Thais
Steling Alvarado
Te
has preguntado qué pasaría en tu vida, si existe esa persona que tiene en sus
manos las herramientas necesarias para encontrar solución a las situaciones que
afrontas? Qué bueno es contar con ese recurso humano que te permita que te
encuentres contigo mismo.
Cada
persona en la complejidad del ser humano desarrollamos muchas capacidades, y
una de la que mas desarrollamos es decir
a una persona lo que puede o lo que debe hacer en relación con algo que afecta
a su propio interés o bienestar. aconsejar, en momentos di algunos
consejos negativos y en otras oportunidades positivos, una amiga me comento que
se casaría y el momento e aconsejar se presento lo primero fue hacer chiste,
“dejarás de ser feliz amiga”… pero luego ubicándome en su realidad le comente
tómalo como un chiste cada quien vive su espacio, desde mi experiencia la
situación mía no fue la mejor pero he visto muchas que si le ha funcionado el
matrimonio además el que no lo intenta no sabrá cual va hacer su realidad... porque
no todo en la vida es reflejar los aspectos que nos dejan huellas que lastimen,
también hay que resaltar los que nos dejan un sabor a triunfo, probar las
divinidades que nos permita nuestro supremo y que en algún momento vimos como
metas inalcanzables. Desde temprana edad soñaba con ser una persona útil que sirviera
a una comunidad, ser familiar, compartir ideas, crear expectativas y el día de
hoy puedo decir que esa satisfecho mis sueños, pero me han nacido otras incógnitas
Porque continuar en búsqueda de otras
ideas?
Porque buscar otras alternativas para llenar un espacio vacío e
incierto?
La
respuesta la tengo yo misma pero en esa misma complejidad que siempre empeñamos
en hacer difícil lo fácil, en buscar caminos espinosos cuando tenemos una
alfombra por el otro, diseminamos las
rutas que nos pueden redirigir o
encaminar una conexión con otro espacio al que no nos satisface, aunque no es
mal de morir, como seres humanos sabemos que el único ser perfecto es Dios, y como erramos somos capaz seguir en esa
búsqueda dentro de uno mismo, de caer y volver adelante. Con la ayuda de un
experto, un coach se facilitarían las alternativas para cumplir más fácil
nuestros sueños, él no nos va dirigir la vida porque no es su fin solo te va a acompañar
a descubrir ese potencial interno que no te has permitido ver con claridad y tú
te darás la oportunidad de aceptar o rechazar lo que mejor consideres para
estar en paz contigo mismo.
Quiero exponerme como la protagonista de esta historia, en una
oportunidad estaba con un cuadro de estrés y llena de inconvenientes: desde
laborales, personales, familiares y además de pareja. Acudí a un
especialista (que ahora lo veo que fue mi coach personal porqué me acompañó desde donde estaba hasta donde quise llegar en ese momento) me habló usando técnicas de coaching y PNL que me apuntaron a que
la persona se debe responsabilizar de
las circunstancias de su vida y de a poco me llevó al punto en el que yo me di
cuenta de que la responsable de cada hecho en mi vida era yo misma.
No fue fácil darme cuenta
o asumirlo, porque es más fácil andar en la vida juzgando, criticando,
atribuirle responsabilidades a los demás, tuve que asistir a varias sesiones
hasta asimilar las siguientes interrogantes:
¿Quién estuvo presente en
todos tus momentos de quiebre?
¿Quién estuvo presente cuando estuve situaciones
laborales?
¿Quién estuvo presente cuando me separe de mi pareja?
¿Quién estuvo
presente, cuando decidí aislarme de mi familia?
¿Quién es el único factor común
en los diferentes espacios?
“La única persona que siempre ha estado en las
diferentes escenas era yo”, siempre he estado allí. Entonces digamos que en
parte es mi responsabilidad. No existe una persona o fuerza que nos hostigue para hacernos mal. En una
oportunidad pensé que Dios se
había olvidado de mí y en cambio había ayudado a otras personas que para mi
criterio no lo merecían (volví a juzgar y no aceptar). Así como si somos afortunados de
la vida, no esperemos contar con personas orquestando todos nuestros logros,
metas, alcances o como lo quieras llamar. Eres tú y principalmente tu actitud
hacia la vida.
Es una buena hora de saber
que somos participe de aquello que suceda en nuestra vida, ya que de la misma
manera como tenemos la responsabilidad se convierte en poder cuando hablamos de
acontecimientos positivos. Si renunciamos a asumir la responsabilidad,
también estamos renunciando a ejercer el poder personal que nos ayudará a salir
del escenario negativo en el que estamos.
No enfoques tu atención en
lo que no desees. Si verdaderamente queremos mantener una actitud pueda generar
cambios positivos en nuestras vidas debemos tener presente que como factor
número uno reconocer que uno mismo es el responsable de todas las
circunstancias que manifestamos en ella, muy seguidamente el punto número dos sincerarse
y reaccionar de forma positiva ante todos los acontecimientos. Dos sencillas actitudes de vida que tienen el poder de
transformarte siempre y cuando seas consistente con la práctica.
Asimismo debemos reconocer
que la vida y realidad son dos cosas distintas, a pesar que mantienen una
estrecha relación, la primera es el espacio de la consciencia espiritual que
eres, manifestada a través del movimiento constate de fluirte (manifestándote, expresándote
apareciendo y desapareciendo), la segunda es la experiencia que tienes en la vida
basada en las creencias, vivencias pasadas, de manera particular en la que
vives de tu existir. Las experiencias nos sirven para reprogramar, cambiar la
ruta, buscar otro espacio para no verse obstaculizado por algo vivido. Las
experiencias dependen de nuestras vidas y la forma que se muestra y muy en
especial la calidad de la misma vida.
