Carmen Rivero R.
Rosalba Gómez
Las creencias son una fuerza
muy poderosa en nuestra vida, se considera que cuando alguien tiene la certeza
que va hacer algo, entonces contra viento y marea lo hará, será un logro seguro. Si por lo
contrario considera que es imposible
hacerlo, ningún esfuerzo por grande que este sea lograra el éxito. Hay creencias que nos sirven para nuestro
crecimiento pero también encontramos que nos limitan. Las creencias se han ido
formando, ocupando un espacio, una energía, se han ido materializando dentro de
nuestros ser arraigándose que ni siquiera nos permiten plantear mejores objetivos.
Continuamos con el
mismo orden de ideas, las creencias pueden
ser potenciadoras o limitantes. Las primeras nos ayudan y potencian la
confianza en nosotros mismos y en nuestras capacidades, permitiéndonos afrontar
con éxito situaciones complejas. Las segundas nos restan energía y nos
inhabilitan para afrontar determinadas situaciones. Si nos creemos incapaces de
aprender o consideramos que ya pasamos el período de nuestra vida en el que nos
era fácil aprender cosas nuevas, estaremos bloqueando cualquier oportunidad de
desarrollar nuevas competencias y habilidades.
La creencias no se basan en
un sistema de ideas lógicas. Su función no es coincidir con la realidad. Recuerden que la mente no sabe lo que es real
y lo que no es real. Sino que nosotros le decimos e implantamos las creencias
que forman una parte esencial de nuestra estructura mental. Por lo tanto
las creencias funcionan como la Fe, no hay un sustento concreto que las
compruebe, son generalizaciones mentales a las cuales les damos el poder de
convertir en realidad lo que no se ve.
Las creencias se pueden instalar por medio del aprendizaje o por alguna
vivencia. Cuando tenemos una creencia
instalada, actuamos como si fuera verdad y eso nos da mucha fuerza para sacar
los recursos necesarios para llevarla a cabo. Existen creencias externas las cuales se originan de interpretación
culturales, políticas y religiosa,
también encontramos creencias internas
cuando surgen del propio
pensamiento, experiencias y convicciones. Cuando estamos pequeño captamos lo que
escuchamos, lo que vemos y lo que sentimos lo enviamos a la memoria e inconsciente
quedando instalado en nuestras vidas, puede durar largo o corto plazo según sea significativo
para nosotros.
Existen creencias
externas las cuales se originan de
interpretación culturales, políticas y religiosa, también encontramos creencias internas cuando surgen del propio pensamiento, experiencias y
convicciones. Cuando estamos pequeño
captamos lo que escuchamos, lo que vemos y lo que sentimos lo enviamos a la
memoria e inconsciente quedando instalado en nuestras vidas, puede
durar largo o corto plazo según sea
significativo para nosotros.
Si una persona conoce sus
valores más importantes y su jerarquía, sabrá cuáles son las motivaciones
internas que le mueven a actuar para alcanzar sus metas y cuales son los
estados que tratará de evitar a toda costa. Sus valores estarán condicionando
permanentemente su comportamiento, muchas veces sin ser consciente en ello.
Es conveniente que instalemos en nosotros unos valores y creencias que nos hagan fácil la vida, que
nos permitan sentirnos felices y ganar cada día independientemente de lo que suceda.
Estos valores y creencias nos deben permitir disfrutar al cien por ciento del
viaje de nuestra existencia, además de ayudarnos a alcanzar las metas que
consideremos importantes.
Las creencias
limitantes pueden detenernos en momentos cruciales de nuestras
vidas, sin embargo muchas veces estas creencias son invisibles para nosotros.
Controlan nuestros pensamientos y comportamientos, lo suficiente como para
disminuir o impactar negativamente los resultados que obtenemos con lo que
hacemos. Por ejemplo cuando tienes la creencia
de que el rechazo es algo malo, con esto no lograrás más que evitar aproximarte
a nuevas personas, y por tanto dejarás de lado suficientes conexiones sociales
importantes, como para que sea algo en lo que debas pensar a partir de ahora.
Para eliminar una creencia
limitante, no es suficiente identificarla y conocerla a fondo.
Puede que conozcas algunas de tus creencias limitantes, pero saber de ellas no
es necesariamente suficiente para evitar que sigan operando junto con tu vida.
Puede que sepas que el rechazo no es tan malo después de
todo, pero tu mente inconsciente sigue condicionada a evitarlo. El conocimiento
y la consciencia sobre las creencias
limitantes, es una parte muy importante de la solución, pero no
es la solución como tal.
