viernes, 20 de marzo de 2015

Las Creencias ¿Una Caja de Pandora?

Ansart Norma
Blanco Carmen
Castro Miguel
Micotti Andrea
Urbano Doris

La especie humana ha evolucionado mucho a lo largo de los tiempos y en especial en este siglo XXI donde la sociedad del conocimiento es vertiginosa, devora y atropella, lo que hace que hombres y mujeres cada vez, se siente con más capacidad de entender su comportamiento. Sin embargo, se descubre cuando se asiste a eventos como una clase para formar coaches que a medida que un individuo se hace mayor se va rodeando de creencias, muchas veces limitadoras, que impiden desarrollar todo su potencial.

Desde que las personas nacen empiezan a adquirir una serie de conocimientos  diversos, ya sea por experiencias vividas consientes e inconscientes, con el paso del tiempo y la formación de su aparato psicofísico, estos conocimientos adquiridos quedan  instaurados en el individuo  y comienzan a generar una serie de pensamientos y actitudes que van a determinar la manera de actuar y de afrontar las situaciones según estas se le presenten. Se puede decir que con esto comienzan a formarse una serie de creencias las cuales van  a llegar a convertirse en el sistema de creencias de esa persona y así reflejar, la cosmovisión de este acerca del mundo que lo rodea.

Este fenómeno que comienza a experimentar el sujeto, puede verse desde dos ópticas la positiva y la negativa. En relación a esto si una persona se ha formado un sistema de creencias donde predomina los aspectos negativos irracionales y los pensamientos distorsionados generalmente esto va a producir sufrimiento emocional, conductas no adaptativas y podría llegar hasta la paralización de una persona ante un evento que experimente y no tenga la capacidad de afrontarlo, ya que estas creencias negativas tiene la característica de ignorar lo positivo, exagerar lo negativo y generalizar todas las escenarios que se exhiban.

Las creencias limitantes son, una percepción de la realidad que impide crecer, desarrollarse como personas o alcanzar todas esas cosas que hacen ilusión. Es algo que realmente no es cierto, pero es como si lo fuera para la mente y se da por bueno. Puede ser algo con lo que se haya convivido desde pequeños o que se haya incorporado en la vida a través de alguna experiencia u opinión.

Cuando a diario las personas se sumergen en un impetuoso mar de pensamientos negativos, es fácil perder la perspectiva y tener la sensación de estar  atrapados sin salida, pareciera que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina e invade la frustración y la peligrosísima resignación. Al estar tan acostumbrados a este tipo de pensamientos no se cuestionan, se dan como válidos, nada más se presentan en la mente. Si se observara el presente con la misma óptica del pasado, no se podría esperar que el futuro sea algo diferente. Vivir lamentándose por el pasado no tiene sentido, pensar en aquello que se hizo y no se debió, o en algo malo que sucedió, solo afecta el presente.
    
Por eso, diversos autores han determinado que la fuente de las creencias es variada, de tipo externas cuando provienen  de una explicación cultural, e internas cuando surgen del propio pensamiento, experiencia y convicciones.
Se pueden definir diferentes vías de formación de creencias:
  • Adquisición de la infancia, adquirida a través de los padres, religión o sociedad.
  • Adoptadas a través de un líder carismático
  • A través de medios de comunicación
  • A través de trauma físico.

Ahora bien, cuando las creencias admiten discusión y contraste, se dan distintos tipos de marcos de desarrollo, principalmente parcelado en dos: las creencias cerradas que sólo admiten discusión y contraste por cierta clase de personas, escogidas por su autoridad y afinidad a lo ideal, como las religiosas, esotéricas, sociales, políticas y las provenientes de mitosleyendassupersticiones.

Por su parte, las creencias abiertas, que admiten discusión y contraste por cualquiera que se adhiera a un modelo de análisis lógico, y razones con base en él, así se tienen las creencias científicas, pseudocientíficas, cientificistas, históricas y las conspirativas secretas.

