domingo, 4 de diciembre de 2016

Placer de alcanzar metas, con un coah…

Thais Steling Alvarado

Te has preguntado qué pasaría en tu vida, si existe esa persona que tiene en sus manos las herramientas necesarias para encontrar solución a las situaciones que afrontas? Qué bueno es contar con ese recurso humano que te permita que te encuentres contigo mismo.

Cada persona en la complejidad del ser humano desarrollamos muchas capacidades, y una de la que mas desarrollamos es decir a una persona lo que puede o lo que debe hacer en relación con algo que afecta a su propio interés o bienestar. aconsejar, en momentos di algunos consejos negativos y en otras oportunidades positivos, una amiga me comento que se casaría y el momento e aconsejar se presento lo primero fue hacer chiste, “dejarás de ser feliz amiga”… pero luego ubicándome en su realidad le comente tómalo como un chiste cada quien vive su espacio, desde mi experiencia la situación mía no fue la mejor pero he visto muchas que si le ha funcionado el matrimonio además el que no lo intenta no sabrá cual va hacer su realidad... porque no todo en la vida es reflejar los aspectos que nos dejan huellas que lastimen, también hay que resaltar los que nos dejan un sabor a triunfo, probar las divinidades que nos permita nuestro supremo y que en algún momento vimos como metas inalcanzables. Desde temprana edad soñaba con ser una persona útil que sirviera a una comunidad, ser familiar, compartir ideas, crear expectativas y el día de hoy puedo decir que esa satisfecho mis sueños, pero me han nacido otras incógnitas  
Porque continuar en búsqueda de otras ideas?
Porque buscar otras alternativas para llenar un espacio vacío e incierto?
La respuesta la tengo yo misma pero en esa misma complejidad que siempre empeñamos en hacer difícil lo fácil, en buscar caminos espinosos cuando tenemos una alfombra por el otro, diseminamos  las rutas que nos pueden redirigir o encaminar una conexión con otro espacio al que no nos satisface, aunque no es mal de morir, como seres humanos sabemos que el único ser perfecto es Dios,  y como erramos somos capaz seguir en esa búsqueda dentro de uno mismo, de caer y volver adelante. Con la ayuda de un experto, un coach se facilitarían las alternativas para cumplir más fácil nuestros sueños, él no nos va dirigir la vida porque no es su fin solo te va a acompañar a descubrir ese potencial interno que no te has permitido ver con claridad y tú te darás la oportunidad de aceptar o rechazar lo que mejor consideres para estar en paz contigo mismo.

Quiero exponerme como la protagonista de esta historia, en una oportunidad estaba con un cuadro de estrés y llena de inconvenientes: desde laborales, personales, familiares y además de pareja. Acudí a un especialista (que ahora lo veo que fue mi coach personal porqué me acompañó desde donde estaba hasta donde quise llegar en ese momento) me habló usando técnicas de coaching y PNL que me apuntaron a que la persona se debe  responsabilizar de las circunstancias de su vida y de a poco me llevó al punto en el que yo me di cuenta de que la responsable de cada hecho en mi vida era yo misma.
No fue fácil darme cuenta o asumirlo, porque es más fácil andar en la vida juzgando, criticando, atribuirle responsabilidades a los demás, tuve que asistir a varias sesiones hasta asimilar las siguientes interrogantes:
¿Quién estuvo presente en todos tus momentos de quiebre? 
¿Quién estuvo presente cuando estuve situaciones laborales? 
¿Quién estuvo presente cuando me separe de mi pareja? 
¿Quién estuvo presente, cuando decidí aislarme de mi familia?
¿Quién es el único factor común en los diferentes espacios?

“La única persona que siempre ha estado en las diferentes escenas era yo”, siempre he estado allí. Entonces digamos que en parte es mi responsabilidad. No existe una persona o fuerza que nos hostigue para hacernos mal. En una oportunidad pensé que Dios se había olvidado de mí y en cambio había ayudado a otras personas que para mi criterio no lo merecían (volví a juzgar y no aceptar).  Así como si somos afortunados de la vida, no esperemos contar con personas orquestando todos nuestros logros, metas, alcances o como lo quieras llamar. Eres tú y principalmente tu actitud hacia la vida.

Es una buena hora de saber que somos participe de aquello que suceda en nuestra vida, ya que de la misma manera como tenemos la responsabilidad se convierte en poder cuando hablamos de acontecimientos positivos.  Si renunciamos a asumir la responsabilidad, también estamos renunciando a ejercer el poder personal que nos ayudará a salir del escenario negativo en el que estamos.

No enfoques tu atención en lo que no desees. Si verdaderamente queremos mantener una actitud pueda generar cambios positivos en nuestras vidas debemos tener presente que como factor número uno reconocer que uno mismo es el responsable de todas las circunstancias que manifestamos en ella, muy seguidamente el punto número dos sincerarse y reaccionar de forma positiva ante todos los acontecimientos. Dos sencillas actitudes de vida que tienen el poder de transformarte siempre y cuando seas consistente con la práctica.
Asimismo debemos reconocer que la vida y realidad son dos cosas distintas, a pesar que mantienen una estrecha relación, la primera es el espacio de la consciencia espiritual que eres, manifestada a través del movimiento constate de fluirte (manifestándote, expresándote apareciendo y desapareciendo), la segunda es la experiencia que tienes en la vida basada en las creencias, vivencias pasadas, de manera particular en la que vives de tu existir. Las experiencias nos sirven para reprogramar, cambiar la ruta, buscar otro espacio para no verse obstaculizado por algo vivido. Las experiencias dependen de nuestras vidas y la forma que se muestra y muy en especial la calidad de la misma vida.

