Gaudi López
Es
la concreción cultural de lo que corresponde a lo que debemos hacer y aunque
tiene unas bases comunes a casi todas las culturas, tiene después un
despliegue; sin más palabras no es más que una respuesta mental, una percepción única de cada
una de las personas que luego va ser transmitida en nuestro cerebro una y otra
vez de manera consciente o inconsciente,
la cual debemos detectar lo más rápido posible porque si no puede acabar
convirtiéndose en una realidad.
A
menudo nuestras creencias limitantes pueden venir fundadas por otras personas por
ejemplo muchas madres les dicen a sus hijas que son muy desordenadas y muchas
de ella aun se encuentran en esta situación ya que su cerebro se programo desde
muy pequeño con esa idea, y esto no es realmente cierto porque tu mamá te lo
haya dicho o ella lo vea así, pero lo que sí es realmente cierto es como tú lo
hayas internalizado.
Henry Ford decía: “Si
crees que puedes, tienes razón; si crees que no puedes, tienes razón” existen
un sin fin de creencias tales como: ya es demasiado tarde, es que yo soy muy
gafa, ya me lo decía mi papá, de todos modos no puedo hacer ya nada, es que yo
tengo muy mala surte, el lo ha conseguido porque tiene dinero, etc.… olvidando
que cada uno de nosotros tenemos las mismas capacidades tanto intelectuales
como actitudinales para poder realizar cualquier cosa que queramos.
Gran parte de
nuestras creencias son apropiadas a través de los sentidos desde que somos muy
pequeños a partir de los 0 a los 7 años de edad, muchas de las experiencias o
palabras dichas por nuestros maestros, padres, amigos tíos o abuelos tienen un
impacto emocional en nuestra vida diaria así como los traumas o los momentos
más felices, esto constituye una especie de almacenamiento o depósito en
nuestra memoria emocional.
Cuentan
que una vez un hombre caminaba por la playa en una noche de luna llena mientras
pensaba:
–
“Si tuviera un auto nuevo, sería feliz”
–”
Si tuviera una casa grande, sería feliz”
–”
Si tuviera un excelente trabajo, sería feliz”
–”
Si tuviera pareja perfecta, sería feliz”
En
ese momento, tropezó con una bolsita llena de piedras y empezó a tirarlas una
por una al mar cada vez que decía: “Sería feliz si tuviera…”. Así lo hizo hasta
que solamente quedaba una piedrita en la bolsa, la cual guardó. Al llegar a su
casa se dio cuenta de que aquella piedrita era un diamante muy valioso. ¿Te
imaginas cuantos diamantes arrojó al mar sin detenerse y apreciarlos?, ¿Cuántos
de nosotros pasamos arrojando nuestros preciosos tesoros por estar esperando lo
que creemos perfecto o soñado y deseando lo que no se tiene, sin darle valor a
lo que tenemos cerca de nosotros?
Mira
a tu alrededor y si te detienes a observar te darás cuenta de lo afortunado que
eres, muy cerca de ti está tu felicidad, y no le has dado la oportunidad de
demostrarlo; cada uno de nuestros días es un diamante precioso, valioso e
irremplazable, depende de ti aprovecharlo o lanzarlo al mar del olvido para
nunca más poder recuperarlo.
Nuestras creencias
acerca de nosotros mismos y de lo que es posible en el mundo que nos rodea
tiene un gran efecto sobre nuestra eficacia cotidiana. Todos tenemos creencias
potenciadoras y también creencias que nos limitan, lo importante es darse
cuenta a tiempo e ir llenando esa copa con nuevas creencias que permita
realizarnos como personas triunfadoras que somos, así podremos darnos cuenta de
ese gigante que tenemos, y poder exhibir nuestra felicidad, inteligencia, una
mejor salud e incluso tener mejor éxito personal.
Es importante
realizarnos preguntas en absoluta tranquilidad, ya que así nos permitirá
descubrir nuestras creencias limitantes que nos impiden alcanzar nuestros
objetivos. Realiza una introspección hasta que te sientas satisfecho de haber
descubierto todas las creencias que se
interponen en tu camino, ya siendo consciente de cada una de ellas y
observando en la forma que te afectan estas empezaran a perder algo de su poder
sobre ti.
Decirte
a ti mismo ES POSIBLE, YO PUEDO Y ME LO
MEREZCO te aporta confianza y energía para realizar las acciones que te
permitan alcanzar tus metas y sueños.
Muchas
de nuestras creencias se han formado durante la infancia, por ejemplo, cada vez
que nos decían que no llorásemos en público. Suelen estar muy arraigadas en
nuestro subconsciente, por lo que son ajenas a nuestro control y difíciles de
modificar.
