Judith Rodríguez
Marluis Brizuela
Milagros Mirabal
Zulimara Bohórquez
José R. Aponte
El
Coaching es una herramienta de aprendizaje utilizada en el campo del desarrollo
de la vida, que abarca entre otros contextos los ámbitos: Personal,
Profesional, Organizacional y Empresarial; constituyéndose como una eficaz
herramienta en el camino utilizado para la transformación de la conducta del individuo
para lograr un estado de bienestar deseado.
Según
el modelo de niveles neurológicos Dilts (1989) la vida de cualquier individuo
dentro de un sistema, así como la vida del propio sistema, pueden ser descritas
y entendidas sobre la base de una variedad de niveles, que abarca los
correspondientes al entorno, el comportamiento, las capacidades, los valores y
las creencias, la identidad y el nivel espiritual.
El
Coaching es un modelo que centra su enfoque en el acompañamiento que se brinda al
individuo (Coacheé), para que alcance a través del proceso de modificación de creencias,
un estado de transformación de su conducta. La actuación consecuente de su capacidad
para planear, sentir, coordinar, organizar, ejecutar y evaluar su
comportamiento, representa un nivel de aprendizaje que lo conlleva al cambio deseado
y por ende a una percepción distinta de la realidad inicial planteada.
Si
entendemos que el comportamiento específico del individuo engloba las actividades,
los procedimientos y las relaciones interpersonales, como plataforma para la consecución de un objetivo, surge
entonces la gran interrogante de ¿Qué y cómo hacer para lograr un objetivo y
alcanzar un sueño?. "Todos tenemos sueños, pero para que éstos se
conviertan en realidad hace falta una gran cantidad de determinación,
dedicación, autodisciplina y esfuerzo" así lo describe en un pensamiento
Jesse Owen.
A
partir de este pensamiento el Coaching se constituye en un modelo, para que a
través de la auto-reflexión, el individuo pueda concientizar y actuar, considerando
que se le puede promover, motivar o estimular su percepción consciente de todos
sus recursos y de todas sus habilidades que le permitan a su vez, desarrollar sus propias competencias con el
empleo de procesos claves y sencillos como el rapport (conexión entre Coach y
Coacheé), la observación, la escucha activa
y la retroalimentación positiva entre otros. Todo ello dentro de una
esfera que permita el reflejo de la conducta espejo derivada de la conexión
entre el Coacheé y el Coach, siendo el coaching una herramienta de aprendizaje y auto aprendizaje que
propicia la manifestación del “insight” (el darse cuenta y comprender una
verdad revelada a través del otro) potenciando este hecho la toma de
consciencia para la instauración de una
nueva creencia.
Ahora
bien, para que esto ocurra, el individuo
(Coacheé) debe acudir a su base personal construida sobre las creencias iniciales,
las cuales le orientaran a lo que debe o
no hacer sobre el contexto situacional planteado que lo ubicara en una encrucijada
derivándose de este proceso reflexivo la
decisión más acertada de conformidad a esta base. De allí la importancia de los multifactores
que intervienen en la regulación de su conducta y que norma las reglas sobre
las cuales vive. Normas que pueden liberarlo
y potenciarlo para lograr sus objetivos y vivir de acuerdo a sus valores, pero que
también pueden ser obstáculos “creencias limitadoras” que le impidan el logro
de un objetivo o que en su defecto le conlleven
a adoptar una posición negativa ante el mismo, de modo que si quieres saber qué es lo que
cree una persona fíjate en lo que hace, no en lo que asegura creer.
Construimos
las creencias basándonos en nuestras experiencias, luego actuamos como si
fuesen la realidad y en cierto sentido son profecías que se auto-realizan. Por
ejemplo si crees que eres una persona agradable, actuaras como tal, abordaras a
la gente abiertamente, te mostraras sociable y disfrutaras con la compañía de
otras personas. Estas a su vez te acogerán con agrado y eso reforzara tu
creencia según los autores: O´Connor, J y Lages, A (2005). Otro ejemplo, es considerarte un individuo construido bajo
un sistema de creencias rígidas, eso te hará ser un generador de conocimiento
radical, ya que tu propio sistema te hará limitador para generar nuevos
aprendizajes y creencias que incluso te convierten en un juez ante las
adversidades que se te presenten.