A veces para alcanzar sueños y metas a futuros se deben conseguir metas a corto plazo como lo digo de manera personal, sub-metas, esto te permitirá consolidar una base para cumplir una realidad en la vida aunque hayas atravesado diferentes espacios que obstaculizaron o algunos despejados que te servirán de experiencia. Te explico cada día me fijo una meta, me fijo un objetivo llegar a la oficina, para ello debo calcular a qué hora debo levantarme,  calcular cuánto tiempo debo dedicar al baño, a la cocina, al vestirme, debo calcular el tiempo para llegar; allí incluyo en acondicionar el carro para salir, la ruta, alternativas posibles para llegar. ¿Qué debo considerar cuando hablo de tiempo? tomar unos minutos adicionales para situaciones imprevistas, y supervisar factores que no depende de mí, por ejemplo, días atrás hice todo tal cual lo planifique, marchaba como lo esperaba pero al llegar a un punto “X”, no había luz por ende el tráfico no fluyó con normalidad, sin embargo, busque otras vías alternas y llegue a mi oficina, no lo hice en el tiempo que tenía estipulado pero si logré alcanzar mí meta que era estar allí; así pasa muchas veces en nuestras vidas,   después de quiebres dificultosos, y dolorosos, se abrirán puertas que nos permitirán ver desde otro panorama los posibles caminos que nos lleven a la felicidad de alcanzar nuestros logros. La persistencia, acompañada de paciencia, pueden destinarnos a conseguir lo que tanto anhelamos, allí entra a jugar un papel muy importante nuestro experto en acompañamiento el COAH, quien nos desplegará un catálogo de luces, para que sondemos en nuestro interior cual es la verdadera respuesta a nuestro quiebre, cual es la ruta que debemos conciliar para lograrlo.

La escucha profunda, la escucha activa: Para esta habilidad nos debemos preparar para una comunicación efectiva. Luego emplearemos la posición correcta y miraremos atentamente a los ojos del emisor durante la escucha. Seguidamente, llega el momento de animar a nuestro cliente para que nos cuente sus experiencias. Para ello, se aplican unas técnicas mediante las cuales se consigue demostrar al emisor que le prestamos atención. Cuando nuestro interlocutor percibe que le prestan atención, comienza a desvelar todos sus conocimientos

Para poder prestar atención a una persona, para poder acompañarlo a encontrar un camino que lo dirija al éxito, debemos aprender a escucharlo, para eso hay que callar, centrarse en el objetivo principal del cliente para poder ofrecer las herramientas de la forma más adecuada a encontrar su propia realidad. Que se sitúe en el presente, que ponga los pies sobre la tierra y que abra su inteligencia para recibir con humildad las rutas de salida que le permitirán esclarecer su existencia, aquí se manifiesta un feedback, la lluvia de ideas para que el coachado, se encuentre consigo mismo. 

Esta habilidad es un elemento indispensable para una comunicación eficaz, y se refiere a la habilidad de escuchar no sólo lo que la persona está expresando directamente, sino también los sentimientos, su corporalidad, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo. Siempre q a nosotros como coah acudan clientes con quiebres similares a los nuestros no debemos reflejar, que ha transitado el mismo camino, debemos escuchar con atención, no debemos aconsejar con nuestra experiencia y jamás debemos juzgarlo, pasar un off a nuestros interlocutores y no perder el hilo de la situación que nos presenta el cliente. Para alcanza una escucha activa tenemos q aplicar ciertas técnicas, el parafraseo, el refuerzo en positivo, la reformulación, las preguntas, la corporalidad, el silencio entre otras.

El silencio habla
“Cuando quiera que haya silencio a tu alrededor, escúchalo. Esto significa que, simplemente, has de darte cuenta de él. Préstale atención. Escuchar el silencio despierta la dimensión de quietud dentro de ti, porque sólo la quietud te permite ser consciente del silencio.” 
Eckhart Tolle
El silencio un factor relevante. Es en la quietud donde encontramos la creatividad y la solución a algunos problemas y donde juega un papel interesante nuestra inteligencia. Aquietarse, mirar y escuchar activa la inteligencia que anida dentro de ti. Deja que la quietud dirija tus palabras y tus acciones. Hace pocos días falleció la madre de una amiga, un momento de dolor, un trance de la vida, una experiencia dolorosa e inolvidable, cuando me acerque para demostrarle mi solidaridad no emití una palabra, mi amiga tampoco, sólo un abrazo profundo, cargado de emociones, permitió una conexión inmediata para expresar con tanta ligereza los que miles de palabras pudieran haber servido para decirle que lamentaba estuviera atravesando por tantas vicisitudes. Allí jugó un papel muy importante y la inteligencia de transmitir sin palabras el mensaje que quería que mi amiga recibiera de mi parte.

No quisiera terminar este artículo sin agradecer de manera especial a dos personas Francisco y Amelia, que han sido dadores de sus conocimientos en este crecimiento personal y profesional que me permití aceptar como regalo, para emprender otros caminos que Dios me permita transitar. 

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