miércoles, 29 de marzo de 2017

ERES LO QUE CREES

Beatriz Rosales
Crizay Rodríguez
Emilia Lee
María Márquez

Roxana Sánchez

“Somos lo que creemos”, con frecuencia oímos esta afirmación sin detenernos a reflexionar sobre el poder de su significado y el impacto que tiene en nuestras vidas.

¿Existe una realidad independiente del individuo que la experimenta? ¿Llamamos realidad al conjunto de percepciones  acerca de hechos o circunstancias? ¿Están determinadas esas percepciones por el sistema de creencias?, llamamos “realidad” al resultado del procesamiento que cada individuo realiza de los datos o información que recoge del entorno a través de los sentidos, de tal forma que, ese conjunto de datos se decanta y vinculan para dar origen a una construcción mental,  constituye una “realidad subjetiva” individual y singular.

La interpretación  que cada individuo hace  de un objeto o situación constituye la percepción, lo que le da significado y  lectura a la misma; en razón de ello; y en respuesta a las dos primeras interrogantes con las cuales iniciamos esta reflexión podemos afirmar que no existe una realidad independiente del sujeto que conoce, y que la misma es el resultado de la suma de percepciones.

Ahora bien; las creencias  constituyen el andamio sobre el cual se estructuran las percepciones y por consiguiente la realidad subjetiva; ¿que son las creencias? Son  afirmaciones  que damos por ciertas y validas, es el encuadre con el cual dimensionamos la realidad, las creencias  determinan los pensamientos, emociones y acciones, es la base para la toma de decisiones. Las creencias que tenemos acerca de varios tópicos de la vida pueden controlar nuestros pensamientos  y por ende nuestras  creaciones  y acciones, ellas están dentro de nosotros, sembradas  o adquiridas sin darnos cuenta, pero se han quedado muy profundas.  podemos   tener ahora la llave y entrar a revisarlas una a una , sin juicio ni culpa , analizarlas y sentir como cada una de ellas  en muchos momentos nos han  llenado de miedos, paralizándonos, limitando  a plenitud el disfrute de cosas que la vida nos ofrece, que están ahí día a día,  esperando que las miremos, que nos asombremos  de ellas, que las agradezcamos  y que nos  piden  que las disfrutemos sin culpas.

Las creencias pueden convertirse en una camisa de fuerza para  la obtención de nuestros objetivos, o pueden ser catapultas hacia estos. Es una camisa de fuerza cuando limitan  o impiden avanzar, en ocasiones son "discapacitadores" funcionales y sociales; son impulsoras cuando motivan, encauzan y nutren el proceso de toma de decisiones encaminadas hacia la concreción de un proyecto de vida; en este orden, es pertinente afirmar que las creencias pueden ser positivas o negativas, según impulsen o limiten.

Eso quiere decir que, estas no son estáticas, ni están implantadas en nuestro ADN, son adquiridas y reforzadas a lo largo de la vida por  de diversos medios; como la historia familiar, tradiciones, agrupaciones religiosas, sistema escolar, grupos sociales, películas, literatura,  la  música, imitación de personajes significativos, conclusiones como resultado de traumas del pasado.

Establecemos nuestras creencias al generalizar las  experiencias  propias y de otros, cuando somos jóvenes creemos lo que nos dicen acerca de nosotros y del mundo porque no tenemos forma de comprobarlo y pueden persistir sin modificarse a través del tiempo; atreverse a  cambiar las creencias limitadoras es el primer paso, creer que es posible hacerlo,  asumiendo la responsabilidad de tener lo que queremos con fuerza, utilizando nuestro gran poder mental atrayendo a nuestra vida la gente y resultados que queremos.

El estilo de vida -características que definen una forma de vivir- comprende  aspectos socio-económicos, culturales, sociales, educativos, cognitivos, ambientales, alimentación, costumbres, religión, tradiciones creencias; por mencionar las más condicionantes, que determinan y delimitan el comportamiento, pensamiento y actitud de los individuos en una sociedad.

Dentro de este marco; las creencias también influyen en el estado de salud de todo nuestro ser, afectando la calidad de vida de las personas, hábitos sobre los cuales gira nuestra vida; así por ejemplo, la forma de alimentarnos (alimentos que consumimos, la forma que los preparamos, la dieta  heredada de nuestros ancestros)  incide en la  diversidad de enfermedades como grupos poblacionales existen. Pareciera pertinente que eventuales crisis de salud son buenas oportunidades para un auto-coaching que nos permita modificar nuestro presente y crear el futuro que anhelamos.

A través del coaching   podemos  intervenir el sistema de creencias  para sustituir, eliminar y transformar aquellas que son limitantes, que actúan como anclajes negativos impidiendo el avance, y por el contrario  nutrir y reforzar las impulsoras y motivadoras que permiten lograr nuestros objetivos. Como define la coach Cecilia Solano: “El Coaching está enfocado en el cambio de conductas, desarrollo de habilidades intra e interpersonales que faciliten la obtención de resultados en el ser humano y su contexto”.

