miércoles, 7 de diciembre de 2016

EL COACHING UNA HERRAMIENTA EFECTIVA PARA UN CAMBIO DE ACTITUD ¡YO SÍ PUEDO!

Daizi Rodríguez

Muchas veces, nos hemos preguntado por qué algunas personas pueden lograr el tan
deseado éxito y otras suelen naufragar  en el intento, aun cuando ambas se encuentran en los mismos escenarios. Sin embargo, sería interesante preguntarnos, ¿qué es lo que ocurre realmente y que marca la diferencia entre el individuo Exitoso y el Fracasado?, podríamos ejemplificarlo desde cualquiera de sus metas, hablar de  cualquier cosa, como: el auto que quiere, el apartamento que desea, el ascenso que cree merecer, la  culminación de estudios, o algo más sencillo que se produce diariamente y que pudiera ser interpretado como éxito o fracaso; esta dualidad suele condicionar mucho al ser humano ya que el no  conseguir lo que se desea bloquea de alguna manera al sujeto y no permite que  avance. 


De ésta manera, se puede decir que lo que podría marcar la diferencia entre uno y otro es la Actitud que pueda poseer ante el éxito o el fracaso, porque si se piensa sinceramente cuánto hemos aprendido del éxito y cuánto de los fracasos nos daríamos cuenta que cuando logramos tener éxito en algo siempre es motivo de felicidad, de hecho, nos sentimos realizados, “como si fuéramos los dueños del mundo”, sin embargo cuando ocurre lo contrario, hay un quiebre en nosotros, y nos invade la incertidumbre, nos sentimos desmotivados, como si las fuerzas en nosotros se hubiesen agotado; lo ideal sería hacer una parada cuando ocurren ese tipo de situaciones  y reflexionar sobre la base de lo que pudo haber pasado para que esto sucediera y es allí, en ese momento cuando obtendríamos mayor aprendizaje (tomar de lo malo, todo lo bueno).

Entonces, podríamos pensar que en vez de llamarlo fracaso, simplemente diríamos que ha sido algo que no salió como queríamos que saliera, por lo que todo va a depender de la perspectiva con la que miramos las cosas; entonces la diferencia entre una cosa u otra está en nosotros mismos, debemos darnos cuenta de que todos tenemos la capacidad y la posibilidad de lograr el éxito, pero la cuestión está en desearlo realmente, tener confianza en nosotros mismos, creer que todo es posible si realmente lo queremos, sin importar los obstáculos que se puedan presentar en el camino, pero sobre todo debemos superar el miedo al fracaso: Cambiar de Actitud, para desbloquearnos ante el temor a fallar.

Ahora bien, ¿Qué es la actitud? La actitud es una manera de ser, una forma de pensar. Tener la confianza de que podemos lograr lo que nos proponemos. Actitud es ver soluciones donde otros sólo ven problemas. Y ¿Cómo obtenemos la confianza en nosotros mismos para lograr lo que nos proponemos?; es aquí donde se hace una búsqueda de las respuestas a los enigmas que presenta el devenir de la vida. Para ello, se cuenta con diversas herramientas que permite al individuo obtener las respuestas a su búsqueda, para así tomar decisiones acertadas en la consecución de las metas propuestas; como es el caso del Coaching; el cual es definido por Anwandter, P. (2008) como “el conjunto de procesos guiados que permiten ayudar a que una persona logre por sí misma una transformación específica y beneficios para ella”.

Por lo tanto, el Coaching permite que las personas puedan tener mejor adaptación ante los cambios que se puedan presentar, y a su vez, ayuda a resaltar los valores y las responsabilidades del ser humano, incitándolos a  obtener resultados sin precedentes, permitiendo con ello una comunicación efectiva y eficaz, lo cual ayuda a aflorar su potencialidad mostrándoles un camino para alcanzar sus objetivos personales y como estos ayudan a un resultado más óptimo, estimula la motivación y responsabilidad, permite una mejor planificación, ejecución y control de cualquier estrategia que se  implemente.

El Coaching es la mejor herramienta para generar responsabilidad y libertad, ya que ayuda a la persona a ser capaz de diferenciar la perspectiva con la cual se ven las cosas, de la creencia de que eso es la realidad; cuando sé es capaz de hacer eso, también sé es capaz de elegir desde que perspectiva se quiere mirar para conseguir mejores resultados, también ayuda a elegir como actuar en las relaciones para pasar  de ser la victima de los demás y de las situaciones, a ser el protagonista que las accionan, ayuda también a diferenciar entre intentar y hacer, permitiendo que se tengan las fuerzas  para conseguir todo aquello que se desea .

Desde ésta perspectiva, el Coaching es un proceso integral ya que, es necesario para completar el “todo” que se requiere para encontrar el éxito en todos los aspectos que define el existir del ser humano. Por esto, se ocupa de los seres humanos, que no pueden estar condicionados por leyes predecibles como objetos inanimados en un mundo newtoniano. Para ello, el coach se esfuerza por romper los hábitos de previsibilidad que limitan la vida del asesorado, estimula a ser autentico, a afrontar los desafíos que la vida le coloca, motivando a dar lo mejor de sí, para vivir de la mejor forma posible, investigando a fondo lo que pueden ser, avanzando al siguiente nivel. El coach y el asesorado o coachado construyen la relación y el proceso, de tal forma que el coachado puede encontrar las respuestas que necesita para el logro efectivo de su proyecto de vida.  Mediante éste proceso, el coachado profundiza en su conocimiento, aumentando su rendimiento para lograr mejorar su calidad de vida.

