Jaimes Nancy
Mateu Ana
Paredes
Cristhian
Salas
Claudia
La
experiencia nos dice que cualquier conversación basada en la confianza, nos
genera tranquilidad y comodidad. Afortunadamente, los
recursos de una herramienta llamada Rapport nos permiten identificar
componentes clave para alcanzar una buena relación cuando de conversaciones se
trata, para reflejar el entendimiento que permite fluir sanamente la
información de parte y parte. En el coaching, conseguir esta sintonía y
conexión se logra coincidiendo de una manera muy sutil con la otra parte,
respetando los espacios y manejando oportuna y
coordinadamente la adaptación del lenguaje corporal, todo lo
relacionado con la palabra y la voz.
Lograrlo, facilita un ambiente de comprensión, respeto y seguridad que
si bien no garantiza resultados exitosos, propicia relaciones sanas e
incrementan considerablemente las probabilidades de conseguir lo que buscamos.
De
acuerdo al diccionario Merriam-Webster (2011),
La palabra se deriva del antiguo verbo
francés rapporter que
literalmente significa llevar algo a cambio y, en el sentido de cómo las
personas se relacionan entre sí significa que lo que una persona envía la otra
lo devuelve. Por ejemplo, pueden darse cuenta de que comparten los mismos
valores, creencias, conocimientos y conductas en torno al deporte, la política
o cualquier temática. También conocido
como “acompasar” es la clave de la comunicación efectiva, que nos acerca al
mundo del otro gracias a la intuición en algunas oportunidades, y en otras con
procesos de imitación consciente para mejorar la relación entre sí.
Para
aprovechar al máximo los beneficios del Rapport, debemos conocer los aspectos
de la comunicación que intervienen en él. Algunas teorías afirman que Uno de ellos, desde nuestro punto de vista el
más importante, el relacionado a la comunicación no verbal, mejor
conocido como lenguaje corporal: Los
expertos afirman que entre el 60 al 70%
de la comunicación corresponde al cuerpo, dándole un pequeño porcentaje
a la palabra hablada. Por lo que sentirse bien interiormente es condición
indispensable para transmitir en los demás, una sensación de armonía
y equilibrio, por ello todos los movimientos que hagamos transmiten una energía
y una actitud específica, que muchas veces se genera inconscientemente, es
tarea del coach, entonces, afinar esta competencia para trabajar
conscientemente con la comunicación no verbal.
En
ese sentido, para hacer rapport con el cuerpo, son varios los detalles que
debemos cuidar cuando se hace coaching, por ejemplo: no se transmite la misma
cercanía cuando una mesa divide a los participantes de la conversación, si uno está
de pie y otro sentado, la presencia de una pared de por medio, si las posturas
de ambos son totalmente distintas, son solo alguno ejemplos de situaciones
desiguales que impiden establecer sintonía de confianza y tranquilidad. Por el
contrario, se recomienda asumir posturas cómodas, sentarse sin ningún objeto de
por medio, en una posición con ángulo corporal y así propiciar un espacio para
ir sutilmente imitando los movimientos
del coachado. No obstante, es tan complejo trabajar con el rapport corporal que
no siempre se utiliza la imitación como estrategia, en algunas oportunidades,
como por ejemplo con alguien en un estado de ánimo asociado a la tristeza o a
la depresión, se puede hacer algún movimiento distinto para igualarlo y lograr
que se acompase contigo, esta herramienta en PNL se llama imitación cruzada. tu fisiología influye en tu estado de ánimo y en
tus pensamientos, por lo que una persona deprimida puede terminar deprimiéndote,
si no lo gestionamos efectivamente. Vemos entonces que la intención en este
punto es brindar una sensación de seguridad y confianza respetando los espacios
de cada quien a lo largo del camino de conversación.
En
cuanto a la comunicación verbal, son las palabras y el tono de voz los
que influyen para encuadrar el Rapport en la sesión de coaching, las palabras
correctas promueven la comunicación sin juicios, distorsiones o malos
entendidos. Esa famosa expresión “hablamos el mismo idioma” o “bailamos al
mismo ritmo” la conseguimos transmitiendo las palabras con el tono, el ritmo,
la respiración y la proyección de voz adecuada, las cuales, entre otras, son
importantes para tener coherencia en el discurso y llevar al coachado al estado
de ánimo donde sea más productiva la conversación, por ejemplo: si estamos con
alguien con un tono de voz lento y desanimado, bien podemos igualarlo para
llegar a su nivel y acompasarlos, pero luego progresivamente vamos acelerando
el ritmo, sacándolo del estado “negativo” para que pueda echar mano de recursos
propios que lo ayuden a lograr el objetivo por sí mismo y solvente la situación
que lo llevo al desánimo.
