Delgado, Margely
Ramírez, Erika
Linares, María
Santana, Fabiana
Los sueños pueden definirse como realidades alternas
creadas por el yo inconsciente, que suelen revelar indicios que no siempre
estamos dispuestos a aceptar como parte de nuestra realidad consciente.
En la historia de la humanidad, tenemos algunos claros
y significativos ejemplos que podrían fácilmente ilustrarnos con respecto al
tema de los sueños. Por ejemplo: Un Emperador Marciano que vio en sus sueños
como se quebraba el arco del rey de los Hunos, la misma noche que murió Atila. Un
Plutarco que relata como Augusto cuando estaba enfermo, a raíz de un sueño de
un amigo, se convenció de que debía abandonar su tienda, que pocas horas
después fue capturada por sus enemigos, quienes agujerearon el lecho donde había
estado tendido. Un Platón que estaba de acuerdo con la idea general que
predominaba en ese tiempo, de que existían manifestaciones divinas que se hacían en el alma, durante el sueño. Un enamorado Petrarca
vio a su amada Laura en un sueño, el día que ella murió; después de eso
escribió el hermoso poema “El Triunfo de la muerte” y un Camilo Flammarion en
su excelente obra Sueños premonitorios y adivinación del futuro, dice: “No
vacilo en afirmar desde ahora que el fenómeno de los sueños que predicen futuros
acontecimientos con exactitud, tienen que aceptarse como una realidad”.
Lo que hace mágico y maravilloso a los sueños es que van
desde lo sublime hasta lo desconocido y muestran a través de símbolos una
manifestación genuina de amor que a veces no aceptamos ver.
La vida de los sueños está más llena de significado y
enseñanzas del interior, o vida de Dios, que de la vida exterior del hombre. Un
sueño es y será un acontecimiento único que se revela en ese mundo que
pertenece a la mente cuando los sentidos objetivos se han retirado a descansar.
La interpretación de esos símbolos usados por la
subjetividad para impresionar la mente objetiva con una sensación del futuro, a
menudo deja a la gente presa de su propia fantasía y cuando despierta razona
sobre eso por causa y efecto. Aunque encontremos imágenes inconexas al
despertar, de una u otra forma nos alienta a seguir, algunos días meditando y
otros tantos accionando ideas que un tiempo atrás ni siquiera tendríamos el
valor de repetir en voz alta.
No es menos cierto decir que en el sueño se interrumpe
la voluntad, permitiendo a menudo que creencias limitadoras, o
elementos tóxicos alojados en nuestra consciencia saboteen constantemente la persecución
de nuestros objetivos, imposibilitándonos a seguir adelante, pues es común que esas ilustraciones personales
que percibimos en un cerrar y abrir de ojos, se alineen con lo que deseamos.
Muchas veces es la mente objetiva que promueve inconscientemente pensamientos
negativos que viajan en ella con más frecuencia de la que pudiésemos calcular
intentado truncar la transformación potenciadora que merecemos.
Es lo que se conoce como
creencias limitadoras, muchas de estas creencias son miedos generados por lo
que nos impone nuestra sociedad, o frases que a lo largo de nuestra crianza nos
han repetido personas tóxicas, o que posiblemente pensemos que no poseemos las
capacidades necesarias para lograr determinado objetivo.
En algunos casos los sueños suelen convertirse en el
refugio al que acuden aquellos que se niegan a sí mismos la realidad en la que
se encuentran moldeando esté a su conveniencia o para su propio placer mental,
alejándose de lo que supondría vivir en una agonía constante, reflejada en la
insatisfacción personal.
La melancolía, la apatía y en la mayoría de los casos
el desconocimiento de las capacidades del yo interno podrían ser causas del
querer crear esta realidad paralela y aislada, en la que no existan derrotas ni
fracasos, donde solo sea posible triunfar.
Emerick (1998) en Ontorio,
Gómez y Molina (2000) estableció que “tal es el poder que tienen las creencias
de influir en la realidad. Tanto si tus creencias te llegan a través de fuentes
externas (otras personas) o a través de fuentes internas (tus propias
creencias) pueden tener un impacto dramático sobre tu éxito, tu eficacia y tu
vida. Si sostienes creencias limitadoras, crearás barreras y obstáculos que
respaldarán estas creencias, estableciendo de esta manera limitaciones
verdaderas. No obstante cuando abrigas creencias capacitadoras te concedes el poder
de conseguir que estas creencias se hagan realidad, así como el potencial para
una vida más plena”.
Aunque hay personas en el mundo que carecen de
fortaleza subjetiva material o espiritual y en consecuencia dejan de percibir
sueños que pueden ser simbólicos, porque dentro de ellos no hay fuerza para
retener esas impresiones; todos los seres humanos soñamos y lo importante es
aprender a desarrollar esa percepción intuitiva del futuro y canalizar las
señales o influencias que son reflejadas durante el sueño; evitando a toda
costa desviarnos de ese camino de formación que tanto nos ha costado construir.
Es importante percatarse de
cuáles son las creencias limitadoras y que trabajar en ellas, para darnos
cuenta de que sólo están en nosotros mismos, y que mientras tengamos sueños por
cumplir, tendremos motivación y arranque para trabajar día a día por ellos, ya
que, una vez conscientes no podemos ser indiferentes.
Demostrar que no hay razón por la cual el hombre no
pueda darse cuenta anticipadamente de acontecimientos venideros, es una labor
ardua; pues quien no cultiva la visión interior como lo hace con sus sentidos
externos difícilmente pueda tener una revelación tanto de un pasado como de un
futuro a través de los sueños.
No con ello queriendo expresar que es labor del coach,
desarrollar o hacer desarrollar en el cliente, capacidades de interpretación de
los sueños. Más bien desde esta perspectiva reforzamos que la labor de
acompañamiento del Coach deberá estar ligada a potenciar las creencias
positivas sugeridas en aquellos sueños que le permitan a nuestros coachados
actuar en consecución de los objetivos planteados en el marco de los acuerdos
establecidos.
Crear una relación conjunta fundamentada en la confianza
y en el respeto mutuo será la clave para obtener la verdadera interpretación
que tenga el coachado de sus sueños y de cómo estos pueden influir en el
devenir de sus días.
Asimismo la narración del coachado de sus sueños,
podría significar, de acuerdo a los contextos utilizados por este, la identificación
de sus habilidades, fortalezas, destrezas y oportunidades de mejora; lo que sugeriría
una orientación asertiva al momento de evocar herramientas que nos conduzcan al
fin deseado.
Es tarea del Coach incrementar el nivel de conciencia
del individuo permitiéndole generar contrastes en el espiral de experiencias
vividas; acompañándole a descubrir que los grandes logros se construyen de
valientes intentos y que es él quien tiene todo el talento, capacidades y
soluciones en sus manos, para lograr analizar los procesos de vida que se le
presenten. Incentivar el auto-conocimiento, para reconocer las fortalezas,
debilidades y talentos que a los coachados les cuesta explorar en ellos mismos.
La visualización y el enfoque son fundamentales para
alcanzar los sueños, es lo que nos permitir re-calcular el camino para alcanzar
esas metas cuando algo no salga como
estaba previsto.
Lo realmente importante del
ser humano es mantenerse con una esperanza latente, tomando en cuenta la conexión
entre las creencias y el entorno exterior, logrando establecer a lo largo de la
vida una visión que fácilmente puede ser plasmada a través de los sueños bien
sea tanto dormido como despierto pero con la fe absoluta de que lo más profundo
de nuestros pensamientos y fantasías puedan ser visualizadas en ese momento
sublime, llamado sueño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario