Yajaira
Urbina
Luis
Aguilar
Rafael
Mijares
Manuel Matos
El ser humano está
constantemente en interacción con otras personas en busca de escucha, atención,
deseos de comunicarse y también de aprender, es así como el coaching resulta,
en palabras de Bou Pérez (2009) como “Un proceso sistemático de aprendizaje,
focalizado en la situación presente y orientada al cambio en el que se
facilitan unos recursos y unas herramientas de trabajo específicas que permiten
la mejora del desempeño” (p. 11)
Con lo
anterior, queda claro pues que el coaching se convierte en una herramienta
valiosa para preparar/capacitar a individuos que buscan alternativas en su
formación y crecimiento biopsicosocial en los distintos ámbitos de su vida,
para hacer frente a situaciones presentes o llegar a estados o situaciones que
desean, centrando
su accionar en la autorreflexión para que sea el individuo (coachee) quien encuentre
en sí mismo alternativas para el autoconocimiento y la búsqueda de herramientas
y alternativas para la resolución de conflictos que presente, siempre teniendo
en cuenta que es él, tal como refiere Rogers “quien sabe qué es lo que le
afecta, hacia dónde dirigirse, cuáles son sus problemas fundamentales y cuáles
sus experiencias olvidadas” (p.9).
Para
lograr lo anterior el coach tiene que proveerse de actitudes, técnicas y
herramientas precisas que permita sincronizarse con su interlocutor, pues esta será la
pauta para un proceso de acompañamiento de calidad teniendo como base el entendimiento mutuo y la empatía
con el firme propósito de abordar situaciones de forma
colaborativa, desde la comunicación asertiva y fluida y evitando la falta de interés, el distanciamiento y la
simpatía exagerada.
Por y para lo anterior,
el rapport se constituye como una herramienta INDISPENSABLE para crear sintonía
psicológica entre el coach y el coachado con el fin de permitir la colaboración
necesaria entre ambos, partiendo de:
La Coordinación, que es adaptarse al ritmo de la otra
persona tanto gestualmente (captando el todo general de su lenguaje no verbal y
replicándolo de modo parecido), oralmente (adaptar el tono de voz y el ritmo
del habla al de la otra persona) y, sobre todo, emocionalmente (reflejando uno
mismo el estado emocional de la otra persona para empatizar y a la vez hacer
manifiesta esa empatía).
La Reciprocidad, consiste en encontrar
maneras de corresponder las aportaciones de la otra persona, sean estas
acciones u oraciones, clásicamente, se plasma a través de la escucha activa, en
la que el coach, a pesar de permanecer más callado que el coachado, da
constantemente señales de escuchar a la otra persona y de reaccionar ante lo
que dice.
Lugares comunes, referido a la necesidad
de centrar el foco de los mensajes y las acciones hacia temas que sean de
interés para todas las personas implicadas.
El resultado de los factores
mencionados es el establecimiento de empatía, confianza y comunicación clara.
Ahora bien, para crear
Rapport o sintonía son necesarios los siguientes aspectos:
Ser conscientes de la importancia de la primera impresión: La mayoría de los
profesionales cuyo desempeño depende en gran parte de su capacidad para generar
un buen rapport ponen especial celo a la hora de presentarse al coach del modo
adecuado. De este modo, desde el principio se crea un marco de relaciones
basado más en la confianza que en la falta de ella y, por otro lado, el hecho
de que el coach se presente adecuadamente puede hacer ver al coachado que él
mismo tiene un protagonismo que no se esperaba. Un simple apretón de manos, por
ejemplo, es suficiente para hacer que los coachee se vuelvan significativamente
más receptivos a las atenciones del coach.
Hacer que el lenguaje no verbal y el verbal casen entre sí: Generar rapport es en
gran parte reducir al mínimo las posibles distorsiones en la interpretación de
las expresiones del otro. Por eso, es importante expresarse de manera limpia,
sin contradicciones entre lo que se dice y lo que se hace. Por ejemplo, invitar
a un coachado a que explique su quiebre y a la vez mantener los brazos cruzados
es algo que daña la calidad de la relación terapéutica, ya que se emite un
mensaje inconsistente.
Formular enunciados sin ambigüedades: Esta es una de las pautas
a seguir que exigen de una buena preparación de expresión verbal. Consiste en
utilizar un lenguaje accesible y claro, sin espacios que puedan dar pie a
dobles sentidos ni frases inacabadas. De este modo la otra persona no tendrá
que esforzarse por desentrañar el significado de lo que se dice, algo que ya de
por sí podría generar rechazo.
Poner a prueba la calidad del rapport: Los coach lanzan pequeños
"globos sonda" al paciente para poner a prueba la solidez de la
relación terapéutica. Por ejemplo, pueden romper el hielo adoptando una postura
muy distinta a la de la otra persona o modificando el ritmo del habla para ver
si esta iniciativa es imitada. Si el coachee se adapta a estos cambios, es que
el rapport se está estableciendo exitosamente.
La Respiración: Acompasar la respiración de nuestro receptor, nos
ayuda de mucho para poder incluso hablar a su misma velocidad, tono y timbre,
aparte del efecto hipnótico de mover tu caja respiratoria al mismo tiempo que
la persona y de igual forma.