Solemos pensar que las creencias están formadas sólo
por las experiencias vividas, ya que
estas son un pensamiento sobre las cuales, el individuo sostiene una certeza y su verdad, pero lo contrario a ello, es cierto
también, porque son principios
establecidos incluso desde la infancia, a través de los mensajes parentales
que se transforman en mandatos y/o introyectos (forma en que la persona desde
adentro conceptualiza la creencia) o son provistas desde las experiencias
vitales previas.
Considerando
entonces, que las creencias modelan la conducta y cuando estas se establecen a muy
temprana edad, conducen a radicalizarse profundamente en el inconsciente dificultando
su cambio o reemplazo, el modelo facilitado por el coaching en el aprendizaje
transformador consolida un poderoso proceso que promueve una experiencia global
al individuo para aprender por medio de sus tres dimensiones (cognitiva,
corporal y emocional) y no sólo desde su intelecto. Por consiguiente, en la interrelación de estos niveles donde se
cambia por completo la relación enseñanza – aprendizaje, se le permite al
Coacheé la posibilidad de ser el autor de su proceso de aprendizaje e
integrarlo en su Ser para cambiar sus interpretaciones sobre sí mismo y sobre la
realidad de su entorno.
El
auto - aprendizaje generará el cambio de
conducta y justo en ello se basa el trabajo del Coach, en facilitar los medios para que este se
produzca y prevalezca. Por ello es que en la práctica, el coaching apela a la plasticidad del
individuo ya que los seres humanos somos maleables, es decir, que cuando se
realiza un cambio, su estructura es capaz de conservarlo y “Aprende”.
El
aprendizaje puede tener distintos significados en un individuo: crear,
descubrir, aplicar, inventar, pero desde la perspectiva del coaching, es un
sinónimo de cambio profundo, de aprender a aprender y de transformar un estado
inicial a partir de la generación de un auto-aprendizaje, siendo vital para su
logro revisar la matriz interpretativa, es decir, las creencias sobre las cuales hace la
interpretación, por lo cual “Si cambia sus creencias y cambia su actitud ante
ellas, el individuo vera el cambio de su realidad” trascendiendo su perspectiva
de vida producto de una nueva Consciencia de su entorno.
CONCLUSIÓN
EL coaching como herramienta de aprendizaje en
la generación de creencias, se enfoca en acompañar al Coacheé a desarrollar nuevas
conductas, utilizando para ello un modelo de observación, escucha activa y
retroalimentación positiva con el cual estimular la acción de cambio. Por otro
lado, la matriz de creencias con la que se desenvuelve su dinámica de ideas o
pensamientos, limitara o potenciara su capacidad de éxito ante el universo de
posibilidades que permitan el logro de sus objetivos. De manera que el coaching,
sugiere la constante revisión del
sistema de creencias asumido para convertirlo en una herramienta potencial
hacia el cambio
y la transformación de la conducta que lo
conlleven al estado deseado ya que:
“No vemos jamás las cosas tal cual son, las vemos tal
cual somos” (Nin Anaïs).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Dilts,
R (2004). Coaching Herramienta para el
Cambio. 2da. Edición. Ediciones
Urano, S.A. España.
Nin,
A (1934). Extractos de “Incesto: diario no expurgado” [Documento en línea: https://sites.google.com/site/escritoresmalditos/anaisnin].
[Consultado: 2015, Mayo 25].
O´Connor,
J y Lages, A (2005). Coaching con PNL (Guía práctica para
obtener lo mejor de ti mismo y de los demás).
Ediciones Urano, S.A, Barcelona España.
[Documento
en línea: http://www.grupoesco.com/articulos/creeencias-y-aprendizaje]. [Consultado:
2015, Mayo 25].