “La energía y la perseverancia conquistan todas las cosas” , y coincidimos  con la frase, sería interesante además añadirle la pasión que vendría por valor agregado en la energía y la pasión porque es la que le da el sentido original y la que logra aflorar todas estas capacidades y colocarlas a disposición del coachee con el objeto de conseguir e identificar lo mejor de cada individuo, y que en muchos casos no lo conoce.

En cada sesión el coach indagara en el coachee  los alcances  generados luego de la sesión inicial, e inclusive sería importante establecer planes de acción y verificar el respectivo seguimiento y cumplimiento, otro elemento que consideramos importante resaltar en este caso es la actitud, partimos de la premisa que para que se genere un cambio debe existir en principio un cambio de actitud, porque este es quien generara los cambios sucesivos en la medida que inician las sesiones de coaching.

En este sentido, recordemos que “Somos lo que queremos ser” frase fundamentada en el libro del Psicólogo Venezolano Carlos Saúl Rodríguez “No es Cuestión de Leche es Cuestión de Actitud”, donde se evidencia de forma precisa que los cambios los generamos a través de nuestra actitud, de tal manera que la relación entre el coach y el cliente no escapa de este planteamiento, por lo cual se deben establecer compromisos iníciales donde la actitud y la apertura a los cambios debe ser un fundamento sin el cual no se debe partir, porque  todos los cambios ontológicos parten de nuestra actitud ante las situaciones.
En concordancia con los planteamientos anteriores, es importante identificar primeramente las debilidades oportunidades fortalezas y amenazas, identificar estos elementos significa autoconocimiento, lo que quiere decir que para conocer a un tercero debemos conocer nuestras capacidades y competencias como coach, esto permitirá identificar donde se encuentra el quiebre presente en el coachee  y  que herramientas podría utilizar el coach para que el cliente identifique la solución dentro de sí.

El clima de confianza y la apertura hacia el coach constituye un par de elementos significativos cuya teleología es el establecer la conexión idónea para generar un rapport eficiente que permita el desenvolvimiento del coachee  de tal manera que se establezca una armonía con la sintonía necesaria  en la relación, así como una sinergia constructiva, se trata de una actitud de apertura hacia el otro para crear un espacio de libertad, de expresión y de reconocimiento del pensamiento.

Importante además, es el contexto, en este sentido, el coach debe escuchar en presencia plena todo lo que el coachee   necesita trasmitirle, teniendo en cuenta que el coach no debe involucrarse emocionalmente con el cliente, es de resaltar que en ningún momento el coach debe aconsejar  al coachee,  y debe evitar llevar a su propio contexto el quiebre del cliente, lo que quiere decir entonces que el profesional que acompaña debe siempre estar centrado en lo que desea lograr, es decir, debe centrarse en escuchar de forma profunda y colocarse en el lugar del cliente sin llevar el conflicto al contexto personal, porque de lo contrario perdería la objetividad de la sesión.

En este contexto, el escuchar para entender, para comprender donde se encuentra el quiebre, genera  la idea inicial de servir de espejo para el cliente, a fin de que desde lo ontológico el cliente pueda identificar las soluciones al conflicto, partiendo de las preguntas  poderosas que el coach durante la sesión realizara a fin de hurgar dentro de la conversación para poder así reflexionar, es importante acotar que el silencio en las sesiones de coaching  es una herramienta poderosa, siempre que se utilice de manera adecuada, importante no realizar juicios de valor ni criticas, sin embargo el feed – back es determinante en la conversación puesto  que permite repetirle y reforzar al coachee  sus puntos fuertes, permitiendo establecer reforzadores positivos que fomentan al cliente a identificar sus debilidades y establecer sus fortalezas a fin de que pueda lograr el equilibro que el cliente busca en estos casos.