Por todo lo antes
mencionado, la técnica principal del Rapport es la empatía, entrar en empatía
con nuestro receptor es la parte fundamental del rapport, y para los autores la
cordialidad es el primer escalón a transitar en esa técnica, pues es un
aspecto fundamental y necesario para denotar educación y respeto entre las
partes como por ejemplo: “Buenas tardes.
Gracias por conversar conmigo… Gracias por la confianza… los aprendizajes…Gracias
a usted.” Ya que sin lugar a duda estas fórmulas o frases hacen que en el
coachado rompa el hielo o distancia abismal que puede sentir al momento de
iniciar o concluir la conversación.
El segundo eslabón sería Animar,
dar ánimo, fuerza y confianza para activar y estimular la conversación
utilizando palabras de aliento como: “Animo,
tú puedes, que bueno que lo dices, correcto”, pues éstas palabras brindan
al coachado mayor seguridad con lo que conversa y de alguna manera los invita a
continuar con su discurso y empleando así mismo palabras que demuestren o
ratifiquen comprensión de lo que se escucha, como: “Entiendo, Ok cuénteme”, con el fin de animar al entrevistado y demostrar de cierto modo, que se está
atendiendo y entendiendo lo que allí se esté hablando.
Seguidamente lograr una Comunicación
Abierta para transmitir información ya sea de mayor o menor valor de
confianza para que el entrevistado responda las preguntas con libertad, donde
se sienta cómodo y donde el coach esté libre de prejuicios ante lo que escuche
para fomentar y estimular la libre expresión y que el coachado hable de forma
abierta, adecuada, con fluidez, y con coherencia, difundiendo sus pensamientos
de manera libre y sin miedo a ser juzgado; ,
siendo en todo momento importante mantener la comunicación abierta, para
estar atento ante las respuestas dadas y así rápidamente continuar la
conversación formulando preguntas poderosas, que, en consecuencia tengan la misma sintonía con respuestas
poderosas, logrando la fluidez que no todo el mundo consigue y consolida; si la
otra persona no está en sintonía y se siente bien ni en confianza.
Considerando además el Diálogo
consigo mismo, donde a través de la realización de preguntas poderosas invitar
a la persona reflexionar pues como refiere Cobo (2006) “La reflexión no es sólo
una mirada interior replegada sobre el yo y sus imágenes; es también una
intención, proyección de sí. La conciencia íntima es presencia secreta,
irradiadora hacia el universo entero” (p. 90), lo que se debe hacer de manera
intencional para que el coachado busque entre sus experiencias y conocimientos
aspectos positivos y caminos para solucionar situaciones o llegar a estados
deseados.
En caso de duda puede
darse Explicitar lo dicho por cuanto en una información determinada se
centra información clave para hacer comprender de manera detallada algo
mencionado anteriormente con la intención de clarificarlo o hacer que la
persona se dé cuenta de lo mencionado, se escuche a sí misma…
Ahora bien, para lograr lo anterior es inevitable que el coach posean un conjunto actitudes, habilidades,
herramientas y destrezas que garanticen su práctica libre, eficiente, oportuna,
reflexiva y asertiva en el proceso de acompañamiento, con el fin de que este
impacte siempre de manera positiva en el coachado tanto en su vida como en su
proceso de aprendizaje y en su desenvolvimiento personal y social; y esto se
materializará al relegar creencias rígidas, prejuicios y lograr aceptación,
coherencia, agrado, respeto, sinceridad, calidez, seguridad, confianza, empatía
y otros aspectos que sólo va a lograr con actitud positiva hacia la persona que
demanda su atención/ayuda.
Por todo lo antes
mencionado, establecer rapport con una persona, es estar en sintonía con el o
la otra persona, es establecer una conexión armoniosa que permita escuchar y
comprender al otro, haciendo preguntas en caso de ser necesario, asintiendo y
percibiendo a través y con todos los sentidos, pues esto facilita la
comunicación efectiva, eficaz y asertiva con las personas con que necesitamos
comunicarnos, para que se pueda transmitir un mensaje que normalmente podría causar algún
conflicto, pero ahora de una manera comprensiva.
A partir de las
afirmaciones es conveniente plantearse ¿Estás preparado para escuchar desde el
modo coach?
REFERENCIAS
Bou Pérez, J. (2009) Coaching para docentes: El desarrollo de
habilidades en el aula [Documento en línea] Disponible en: http://www.editorial-club-universitario.es/pdf/2250.pdf
[Consulta: 2017, Febrero
08]
Cobo, A. (2007) El Concepto de Reflexión en el joven
Mounier [Documento en línea] Disponible en: http://hera.ugr.es/tesisugr/16183058.pdf
[Consulta: 2017, Febrero
08]
Rogers, C.
(1992) El proceso de convertirse en
persona: Mi técnica terapéutica [Documento
en línea] Disponible en: http://www.cpalsj.org/wp-content/uploads/2014/08/2CPM5T1-Rogers-1992-El-proceso-de-convertirse-en-persona.pdf
[Consulta: 2017, Febrero
08]
No hay comentarios:
Publicar un comentario