Dra.
Marisol Solano Álvarez
El
trabajo del docente en la actualidad tiene un carácter estratégico dentro de la
sociedad. El modelo educativo tradicional basado en clases magistrales ha
cambiado por un modelo centrado en el alumno que toma un rol protagónico en su
proceso de aprendizaje. De ahí la importancia
de que, el docente adquiera herramientas de desarrollo personal como
elemento clave para el logro de un desempeño profesional eficiente en la gestión
del aula, en esa interacción profesor- alumno y alumno – alumno, donde se
optimice el rendimiento escolar a través del desarrollo de competencias.
En
este sentido, el Coaching como metodología de crecimiento personal, proporciona
a las instituciones educativas un acompañamiento razonable, que mejore la vida
de los grupos y sitúe con visión de equipo a sus miembros; en todos los ámbitos
de acción, esto con el fin de que el equipo descubra, defina, desarrolle y
construya sus propios principios de trabajo.
Por
lo tanto el proceso del Coaching en las instituciones educativas, puede ayudar
al docente a desarrollar competencias, actitudes y habilidades para su mejor
desenvolvimiento en el aula. Conforme a estos planteamientos, el sistema
educativo ha empezado un proceso de transformación, dentro del contexto social
mundial, para enfrentar los grandes desafíos de cara a una nueva humanidad. Bajo
este marco de interés, se está revisando en todos sus niveles el papel del docente,
para abordar un cambio de paradigma educativo, investigando la forma de
adaptarse a las nuevas demandas sociales del futuro.
Por
ello surge el reto de formar alumnos, que además de tener excelentes
conocimientos, posean habilidades emocionales y de trabajo en equipo, que sepan
comunicarse y que desarrollen un pensamiento crítico y creativo.
El
Coaching de equipos establece la forma en la que un docente puede convertirse
en facilitador del crecimiento de un grupo, así como el crecimiento de cada uno
de los individuos que lo conforman. Un docente inspirado en las habilidades del
coach, puede optar a un rol diferente al que desempeña normalmente, puede
generar el cambio de rol del docente al de docente coach, además de preparar el
terreno para constituir equipos de alumnos cohesionados y comprometidos con el
aprendizaje.
Por
lo tanto a través del proceso del Coaching, el docente puede abordar aspectos
como: trabajar las reglas, la visión, los valores, las metas individuales y
colectivas del grupo. Pero también puede facilitar la posibilidad de organizar
equipos de trabajo centrados en las tareas dentro del aula donde permita que
los alumnos asuman un rol más activo en su aprendizaje.
El
Coaching de equipos puede ayudar a los estudiantes a: Cuestionar su forma de
observar al mundo, a identificar los obstáculos que le impiden cambiar, a
resolver obstáculos, a ver aquellos que, inmersos en su propia realidad, no
logran ver, a identificar e implementar las nuevas acciones en pos de un
resultado. El Coaching de equipos debe ser utilizado fundamentalmente para
optimizar el rendimiento potencial del equipo, cuando los resultados operativos
no se alcancen o sean mejorables, cuando haya una nueva dirección o cambio de
los integrantes del equipo, cuando se desea optimizar su interactividad
relacional (conflictos, motivación, liderazgo) o existan aspectos en la
institución que afectan el rendimiento.
Por
lo tanto la función de un docente coach, es acompañar el desarrollo del
rendimiento colectivo de un equipo de forma lógica, para que el resultado estratégico
del conjunto supere considerablemente el potencial de la suma de sus partes. Se
trata de ayudar al equipo como un todo a ir a un paso más allá de lo que está inventando
en la realidad.
El
Coaching de equipos ha inspirado un modelo de aplicación en el aula López y
Valls (2013) han propuesto un modelo de aprendizaje experiencial, cooperativo,
emocional y dinámico que sitúa al estudiante en un lugar activo, conectado y
motivado por su propio aprendizaje. El Coaching de equipos, nos muestra una
forma diferente de abordar los conflictos a través de una metodología propia,
con un formato de presentación de casos en el aula, incorporando un enfoque
sistémico de trabajo.
REFERENCIA
López,
C y Valls C. (2013) Coaching Educativo. Las emociones al servicio del aprendizaje.
Biblioteca Innovación Educativa. Ediciones SM. España.