A veces para alcanzar
sueños y metas a futuros se deben conseguir metas a corto plazo como lo digo de
manera personal, sub-metas, esto te permitirá consolidar una base para cumplir
una realidad en la vida aunque hayas atravesado diferentes espacios que
obstaculizaron o algunos despejados que te servirán de experiencia. Te explico
cada día me fijo una meta, me fijo un objetivo llegar a la oficina, para ello debo calcular a qué hora debo
levantarme, calcular cuánto tiempo debo
dedicar al baño, a la cocina, al vestirme, debo calcular el tiempo para llegar;
allí incluyo en acondicionar el carro para salir, la ruta, alternativas
posibles para llegar. ¿Qué debo considerar cuando hablo de tiempo? tomar unos
minutos adicionales para situaciones imprevistas, y supervisar factores que no
depende de mí, por ejemplo, días atrás hice todo tal cual lo planifique,
marchaba como lo esperaba pero al llegar a un punto “X”, no había luz por ende
el tráfico no fluyó con normalidad, sin embargo, busque otras vías alternas y
llegue a mi oficina, no lo hice en el tiempo que tenía estipulado pero si logré
alcanzar mí meta que era estar allí; así pasa muchas veces en nuestras vidas, después de quiebres dificultosos, y
dolorosos, se abrirán puertas que nos permitirán ver desde otro panorama los
posibles caminos que nos lleven a la felicidad de alcanzar nuestros logros. La
persistencia, acompañada de paciencia, pueden destinarnos a conseguir lo que
tanto anhelamos, allí entra a jugar un papel muy importante nuestro experto en acompañamiento
el COAH, quien nos desplegará un
catálogo de luces, para que sondemos en nuestro interior cual es la verdadera
respuesta a nuestro quiebre, cual es la ruta que debemos conciliar para
lograrlo.
La
escucha profunda, la escucha activa: Para esta habilidad nos debemos preparar
para una comunicación efectiva. Luego emplearemos la posición correcta y
miraremos atentamente a los ojos del emisor durante la escucha. Seguidamente,
llega el momento de animar a nuestro cliente para que nos cuente sus
experiencias. Para ello, se aplican unas técnicas mediante las cuales se
consigue demostrar al emisor que le prestamos atención. Cuando nuestro
interlocutor percibe que le prestan atención, comienza a desvelar todos sus
conocimientos.
Para poder prestar atención a una persona, para poder acompañarlo a encontrar
un camino que lo dirija al éxito, debemos aprender a escucharlo, para eso hay
que callar, centrarse en el objetivo principal del cliente para poder ofrecer
las herramientas de la forma más adecuada a encontrar su propia realidad. Que
se sitúe en el presente, que ponga los pies sobre la tierra y que abra su
inteligencia para recibir con humildad las rutas de salida que le permitirán
esclarecer su existencia, aquí se manifiesta un feedback, la lluvia de ideas
para que el coachado, se encuentre consigo mismo.
Esta habilidad es un
elemento indispensable para una comunicación eficaz, y se refiere a la
habilidad de escuchar no sólo lo que la persona está
expresando directamente, sino también los sentimientos, su corporalidad, ideas
o pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo. Siempre q a nosotros
como coah acudan clientes con quiebres similares a los nuestros no debemos
reflejar, que ha transitado el mismo camino, debemos escuchar con atención, no
debemos aconsejar con nuestra experiencia y jamás debemos juzgarlo, pasar un
off a nuestros interlocutores y no perder el hilo de la situación que nos
presenta el cliente. Para alcanza una escucha activa tenemos q aplicar ciertas
técnicas, el parafraseo, el refuerzo en positivo, la reformulación, las
preguntas, la corporalidad, el silencio entre otras.
El silencio habla
“Cuando
quiera que haya silencio a tu alrededor, escúchalo. Esto significa que,
simplemente, has de darte cuenta de él. Préstale atención. Escuchar el silencio
despierta la dimensión de quietud dentro de ti, porque sólo la quietud te permite
ser consciente del silencio.”
Eckhart Tolle
El
silencio un factor relevante. Es en la quietud donde encontramos la creatividad
y la solución a algunos problemas y donde juega un papel interesante nuestra
inteligencia. Aquietarse, mirar y escuchar activa la
inteligencia que anida dentro de ti. Deja que la quietud dirija tus palabras y
tus acciones. Hace pocos días falleció la madre de una amiga, un momento de
dolor, un trance de la vida, una experiencia dolorosa e inolvidable, cuando me
acerque para demostrarle mi solidaridad no emití una palabra, mi amiga tampoco,
sólo un abrazo profundo, cargado de emociones, permitió una conexión inmediata para expresar con
tanta ligereza los que miles de palabras pudieran haber servido para decirle
que lamentaba estuviera atravesando por tantas vicisitudes. Allí jugó un papel
muy importante y la inteligencia de transmitir sin palabras el mensaje que
quería que mi amiga recibiera de mi parte.
No
quisiera terminar este artículo sin agradecer de manera especial a dos personas
Francisco y Amelia, que han sido dadores de sus conocimientos en este
crecimiento personal y profesional que me permití aceptar como regalo, para
emprender otros caminos que Dios me permita transitar.
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