Se llega entonces, a generar un cúmulo de creencias,  que puede ser definida como opiniones y puntos de vista personales que se tienen sobre cada una de las facetas de la vida, y que conforman la manera de entender el mundo, conceden la formación de los valores, influyen en el pensar, sentir y actuar; en la manera en que se forman las ideas; coadyuvan en crear los sentimientos para reflejar distintos estados de ánimo; y finalmente, en cómo se ejecutan las acciones más coherentes de entre las muchas alternativas por las que se puede optar. Eso reflejará y cambiará las creencias de cómo es el mundo, a buen seguro para mejor, pero siempre considerando la propia perspectiva.

Como grupo de trabajo al realizar las reflexiones para plasmar este ensayo, llamó poderosamente la atención una frase de Víctor Barreda propuesta en el 2012, “las ideas las tienes pero tus creencias te tienen a ti”.  Parece incongruente que  sean las creencias las que tienen al ser humano, siendo este quien  tiene las ideas. Así es, pareciera que  un concepto creado de alguna vivencia, experiencia o aprendizaje ya sea cultural, de valores  o de cualquier otro tipo, como se expresó en líneas anteriores, resulta el marco y al mismo tiempo el límite del campo de acción del hombre. Tener un grupo de creencias arraigadas es como tener una “Caja de Pandora” que limita o alienta a  realizar una vida  restringida o de compromisos. Ya que las mismas han sido adquiridas a lo largo y ancho de la existencia y así como se pueden identificar creencias que limitan se pueden identificar las que motivan a hacer las cosas. La intención es que pueda cada persona  contestarse sinceramente la pregunta ¿Lo que creo, me impulsa o me limita a hacer eso que quiero?

Si el individuo cree que no puede, el cerebro ya se predispone para eso. En el fondo también hay una gran parte de miedo por lo que puede pasar, aunque ya ha visualizado el futuro, naturalmente desde la parte catastrófica y pensando en todo lo que va a ir mal en vez de todo lo que puede ir bien.

Por tanto es tarea del coach, que el individuo al que acompaña, se dé cuenta de ese pensamientos distorsionado que lo afecta, de qué manera lo afecta, y hacer que este vea que existe otro panorama más positivo,  el cual lo va a llevar descubrir  que no siempre las situaciones se muestran de la misma manera y que puede tener experiencias positivas si este se lo propone y concreta las acciones que debe realizar con la mejor actitud posible, que  lo llevará a obtener los mejores resultados y con esto aliviar todo el sufrimiento y tensión que las situaciones negativas le causan al sujeto.           

Ahora bien, si la persona se ha formado un sistema de creencias positivo, es mucho más fácil el trabajo con ella, debido a que este ya tiene la capacidad de afrontar eventos negativos o perturbadores que experimente, entrando en juego factores como  la resiliencia que es la capacidad de la persona de sobreponerse a situaciones difíciles y transformarla en situaciones positivas, la inteligencia emocional que ayuda a que la persona reconozca sus sentimientos y los de los demás y mejorar las relaciones internas  y externas, entre otros que son de gran importancia para el desarrollo adecuado del ser en todos los campos de su vida diaria ya sea individual, de pareja, familiar, laboral, en su comunidad y en su contexto social general.  

Por tanto, aprender a vivir en el presente es indudablemente uno de los más preciados logros de los que puede disfrutar una persona. Se tienen dos opciones; quedarse en un círculo vicioso, sintiéndose culpable y hundido, o transformar ese pensamiento negativo en uno positivo. Si cambias tus creencias y tu actitud verás que cambiará todo a tu alrededor, llegó el momento de empezar a buscar soluciones y de seguir adelante. Como dice el escritor Jackson Brown: “Tu mente sólo puede mantener un pensamiento a la vez, haz que sea uno positivo y constructivo”.
REFERENCIAS CONSULTADAS

Barreda, V. (2012).  Las Creencias y el Coaching. . Documento en línea, disponible en:       http://www.tisoc.com.  [Consultado 20-11-2014]

Roche, E. (2012). Manual de coaching para emprendedores. Creencias limitadoras. España: End 2 End coaching.

Rodríguez, E. (2013). Las creencias limitantes y como pueden determinar tu futuro. Documento en línea, disponible en: http://www.coaching-tecnologico.com. [Consultado 20-11-2014]

Sin autor. Creencias populares Consulta en línea, disponible en: http://www.ecured.cu/index.php/Creencias_populares . [Consultado  18-11-2014]

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