El Coaching es la mejor herramienta para generar responsabilidad y libertad, ya que ayuda a la persona a ser capaz de diferenciar la perspectiva con la cual se ven las cosas, de la creencia de que eso es la realidad; cuando sé es capaz de hacer eso, también sé es capaz de elegir desde que perspectiva se quiere mirar para conseguir mejores resultados, también ayuda a elegir como actuar en las relaciones para pasar  de ser la victima de los demás y de las situaciones, a ser el protagonista que las accionan, ayuda también a diferenciar entre intentar y hacer, permitiendo que se tengan las fuerzas  para conseguir todo aquello que se desea .

Desde ésta perspectiva, el Coaching es un proceso integral ya que, es necesario para completar el “todo” que se requiere para encontrar el éxito en todos los aspectos que define el existir del ser humano. Por esto, se ocupa de los seres humanos, que no pueden estar condicionados por leyes predecibles como objetos inanimados en un mundo newtoniano. Para ello, el coach se esfuerza por romper los hábitos de previsibilidad que limitan la vida del asesorado, estimula a ser autentico, a afrontar los desafíos que la vida le coloca, motivando a dar lo mejor de sí, para vivir de la mejor forma posible, investigando a fondo lo que pueden ser, avanzando al siguiente nivel. El coach y el asesorado o coachado construyen la relación y el proceso, de tal forma que el coachado puede encontrar las respuestas que necesita para el logro efectivo de su proyecto de vida.  Mediante éste proceso, el coachado profundiza en su conocimiento, aumentando su rendimiento para lograr mejorar su calidad de vida.

Resulta claro que, el coaching es un método desarrollado para mejorar el rendimiento en cualquier ámbito de vivencia (en el deporte, en el trabajo, en lo académico, en lo personal, entre otros) y se basa en la relación que se establece entre un coach y un coachado, el cual se puede realizar de una forma estructurada, estableciendo un calendario de sesiones, o de manera informal. En cualquiera de los casos, siempre se basa en el diálogo y en las preguntas que plantea el coach a su coachado. El objetivo primordial del coaching es potenciar la seguridad de los demás en sí mismos, independientemente del contenido de la tarea o de su dificultad. En conclusión, promueve el cambio en las personas.

Es un proceso de transformación de hábitos y de actitud para alcanzar las metas individuales. Aunque en muchas ocasiones no es sencillo tener un cambio de actitud, éste se puede lograr cuando se toma conciencia de cuál es su actitud. Lo difícil no es cambiar la Actitud, lo difícil es darnos cuenta de que podemos elegir cambiarla. Toda nuestra vida es una elección. Por consiguiente, se consigue más con una buena actitud que con un gran conocimiento.

Si cambiamos nuestros pensamientos, cambiaremos nuestras acciones y obtendremos mejores resultados. Si cambio mi actitud eligiendo cambiar mis pensamientos, llego a querer mejores cosas en mi vida. Esto conlleva a salir de mi zona de confort con lo cual enfrento mis miedos. Cada miedo enfrentado es un reto superado, avanzando un escalón para una mejor vida. Al respecto Martínez, V. (2013) señala que: la felicidad es una actitud, la felicidad es todo lo que conlleva a tener pensamientos positivos, que nos llevarán a acciones constructivas, a relaciones enriquecedoras, a disfrutar de la vida. Se construye de adentro hacia afuera, estando en armonía con nosotros mismos. No depende de lo que tenemos sino de lo que somos. Ahora bien, Porqué la actitud y no la acción es la raíz del error. En el coaching se demuestra que: si sembramos una actitud cosecharemos una acción; si sembramos una acción cosecharemos un hábito y si sembramos un hábito cosecharemos un carácter. El carácter nos lleva a nuestro destino. Por lo tanto, si no me gusta mi destino, cambio la actitud. Y es en ese punto, en la actitud, donde el coach trabaja como coachee, entendiendo ésta como el conjunto de nuestras conductas, creencias, valores y mística personal y profesional (Mañero J., s.f.)

No obstante, son pocas las personas que desarrollan todo su potencial por sí mismos, sin ayuda de un coach; pocos consiguen experimentar un cambio profundo y real. Con la guía de un coach se obtiene, en el menor tiempo posible, las herramientas que ayudan a ser también la fuerza motriz en ese esfuerzo por el cambio y a obtener el máximo de su potencialidad.

El coaching también ayuda a descubrir las debilidades y fortalezas que cada persona posee, con la finalidad de: conocernos mejor, buscar nuestras oportunidades que son las que nos llevan a tomar decisiones para superarnos en situaciones límites, siendo valientes en momentos de crisis. Por lo tanto, tomar conciencia de los riesgos presentes para ser cautelosos y respetuosos con uno mismo y con los demás. Cuando tomamos conciencia plena que somos capaces de cambiar, adquirimos mucha más confianza y elevamos nuestra autoestima, lo que nos lleva a sentirnos más satisfechos, a compartir y confiar más en las personas; para que nuestra vida tenga un sentido y un para qué hacemos lo que hacemos, dándonos las fuerzas para tener éxito en todo los que nos proponemos. En resumidas cuentas, es transcendental un cambio positivo para realizar mis sueños, sentirme amada, valorada y realizada. Transformándonos en Artistas del Cambio. Evidentemente, el Coaching es un estilo de vida con actitud positiva.





“Que nadie corte nunca tus alas, tu eres quien decides lo alto que quieres volar “

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