miércoles, 29 de marzo de 2017

El Poder de tu Voz

 Trinidad Arriojas
Norah Castillo
Sandra Malavé  
Carmen Bello
Henry León
Yuliany Perozo

El ser humano constantemente está en búsqueda de su crecimiento, o de su desarrollo, es un ser curioso por naturaleza, insatisfecho; a cada objetivo logrado ya tiene otros tantos planteados.  Esa superación a la que aspira involucra todas las áreas de la vida como lo son: salud física, desarrollo mental y espiritual, relaciones interpersonales, socialización; y es en éstas dos últimas que juega un papel preponderante la comunicación, como elemento que garantice su éxito, lo cual al día de hoy y más para los individuos que conviven en la ciudad, es una necesidad.

Afortunadamente en nuestro diario devenir existen en paralelo a las actividades diarias obligatorias, diversas alternativas o metodologías de ayuda que equilibran esas actividades, entre ellas está el proceso de acompañamiento Coaching.

En el tránsito del proceso en cuestión, el coach puede descubrir su propia área de oportunidad mediante el mejor uso de la voz y los elementos relacionados con ésta. La voz es nuestra carta de presentación, así que deberíamos sacarle partido a esa maravillosa voz que todos tenemos, aprendiendo a usar nuestros músculos y partes del cuerpo destinadas de forma natural a la producción del habla.

Buen número de quiebres de emisión de voz del coach se deben a la falta de aire. Es que nos hemos acostumbrado a respirar mal, apenas con la parte alta de los pulmones. Resulta incómodo escuchar a alguien que pareciera que se queda sin gasolina. Con frecuencia, baja el volumen en su proyección vocal y no se le entienden algunas frases, debido al mal uso de su aparato respiratorio. En nuestro entrenamiento como coach debemos aprender esas técnicas de relajación de las principales partes de nuestro cuerpo que intervienen en la producción de la voz, así como también a controlar la respiración y a proyectarla. 

Podemos estudiar 4 aspectos muy importantes que influyen en la calidad de nuestra voz. Comenzando por el volumen, mejor conocido como potencia acústica, que es la cantidad de energía que se implementa en determinado tiempo, es cuando decimos, "que tan fuerte estamos hablando". Seguimos con la entonación, que se refiere a la modulación de la voz, pudiendo reflejar diferencia de sentido, de intención y de emoción.  Una frase puede reflejar diferentes significados, si la expresamos con una entonación alegre o una entonación triste. El ritmo, o velocidad de la voz, es otro factor muy importante ya que se pueden manejar diferentes velocidades de tal forma que la conversación sea fluida y entretenida evitando así la monotonía de la disertación. Por último y no menos importante tenemos a la claridad, este aspecto se basa en la pronunciación; si la dicción es buena y las palabras se pronuncian correctamente la claridad de la voz será efectiva. El reto del Coach es el de mantener un equilibrio constante entre estos 4 aspectos. Por otra parte, una voz posada, despierta la confianza y la auto-confianza además de aumentar el liderazgo, tanto a nivel personal como interpersonal. En realidad, para una conversación común, donde las frases son naturalmente cortas, donde las repeticiones de uno mismo y las interrupciones del otro ofrecen suficientes pausas para tomar aliento, no habrá mayor dificultad, siempre y cuando hagamos el mejor uso de las técnicas de respiración.

Una de las más utilizadas para un mejor desempeño vocal es, la respiración diafragmática la cual consiste en utilizar al máximo la capacidad pulmonar. El diafragma separa el tórax del abdomen. Funciona automáticamente, como un fuelle bien regulado. Cuando inspiramos, este músculo se contrae, se aplana y permite la entrada del aire a los pulmones. Al revés, cuando el diafragma se afloja, botamos el aire convertido en anhídrido carbónico, espiramos. Por eso, después de haber comido mucho, con el estómago repleto, tendremos dificultades para respirar. El diafragma no hallará cómo bajar y darle cabida al aire nuevo.

Hay muchos ejercicios para entrenar la respiración. Todos ellos tienen igual mecánica: inspirar ampliamente por la nariz, como inhalando el perfume de una flor, de manera que las ventanas nasales se abran, las costillas se separen y el diafragma descienda. La espiración puede ser más rápida, hasta violenta. O contenida, reteniendo el aire y controlando su expulsión. También podemos inspirar contando hasta 4 lentamente, retener la respiración durante 4 segundos y espirar contando de nuevo hasta 4. Son muchas las oportunidades que podemos encontrar para practicarlos.