Recopilando lo expuesto en los párrafos anteriores, es necesario resaltar que
 la actitud positiva es determinante para el logro y resolución de cualquier quiebre en cualquier contexto, es importante la utilización de herramientas muy útiles, tales como la psicología positiva, ante este planteamiento Muñoz, A. (2016), expone que la psicología positiva “se centra en el estudio de esas cualidades positivas y en cómo desarrollarlas, porque no solo ayudan a vivir una vida más satisfactoria, sino también a prevenir patologías que se producen cuando la vida está vacía o parece no tener sentido”(p.5). Ante esta idea, se infiere que la psicología positiva va de la mano con la actitud positiva, pero no debemos confundir la psicología positiva con el “pensamiento positivo” como corriente de autoayuda que ha dado lugar a numerosos libros,  la psicología positiva es una rama de la psicología y, por tanto, es una ciencia cuyas conclusiones están basadas en estudios e investigaciones realizadas por psicólogos y no defiende que haya que pensar en positivo en todo momento, ni negar la realidad,  en este caso el coach mediante esta disciplina de la psicología podrá explorar y resaltar las cualidades  innatas y las fortalezas aprendidas por el cliente, tomando siempre como premisa lo axiológico, que es lo que fundamenta lo ontológico.

Bajo este contexto, el coach configura  el profesional especialista para hacer que el coachee  identifique las herramientas necesarias y determine los caminos para obtener resultados extraordinarios tanto en la vida personal como profesional, para ser coaching no se requiere ser profesional en una carrera especifica pero si necesita habilidades para poder comunicarse y conectarse con el cliente, a fin de que exista un rapport efectivo y pueda establecerse de manera eficiente la interacción, la aplicación de herramientas como la técnica del espejo y la psicología positiva e incluso la gerencia de valores son determinantes para lograr que el coachee  visualice  sus fortalezas y que a su vez genere nuevas estrategias que serán resaltadas a través de las preguntas poderosas realizadas por el coach para obtener de esta manera resultados extraordinarios, los cuales serán aflorados por el coachee  durante las sesiones, y en la medida que el logre identificar sus fortalezas y se dé cuenta que la solución está  en sí, apoyado en la frase del psicólogo venezolano Carlos Saúl Rodríguez “Todo en la Vida es Cuestión de Actitud”.

En conclusión, si no hay interrogantes y compromiso no hay coaching, porque estas son las bases y es un proceso que parte de  la constatación de tener un objetivo que se quiere alcanzar, sabemos que tenemos que hacer algo, pero ignoramos que y como, el coach es el profesional experto en acompañamiento, que utilizando una reticularidad de habilidades logra que el cliente tome conciencia a través de sí misma de todas las fortalezas que tiene, pero que no sabe cómo usarlas, y es el coach quien facilita este hecho, permitiendo así a través de este proceso que el coachee visualice su situación actual y una situación futura deseada, porque los seres humanos estamos  en plena conexión con el mundo, con nosotros mismos y con el entorno más próximo el cual llega a influenciarnos.
El coaching se ha posicionado en ser una necesidad estratégica inclusive en las organizaciones del siglo XXI,  el coaching tiene muchas definiciones y en ese amplio  abanico de definiciones se dice que es una ciencia como también un arte, es un camino para superar limitaciones, que permite al cliente tomar acciones que lo lleven a ser una mejor persona, más productiva y más completa logrando alcanzar y ejercer los cambios que necesita, el coach no posee un rumbo prefijado sino por el contrario lo va descubriendo junto con el cliente.

El profesional del coaching, en algunos casos asumirá diversos roles que son afines  como por ejemplo el rol de periodista, en otros el de formador y en otros el de psicólogo, y existirán ocasiones donde participara de una manera directa como también dejara ser `pero siempre dirigiendo el proceso, porque eso es el deber ser.

Referencias Bibliográficas:
  • Dilts, R. (2004) Coaching Herramientas para el cambio. Urano. (Herramientas de Programación Neurolingüística).
  • Miedaner,  T. (2000) Coaching para el éxito. Conviértete en el entrenador de tu vida personal y profesional. Barcelona: Urano. (libro de autoayuda)
  • Launer, V. (2008) Coaching. Un camino hacia nuestros éxitos. Madrid: Pirámide. (fundamentación teórica, enfocada al Coaching ejecutivo) 

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