Cómo Eliminar Creencias
Limitantes Primero debemos comprender, que
nuestras Creencias, son hechos acerca de nuestra realidad, que aparentan ser
ciertos de alguna manera. Confiamos en que nuestras creencias son
representaciones precisas sobre nuestra realidad. Intelectualmente
podrías saber que tu creencia es falsa, y aún así, seguir creyendo.
Por ejemplo, podrías encontrarte
con la creencia limitante de que “No Eres Lo Suficientemente Bueno”. Aún
teniendo evidencia, sobre tu pasado, que te permita saber que has tomado
decisiones correctas, que has adquirido la experiencia, y que efectivamente te
has destacado el área involucrada. Pero no, tu creencia sigue siendo que no eres suficientemente bueno.
Inicialmente, con el objetivo de lograr liberarse de Creencias Limitantes,
es necesario realizarse a sí mismo preguntas como: ¿Soy Suficientemente Bueno?.
Posiblemente la respuesta ahora sea: Sí.
Sin embargo, esa puede ser una indicación intelectual de lo que piensas sobre
ti. Claro, cuentas con las habilidades, la experiencia, y la motivación
suficiente, aún así, no sabes porque has
llegado inconscientemente a la conclusión de que no eres bueno.
Y con el objetivo de averiguar el porqué de dicha
conclusión, podemos analizar el asunto por el lado de que lo bueno, solo puede
ser determinado desde un punto de vista relativo. Relativo a lo que pienses tu,
y los demás. El hecho de que creas que no eres suficientemente bueno para algo,
puede provenir de que los demás te hayan
hecho pensarlo de esa manera. Recuerda que una creencia, se instala en nuestras
mentes a través de múltiples experiencias que hemos vivido.
La mayoría de las veces, el pensar que no somos buenos
para algo, proviene de nuestros padres, o parientes cercanos, e incluso amigos.
Muchas veces nos vemos rechazados, regañados y señalados por no haber hecho
algo cómo se esperaba, cuando se esperaba, y de la manera convencional.
Muchas veces nos damos cuenta de que hemos hecho algo que
para nuestra percepción era bueno, divertido, inteligente, pertinente,
oportuno, o imposible de dejar pasar; pero cuando nos enfrentamos al hecho de
que las demás personas lo ven diferente, tendemos a pensar entonces que no tenemos
razón. De que nada de lo que creíamos era cierto, y que por tanto nuestro
criterio pierde poder y nos sentimos menos buenos para algo. Incluso si ese
algo, se trata únicamente de vivir.
Por ejemplo, al pensar que no eres suficientemente bueno
para algo, puedes empezar a pensar que cometer errores y fallar, es malo.
Puedes pensar que no eres capaz.
Que no eres competente.
Con el objetivo de liberarse de una creencia limitante, es
indispensable analizar cual es posiblemente la fuente de dicha creencia, identificar
de donde proviene, o como has llegado a la conclusión de que los hechos son,
como lo dictan tus creencias. No es
posible eliminar una creencia
que te limite, si no te has dado cuenta de cuál es
verdaderamente su origen. Con respecto a No Ser lo Suficientemente Bueno, la
raíz de dicha creencia puede ser la manera como tus padres te han tratado. Quizás
en tu niñez muchas veces dudaron de ti, se lamentaron, y te hicieron saber que
no eras o hacías lo que ellos esperaban. Posiblemente te hicieron sentir mal
con sus palabras o actos, haciéndote creer que no eras lo suficientemente
bueno. Es más, su intención nunca fue la de hacerte sentir menos. dicha
situación. Ellos querían lo mejor de ti, y lo mejor para ti, porque te querían.
O quizás esperaban demasiado de
ti para la edad que realmente tenías, cuando se es adulto a veces se pierde la
noción del tiempo en cuestión de experiencias. Conforme aprendemos cosas
queremos que todos los demás estén a la altura nuestra, y este es un gran error
con los niños, pero aún así ocurre.
La buena noticia es que es fácil
darse cuenta, de que No Ser Suficientemente Bueno, es tan sólo el significado
que se le da a la manera como nos han tratado. Lo importante es el significado
que le damos a los eventos que nos suceden en nuestras vidas. Lo importante, es detectar cuándo le estamos
dando a las cosas el significado que le estamos dando, y porqué. Cuando logras identificar el porqué del
significado que le asignas a tus experiencias, te das cuenta de que las
creencias que has desarrollado a partir de eso han sido creadas en tu mente.
Con esto llegamos a la conclusión de que tú mismo
creas tus creencias de manera consciente o inconsciente.
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