Otro ejercicio es acostarse en el piso boca arriba, con la columna recta, brazos a los costados, colocando un libro sobre el vientre. En esa posición, respire por la nariz, tratando de subir el libro lo más posible. Luego, bote el aire por la boca, poco a poco, contando mentalmente, hasta que el libro vuelva a su nivel inicial. Siga inspirando y espirando, subiendo y bajando el libro, aumentando su cuenta lo más que pueda. Respire así unos minutos. Repita este ejercicio un par de veces al día. Además de practicar la respiración diafragmática, quedará relajado.

La voz es un elemento tan identificador casi como la huella dactilar, es única, nos caracteriza y al igual que el comportamiento que define nuestro actuar, es aquella manifestación sonora, individual, que denota además nuestro estado de ánimo, las vivencias, el sentir, es la vía de comunicación con el entorno y nosotros mismos, que nos permite presentar al mundo exterior las imágenes internas o los pensamientos. Por lo tanto, es un elemento de suma importancia que debe ser valorado en gran magnitud en el Coaching.

Las palabras que se utilicen en ese encuentro sinérgico tienen que ser sencillas. Que se entiendan, sin diccionario, que se entiendan a la primera.
Quien tenga una buena voz, que la aproveche y la emplee como herramienta, además de su personalidad, por su energía interior y su capacidad de hilvanar una adecuada comunicación y esa voz, se prepara, se forma, se cultiva.

En el lugar que ocupemos en nuestra vida, es determinante el poder de la voz, pues a través de ella expresamos lo que pensamos, queremos, sentimos, soñamos, modifica la vida, hay momentos buenos y otros no tanto, pero cuando decidimos confiar en la ayuda ofertada por el proceso de acompañamiento del Coaching, se torna exitosa la voz como herramienta en la comunicación y se comienza a sentir confianza, autoestima, mejor entendimiento y armonía. En eso se prueba al verdadero profesional del Coaching, cuando sabe mantener la energía primordial y encara el reto de hablar cada vez con la pasión de siempre.

Es enriquecedor aprovechar el propósito que tiene el Coaching en la voz, que permite descubrir su potencial para expresarnos en todos los aspectos de la vida como son; canto, oratoria, conferencias, pero también en lo laboral, familiar, social, entre otros.  El Coaching nos “pule” con técnicas efectivas para superar obstáculos y hacernos más libres para poder cantar, hablar, respirar y así lograr casi la perfecta oratoria sin quiebres ni temblores en la voz.

Cuando se enfrente a un auditorio, deje atrás todas sus preocupaciones. Entre con entusiasmo. Abandone todo lo que le perturba, desconéctese, enfóquese en lo que va a decir, asuma bien su papel, empiece a transmitir palabras cuya articulación le permita conectarse con las emociones. Las palabras comunican, pero es la voz la que lo conecta.

Llamamos buena articulación a la pronunciación clara de las palabras. Que los demás puedan oír y distinguir bien todo lo que decimos. Por costumbre o pereza, algunas personas hablan con la boca muy cerrada, casi sin mover los labios. Otros, por timidez, adoptan un tono muy bajo y apenas se entiende lo que dicen. Levante la cara, limpie su garganta, temple sus cuerdas vocales, abra bien la boca, igual que el músico, el Coach debe afinar su instrumento vocal antes de tocarlo: para que el Coachado o el público no pierda una sola nota de su sinfonía y, sobre todo, para que se logre esa buena conexión. 

Es lógico entonces que antes de hablar en público, principalmente en el caso de dirigirnos a un auditorio, que realicemos un calentamiento de toda la musculatura involucrada en la producción de nuestra voz. A esto se le denomina calentamiento vocal, que consiste en poner a punto nuestro sistema respiratorio con nuestro sistema articulatorio, el aparato fonador y nuestra caja de resonancia. El objetivo es evitar que se sobrecargue o se fatigue nuestra voz. Así que un buen calentamiento vocal es la mejor manera de prevenir las lesiones como la afonía, al mismo tiempo que estamos previniendo la longevidad de nuestra voz. No vamos a cantar, pero si vamos a establecer una conexión donde las emociones jugarán un papel muy importante en la comunicación, y transmitir esas emociones dependerán en muchas oportunidades de como este nuestra voz. Estos ejercicios son los de estiramiento en brazos, cuello, musculatura facial, flexión del tronco, presión abdominal, entre otros.