Los seres humanos procesan la comunicación con
modalidades diferentes, conocer
si la otra persona prefiere el
procesamiento visual, procesamiento auditivo o el procesamiento kinestésico es
una capacidad muy relevante para conseguir esa sintonía de la que venimos
hablando. Las personas visuales se comunican utilizando menudo en imágenes,
con frases como “veo lo que quieres decir” o “mira que te explico” o “¿viste lo
que te decía?”. Las personas auditivas naturalmente se centran más en sonidos y
sus frases pueden ser “He oído lo que estás diciendo” o “¿qué tal suena si…?” o
“Oye…”. Finalmente las kinestésicas
utilizan palabras relacionadas con sentimientos y expresiones del tipo
“No se siente bien” o “Me sentí…”, Así que a una persona kinestésica debemos
comunicarnos en términos de sentimientos y emociones atender a los sentimientos
y emociones que hay detrás de sus palabras.
Una
vez que tengamos dominio consciente de estas modalidades del lenguaje sensorial
se hace más fácil entrar en confianza la modalidad preferente de la persona,
puesto que se comunican en términos similares para hacer fluida la
conversación. La práctica no es fácil, requiere de tiempo y concentración, sin
embargo lo interesante es que podemos revisarlo con cualquiera y a cualquier
hora del día, el familia y en el trabajo podemos imitar gestos, posturas o
palabras, seguramente será interesante cuando nos demos cuenta de que hacen lo
mismo que nosotros en algún momento, es bonito porque lo estamos haciendo
conscientemente, quizás antes pasaba sin percibirlo. También podemos buscar
similitudes con un grupo de amigos, y será fácil ver como frecuentemente
actuamos del mismo modo, con posturas y palabras iguales. Por esto es que compartir
con amigos o familia nos agrada tanto, seguramente dentro de las diferencias
que tenemos como individuos, hacemos Rapport. La
imitación es natural. La práctica es
aprender a hacerlo con todo el mundo, no sólo con aquellos con los que ya
estamos en sintonía. Con el tiempo, nos damos cuenta de que esta habilidad se
convertirá en algo automático.
Rafael
Echeverría en su libro Ontología del
lenguaje expresa: “cuando conversamos es importante que el estado de ánimo
de la conversación sea el adecuado para lograr lo que se espera que esa
conversación produzca”. Se refiere a que los estados de ánimo y lo que engloba
un proceso de comunicación condicionan los resultados. Podemos tener un amplio
conocimiento de cualquier materia, pero como ya lo comentábamos, debe existir coherencia corporal, emocional y lingüística.
La ausencia de algún componente puede arriesgar la obtención de resultados
positivos. Parecieran muchas cosas para
tenerlas en cuenta cuando conversamos, incluso podemos pensar que no es posible
estar pendiente del contenido del lenguaje y de la corporalidad, la clave la
encontramos en la práctica constante y consciente.
Varias
conclusiones se pueden extraer cuando hablamos de herramientas del lenguaje
como el Rapport. Hacer énfasis en lo
fundamental que resulta para todas nuestras
relaciones, podemos ahora reflexionar y recordar conversaciones que terminaron
mal, negociaciones que no se pudieron cerrar, discusiones, carencias de
comunicación en la casa o en el trabajo, ocurrió seguramente porque no hablamos
en términos en que esa persona entendía el mundo. Así, pensemos que cuanto
más tenemos en común con alguien, más fuerte es nuestra unión con esa persona,
es mejor la interacción. Hagamos lo
posible por crear ambientes de confianza, comprensión, respeto y seguridad, que
den a la gente la libertad de expresar sus ideas y sus preocupaciones sabiendo
que la otra persona la respeta y la entiende. La sintonía del Rapport crea un espacio para que la otra persona se
sienta escuchada. No significa que tengamos que estar de acuerdo con lo que la
otra persona dice o hace. Simplemente
apreciamos el punto de vista de la otra persona y respetamos su modelo
del mundo.
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