Estos
programas no son más que redes neuronales que se han establecido en nuestro
cerebro. Las neuronas, mediante la sinapsis, han formado una red que se ha ido
consolidando con el tiempo. Cada vez que la creencia se ha manifestado y
confirmado, la red se ha ido haciendo más sólida. Por eso cuesta tanto
re-programar. Cuesta, pero se puede.
Además,
el hecho de que estén tan arraigadas en el subconsciente implica que tienen una
enorme influencia en nuestro comportamiento.
El
consciente supone un 5% de nuestro pensamiento. Nuestro cerebro consciente
funciona en ondas beta y procesa información a unos 40 bits/seg. Al igual que
en un iceberg, la parte consciente, la que se ve es la menor. Lo gordo está más
abajo.
El
subconsciente e inconsciente suponen el 95% de nuestro pensamiento, funcionando
con ondas alfa, theta y delta. Procesan a unos 20.000.000 bits/seg. Nótese la diferencia.
Esta
extraordinaria capacidad del subconsciente significa que, cuando vamos a pensar
algo conscientemente, el subconsciente ya ha ido y ha vuelto varios miles de
veces. Por eso tiene tanta influencia en nuestro comportamiento. Y las
creencias “están ahí”.
Antes de comenzar a cambiar una creencia limitante es bueno
saber y reconocer que quieres dejar esos hábitos a un lado, demuéstrate a ti
mismo que tienes la capacidad y voluntad de cambiar, cierra los ojos busca un
lugar calmado sin ruido y comienza a realizarte estas preguntas:
·
Reconoce una
situación de impedimento en tu vida que deseas mejorar. Ejemplo: “Me pongo
nerviosa, sudoración en las manos cada vez que tengo que realizar una
exposición.
·
Localiza la creencia
que está detrás de esta actitud y deseas cambiar. Utiliza una o dos frases,
claras y concisas que resuman tu creencia. Ejemplo: “Soy incapaz de hablar en
público. Soy una persona tímida, insegura, no me gusta estar en el centro de
atención”.
·
Pregúntate con
sinceridad: ¿es al 100% cierta esta creencia? Es probable que te des cuenta de
que no hay nada de lo que podemos estar seguros al 100%. ¿De qué sirve seguir anclado a esta creencia si no te
trae más que problemas?.
·
Recapacita en cómo se
ha originado dicha creencia. ¿Has sido tú mismo, tu experiencia, otros? ¿Quién
o qué te hizo crear esta creencia? Si no lo sabes ni tienes ejemplos de tu vida
para ilustrar esta creencia, seguramente se trate de una creencia irracional o
inconsciente, sin ninguna fundamentación objetiva. Razón de más para desechar
esta creencia.
·
¿Cómo eres, cómo
actúas, cómo es tu vida cuando crees en esta creencia?, ¿Te acerca o te aleja
de tu meta?
·
Escoge una creencia
potenciadora, contraria a la creencia anterior. Crea una afirmación breve que
te ayude a acercarte a tu intención.
·
Encuentra situaciones
de tu vida que demuestren que esta nueva creencia tiene sentido.
Es
importante tener en cuenta que los hábitos se adquieren por repetición; un
estudio arrojó como resultado que el 90% de nuestro comportamiento proviene de
los hábitos los cuales se dan en la medida que repetimos durante varias veces
al día una misma función cualquiera que esta sea. Es por esta razón que es
importante no solo repetir la frase con la nueva creencia que queremos
incorporar sino también sentir como si esta nueva creencia ya hiciera parte de
nuestra vida, es decir, actuar en nuestra vida como si ya fuera una realidad en
nosotros.
El
cambio es parte de la naturaleza del ser humano, lo único que no cambia es el
cambio, entonces por qué resistirnos si esto no es más que parte de la
evolución. Dejemos a un lado todo esa capa de impedimentos, y comencemos a re-inventarnos con una nueva conciencia, un
nuevo poder de superación, recordemos que las creencias solo se encuentran en
nuestra mente y nuestra mente no es tu realidad, somos mucho más que eso, una
afirmación antes de comenzar tu día puede resultar muy impactante, cambiar la
re-estructuración de una pregunta puede permitir cambiar nuestra perspectiva, en
nuestro ser se encuentra todos esos conocimientos así como todos los
asentimientos necesarios para lograr todo lo que nos propongamos en nuestra
vida.
Estar
anclado siempre en el mismo nivel de conciencia es como leer siempre la misma
página de un libro, no te ancles fluye con la naturaleza de tu ser único e
innovador, las circunstancias negativas siempre estarán ahí todo depende del
foco con que mires, disfruta de las cosas buenas y abundantes que hay, relájate
y respira, todo pasa, nada es para siempre. El ayer es historia, el mañana es
un misterio pero el día de hoy es un regalo. Por eso se llama "presente".
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