Parte del trabajo del Coach, también es, en cierta forma, llevar al Coachado a liberar su propia voz, ya que la vibración de esta ejercerá la liberación de las endorfinas que también lo ayudaran en forma anímica, mental y física a descubrir sus opciones. Un Coach debe saber que tanto la voz como las palabras tienen un valor incalculable, con ello podrá detectar si su Coachado habla desde un papel de víctima, utilizando un lenguaje negativo, por ejemplo…no puedo, no soy capaz, estoy mal, etc. Debe detectar las palabras que con más frecuencia usa el coachado en su dialogo habitual, fijarse en el impacto emocional que estas ejercen en su coachado y el tono de voz que emplea al hablar.

Debemos recordar que somos seres racionales, pero también somos seres emocionales, cuando nos comunicamos no solo transmitimos palabras o lenguaje corporal, sino que también con la voz decimos mucho. El Coach, debe estar atento no solo a lo que dice el Coachado, sino como lo dice, el tono de voz utilizado, matiz, inflexión, modulación, timbre y color de la voz, ya que todo ello ayudara a realizar un mejor Coaching al poder realizar las preguntas pertinentes al caso, pero deberá ser cuidadoso no solo por lo que pregunta sino como lo pregunta, ya que puede perder al Coachado al transmitir un mensaje equivocado o traspase los límites del Coaching convirtiéndolo como algo subjetivo que guiara al coachado a una solución o decisión que no viene de sí mismo sino que es propia de una sugestión externa.

Debemos partir de la premisa que la palabra y la voz tienen poder, y dependerá de cada quien como utilizarla. La voz es la expresión de la conciencia, al transformar nuestras emociones se transforma nuestra voz adquiriendo confianza y seguridad, elevando nuestra autoestima. A mejor expresión, es decir, voz, más emoción, más palabra, mayor entendimiento y esto es una de las finalidades del Coaching.

En la voz, el timbre, las pausas y la vibración, también pueden ser herramientas que te ayuden a determinar características importantes del Coachado.  No solo basta escuchar con atención y parafrasear lo que el coachado dice a ver si lo entendemos, se trata de escucharlo con todas las modulaciones que hace con su voz para entender mejor lo que nos plantea.

Es importante ser consciente de que el conocimiento conceptual esta fácilmente disponible en libros o internet y que puede ser adquirido o memorizado con facilidad. En cambio, las habilidades de aprendizaje requieren de una práctica en determinados contextos. Podemos aprovechar para hacer estos ejercicios de respiración, en vías de cultivar nuestra voz, incursionando en la práctica de alguna actividad física, como el yoga, el Tai Chi, o alguna otra disciplina al aire libre, donde la respiración formara parte importante, esto con la finalidad de alcanzar mejores resultados ya que se plantean en un contexto más vivencial.
Hemos querido con este trabajo, sobre la importancia de la voz en el proceso de acompañamiento del Coaching, dejarles una ventana abierta a la iniciativa de seguir investigando que actividades, disciplinas o herramientas pueden acompañar al Coach para que siga cumpliendo con esa maravillosa tarea de entrenar a las personas en la búsqueda de su felicidad...con ella misma y con la sociedad.

Estudios realizados demuestran que un 7% de lo que un cliente recibe de las comunicaciones con otros proviene de las palabras utilizadas, un 38% lo percibe a través del tono de la voz y un 55% del lenguaje corporal. Esto hace que el tono de voz empleado sea determinante para el éxito o el fracaso en el mundo de los negocios y de las interrelaciones personales. Si se atiende a nuestros coachados con actitud de servicio, seremos retribuidos porque será un cliente satisfecho.

Además de las herramientas que se emplean en el desarrollo de una sesión, para percibir, confirmar y expandir el potencial del coachado, la voz tiene una importancia fundamental, pues no solo sirve para percibir y determinar características sino que se va a convertir en una herramienta adicional para cuando presentamos posibilidades a él y tengamos que valernos del tono, el timbre, la suavidad del lenguaje, los movimientos de la cabeza y manos que acompañan nuestras palabras y sobretodo de nuestra capacidad de "coachar" para ofrecer una voz adecuada que invite al coachado a enfrentar el reto que lo lleve al cambio que desea y a potenciar sus habilidades. Como sugerencias para el mejor manejo de la voz podemos enumerar las siguientes: La voz debe ser clara, positiva y manifestar interés, no hay que hablar ni muy despacio, ni muy rápido, se debe tener un tono de voz natural, el volumen debe estar siempre controlado: ni muy bajo que no se escuche, ni muy alto que resulte amenazador, utilizar las inflexiones de voz, para que el tono de voz no sea monótono, debe transmitir seguridad, actitud de servicio, sobre todo cuando se habla por vía telefónica, donde no cuentas con el apoyo de otras señales corporales que puedan facilitar la comunicación. ¡Cuánto podemos percibir con tan solo oír su voz!

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