Venezia Delgado
Marianne Carballo
Mayli Leal
A lo largo de nuestras vidas hemos vivido entre
metáforas, expresadas en los cuentos y
relatos que hemos escuchado o leído. En la vida cotidiana hablamos utilizando
metáforas, expresando nuestros sentimientos, para expresarnos o transmitir
alguna idea. Muchas veces recurrimos a las metáforas incluso para insultar y
ofender.
En más de
una ocasión hemos utilizado algunas metáforas para expresarnos o transmitir
alguna idea. Cuando se escucha a alguien decir: “llegué volando del trabajo”,
en realidad lo que deseamos expresar es que esa persona ha llegado
presurosamente de su puesto de trabajo.
Se observa
que su función no consiste en una mera combinación de palabras o frases.
Su finalidad es, simplemente, usar ciertas palabras en vez de otras, porque de
esa manera nos sentimos más cómodos para expresar lo que deseamos comunicar.
Mientras más sencilla sea la metáfora, más fácil se entiende y el consciente la
captará mejor.
Pero ¿qué es una
metáfora? Es llevar la palabra de un sentido concreto a un sentido abstracto.
Donde se hace una comparación entre dos cosas que no tienen relación, sin
embargo se crea un vínculo. Consiste en
el uso de una expresión con un significado distinto en un contexto diferente al
habitual.
Se utiliza en
sicología para referirse al poder profundo de las historias metafóricas y su
acción en el cambio interno. En la terapia es muy útil para ayudar en la
relajación, para cambiar estados de salud y para entender el estado interno del
paciente.
Aristóteles definió la metáfora como una comparación
entre entidades en apariencia diferentes. También decía que las
metáforas nos hablan del poder de la mente para crear pensamientos generadores de amplias posibilidades.
De la misma manera que definimos el coaching
como el vehículo que transporta a las personas de donde están a donde quieren
ir, con la metáfora transportamos el
significado de la inconciencia a la conciencia.
Freud afirmaba que el pensamiento en
imágenes se encontraba más cerca del inconsciente que el pensamiento en
palabras
El uso de metáforas lleva a las
personas a un mundo de fantasía para un rato y allí, al parecer, todo es
posible. Por eso es que los cuentos que nos contaban o leímos desde pequeños se
quedan grabados en nuestra memoria. Ya que se asocian los personajes a
experiencias de vida.
Por tal motivo las metáforas, en todos los relatos no son del
mismo tipo, ni cumplen el mismo cometido, ni llegan a los mismos planos de
profundidad en el ser. Las hay para entretenimiento, sin mayor pretensión que
divertir y distraer al lector u oyente durante un rato, las hay moralizantes
cuyo fin es la transmisión de algún consejo, las hay terapéuticas que
facilitan nuevas alternativas de
pensamiento.
A través de las metáforas modelamos las historias que creamos de
nuestra vida, por tal motivo en el caso
del coaching, al coachado, el relato le
permite plantear una explicación acerca de la manera en la cual se organiza la
experiencia vivida, creándose una historia ordenada en secuencias de eventos en
un tiempo de acuerdo a una trama, las metáforas penetran o se desarrollan en la
mente en forma de imágenes que perduran en el tiempo.
La metáfora no se debe explicar en algunos casos,
lo importante es buscar la retroalimentación positiva. Comprender el significado complejo de ésta
nos puede ayudar a resolver situaciones cotidianas que en principio se
bloquean.
La influencia de la metáfora en la persona
trasciende en la propia personalidad y la visión del entorno que los rodea.
Todo aquello que realizamos con el lenguaje está relacionado con
las formas de vida. Las expresiones
metafóricas limitadoras, negativas,
conducen muchas veces a la persona a un estado próximo a la depresión y
al bloqueo. Las metáforas son un recurso magnífico para comprender determinados
comportamientos o situaciones para potenciar la búsqueda inconsciente de
significados
En caso del coachado sería un nuevo marco de
referencia para que el sujeto afronte de manera creativa su problema. Muchas veces las metáforas condicionan la
mente y en consecuencia el comportamiento de las personas, para bien o para
mal.
Nuestra vida
diaria está repleta de pequeños eventos sin mayor trascendencia, aunque muchas
veces los convertimos en episodios traumáticos y tortuosos por no tener control
de nuestros pensamientos.
Las
metáforas hay que valorarlas y observarlas para que nuestra vida se
visualice de una manera diferente y
sustituir aquellas que impidan o limiten nuestros avances. Debemos abrir nuestras mentes para que puedan entrar las metáforas. “Las mentes son como los paracaídas. Solo
funcionan si están abiertas. Robert Dewar.
Nuestra mente es maravillosa y hace
exactamente lo que le decimos. Es la mejor asistente que cualquiera pueda
tener. Es obediente, diligente, rápida y tiene una excelente memoria. Su
memoria es tan buena que produce el efecto que ya tiene guardado en su archivo.
Su impacto en la memoria es mayor,
haciendo más fácil de recordar lo relatado.
La mayoría de las personas piensan sobre eventos
negativos del pasado. El poder de nuestra mente es tan eficiente que repite el
evento con fidelidad. Y así se deprimen
hoy por algo que pasó hace muchos años. Muchas veces se sienten mal por adelantado por algo que no ha
sucedido.
“Las metáforas crean visión, pero también
distorsionan. Tienen su potencial, pero también sus limitaciones. Al crear
formas de ver, crean también formas de no ver” Morgan Young, (2002)
La metáfora no enjuicia, ni reclama, ni ordena, sino que
simplemente explica de otra manera un hecho, una sensación, sin agresión. Y el
inconsciente acomoda las ideas para ajustarse a los programas del que escucha.
Las metáforas comunican de forma indirecta y resulta ser una de las
herramientas más poderosas para transmitir mensajes profundos para generar flexibilidad
y liberar capacidades dormidas.
Expresar al coach el relato de nuestra situación, podemos afirmar “SE ME
HA QUITADO UN PESO DE ENCIMA”
Cuando se aprovecha la metáfora que
aporta el cliente se logra que su
implicación y compromiso con el proceso aumente. Movilizarlo hacia el
cambio y aprendizaje es el objetivo de un proceso de coaching
“Las metáforas quizás sean una de las
potencialidades más fructíferas del hombre. Su eficacia raya en lo mágico, y
parece una herramienta para la creación que Dios olvidó dentro de una de sus
criaturas cuando la creó”. JOSÉ ORTEGA Y GASSET.
“EL YO ES EL AMIGODEL HOMBRE QUE SE DOMINA
POR SU INTERMEDIO, PERO PARA UN HOMBRE SIN DOMINIO DE SÍ, EL YO ES COMO EL
ENEMIGO DE GUERRA.
(BHAGAVAD GITA INDIA)