Para comenzar un proceso de cambio, lo primero que debe suceder es observar de forma consciente nuestro sub-consciente, es decir; lo que subyace en cada proceso de toma de decisiones, significa  darse cuenta de cómo nuestro sistema de creencia, impulsa o limita el éxito de nuestro proyecto de vida.

 En segundo lugar, identificar las creencias limitantes e impulsoras, resulta provechoso en  este aspecto escuchar nuestras expresiones verbales cotidianas, hacer una lista de los argumentos que han soportado la toma de decisiones, y realizar un inventario del sistema de creencias. Un ejemplo de una creencia limitante es aquella que asocia el éxito al sufrimiento; “para tener éxito hay que sacrificarse”, su contraparte impulsora “para alcanzar el éxito es importante desempeñar oficios o profesiones que nos apasionen y disfrutemos”
En tercer lugar, tomar decisiones de cambio, pareciera una "obviedad", no obstante; es uno de los aspectos donde se producen los atascos  en el camino hacia el éxito de un proyecto, es menester  elegir y persistir en el cambio.

 En cuarto lugar establecer un plan de acción, esto implica que una vez identificadas en el sistema de creencias las  limitantes e impulsoras es necesario generar acciones concretas para reemplazar las primeras y reforzar las segundas.

Las creencias son muy poderosas, pueden crear o destruir, las aceptamos  como verdades absolutas, defendiéndolas y viviendo con ellas. ¿cómo sustituimos una creencia limitante?; través de la lectura, desafiliación a grupos religiosos o gestionando las creencias que en  este aspecto no permiten el avance, agendar temas de conversación, haciendo una adecuada elección de la música que escuchamos, programas de televisión, películas, membresía de nuevos grupos; es menester en este punto insistir que la persistencia es fundamental; pues el sistema de creencias no es un traje fácil de cambiar; recordemos que es el andamiaje sobre el cual se estructura los pensamientos, percepción, hábitos y por consiguiente la toma de decisiones, y generalmente  actúan desde el sub-consciente.

 Las creencias nos limitan y  es tan fácil  escudarse  y ver desde dentro, como la vida trascurre  y no nos atrevemos a buscar esa pasión que en el fondo deseamos, hay tantas excusas basadas en nuestras creencias, que se necesita un acto de valentía  o de rebeldía bien  entendida para romper esas cadenas.

 ¿Cómo se refuerzan las creencias impulsoras? Ejercitando la toma de decisiones basadas en éstas; Facundo Cabral en  concierto realizado  en  México, 1986, señaló “Elegid ser quien deseas ser, y no quien te han dicho que eres, porque eso es una invención de los demás”. En este mismo orden; Víctor Frankl  en su libro “El hombre en busca de sentido” basado en su experiencia en un campo de concentración  durante la segunda guerra mundial afirma, “a un hombre se le puede robar todo menos una cosa, la última de las libertades del ser humano, la elección de su propia actitud en cualquier tipo de circunstancias”.

 A través del coaching  podemos producir   afirmaciones positivas que redunden en la generación de un nuevo sistema de creencias cantera para  actitudes novedosas, que permita incluso sustituir o ampliar el pensamiento  binario, pues el sistema de creencias es un caleidoscopio que matiza las percepciones y la realidad; dictan las notas musicales en las cuales vibramos y danzamos permitiendo asumir el proceso de la vida cónsono con la instauración de un bienestar individual y colectivo en todas sus dimensiones.

Alineado con lo expresado anteriormente proponemos algunas afirmaciones tales como:
1) Los únicos responsables de nuestra motivación somos nosotros mismos. 
2) Lo que piensan los demás acerca de nosotros importa poco.
3) Cada quien debe tomar tiempo para experimentar  en su propia vida. 
4) Solo yo decido los cambios que deseo hacer en mi vida.
5) Soy responsable de mis decisiones y sus consecuencias.
6) Vivo para mí, no para los demás.
7) Yo decido mis limites.
8) Genero mi sistema de creencias. 
9) No requiero aprobación de los demás para tomar mis decisiones. 
10) Me doy permiso de errar y comenzar las veces que deseo. 
11) No soy perfecto. 
12) Tengo derecho a cambiar de opinión. 
13) Defino mis prioridades.
14) Tengo derecho a permanecer. 
15) Tengo derecho a irme. 
16)Tengo derecho a guardar  silencio.
17) Tengo derecho a disentir. 
18) Tengo derecho a estar de acuerdo.
19) Tengo derecho a decidir qué escucho. 
20) Decido el ritmo de mi vida. 
21) Cultivo y disfruto mis momentos de ocio.

Se pueden generar tantas afirmaciones positivas como se desee, modificarlas y eliminarlas  pues la vida es dinámica, y todo lo que en ella se gesta es cambiante. 

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