Ansart Norma
Blanco Carmen
Castro Miguel
Micotti Andrea
Urbano Doris
La especie humana ha evolucionado mucho a lo largo
de los tiempos y en especial en este siglo XXI donde la sociedad del
conocimiento es vertiginosa, devora y atropella, lo que hace que hombres y
mujeres cada vez, se siente con más capacidad de entender su comportamiento. Sin
embargo, se descubre cuando se asiste a eventos como una clase para formar
coaches que a medida que un individuo se hace mayor se va rodeando de
creencias, muchas veces limitadoras, que impiden desarrollar todo su potencial.
Desde
que las personas nacen empiezan a adquirir una serie de conocimientos diversos, ya sea por experiencias vividas
consientes e inconscientes, con el paso del tiempo y la formación de su aparato
psicofísico, estos conocimientos adquiridos quedan instaurados en el individuo y comienzan a generar una serie de
pensamientos y actitudes que van a determinar la manera de actuar y de afrontar
las situaciones según estas se le presenten. Se puede decir que con esto
comienzan a formarse una serie de creencias las cuales van a llegar a convertirse en el sistema de
creencias de esa persona y así reflejar, la cosmovisión de este acerca del
mundo que lo rodea.
Este
fenómeno que comienza a experimentar el sujeto, puede verse desde dos ópticas
la positiva y la negativa. En relación a esto si una persona se ha formado un
sistema de creencias donde predomina los aspectos negativos irracionales y los
pensamientos distorsionados generalmente esto va a producir sufrimiento
emocional, conductas no adaptativas y podría llegar hasta la paralización de
una persona ante un evento que experimente y no tenga la capacidad de
afrontarlo, ya que estas creencias negativas tiene la característica de ignorar
lo positivo, exagerar lo negativo y generalizar todas las escenarios que se
exhiban.
Las creencias limitantes son, una percepción de la realidad que impide
crecer, desarrollarse como personas o alcanzar todas esas cosas que
hacen ilusión. Es algo que realmente no es cierto, pero es como si lo fuera para
la mente y se da por bueno. Puede
ser algo con lo que se haya convivido desde pequeños o que se haya incorporado
en la vida a través de alguna experiencia
u opinión.
Cuando a
diario las personas se sumergen en un impetuoso mar de pensamientos negativos,
es fácil perder la perspectiva y tener la sensación de estar atrapados
sin salida, pareciera que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina e
invade la frustración y la peligrosísima resignación. Al estar tan
acostumbrados a este tipo de pensamientos no se cuestionan, se dan como válidos,
nada más se presentan en la mente. Si se observara el presente con la misma
óptica del pasado, no se podría esperar que el futuro sea algo diferente. Vivir
lamentándose por el pasado no tiene sentido, pensar en aquello que se hizo y no
se debió, o en algo malo que sucedió, solo afecta el presente.
Por eso, diversos autores han determinado que
la fuente de las creencias es variada, de tipo externas cuando provienen de una explicación cultural, e internas
cuando surgen del propio pensamiento, experiencia y convicciones.
Se
pueden definir diferentes vías de formación de creencias:
- Adquisición
de la infancia, adquirida a través de los padres, religión o sociedad.
- Adoptadas
a través de un líder carismático
- A
través de medios de comunicación
- A
través de trauma físico.
Ahora bien, cuando las creencias admiten discusión
y contraste, se dan distintos tipos de marcos de desarrollo, principalmente
parcelado en dos: las creencias cerradas
que sólo admiten discusión y contraste por cierta clase de personas, escogidas
por su autoridad y afinidad a lo ideal, como las religiosas,
esotéricas, sociales, políticas y las provenientes de mitos, leyendas, supersticiones.
Por su parte, las
creencias abiertas, que admiten discusión y contraste por cualquiera
que se adhiera a un modelo de análisis lógico, y razones con base en él, así se
tienen las creencias científicas, pseudocientíficas, cientificistas, históricas y las conspirativas secretas.
Se llega entonces, a generar un cúmulo de
creencias, que puede ser definida como
opiniones y puntos de vista personales que se tienen sobre cada una de las
facetas de la vida, y que conforman la manera de entender el mundo, conceden la
formación de los valores, influyen en el pensar, sentir y actuar; en la manera
en que se forman las ideas; coadyuvan en crear los sentimientos para reflejar
distintos estados de ánimo; y finalmente, en cómo se ejecutan las acciones más
coherentes de entre las muchas alternativas por las que se puede optar. Eso
reflejará y cambiará las creencias de cómo es el mundo, a buen seguro para
mejor, pero siempre considerando la propia perspectiva.
Como grupo de
trabajo al realizar las reflexiones para plasmar este ensayo, llamó
poderosamente la atención una frase de Víctor Barreda propuesta en el 2012, “las ideas las tienes pero tus creencias te tienen a ti”. Parece incongruente que sean las
creencias las que tienen al ser humano, siendo este quien tiene las
ideas. Así es, pareciera que un concepto creado de alguna vivencia,
experiencia o aprendizaje ya sea cultural, de valores o de cualquier otro
tipo, como se expresó en líneas anteriores, resulta el marco y al mismo tiempo
el límite del campo de acción del hombre. Tener un grupo de creencias
arraigadas es como tener una “Caja de Pandora” que limita o alienta a realizar una
vida restringida o de compromisos. Ya que las mismas han sido adquiridas
a lo largo y ancho de la existencia y así como se pueden identificar creencias
que limitan se pueden identificar las que motivan a hacer las cosas. La
intención es que pueda cada persona contestarse sinceramente la
pregunta ¿Lo que creo, me impulsa o me limita a hacer
eso que quiero?
Si el
individuo cree que no puede, el
cerebro ya se predispone para eso. En el fondo también hay una gran
parte de miedo por lo que puede pasar, aunque ya ha visualizado el futuro,
naturalmente desde la parte catastrófica y pensando en todo lo que va a ir mal
en vez de todo lo que puede ir bien.
Por tanto es tarea del coach, que el
individuo al que acompaña, se dé cuenta de ese pensamientos distorsionado que
lo afecta, de qué manera lo afecta, y hacer que este vea que existe otro
panorama más positivo, el cual lo va a
llevar descubrir que no siempre las
situaciones se muestran de la misma manera y que puede tener experiencias
positivas si este se lo propone y concreta las acciones que debe realizar con
la mejor actitud posible, que lo llevará
a obtener los mejores resultados y con esto aliviar todo el sufrimiento y
tensión que las situaciones negativas le causan al sujeto.
Ahora
bien, si la persona se ha formado un sistema de creencias positivo, es mucho
más fácil el trabajo con ella, debido a que este ya tiene la capacidad de
afrontar eventos negativos o perturbadores que experimente, entrando en juego
factores como la resiliencia que es la
capacidad de la persona de sobreponerse a situaciones difíciles y transformarla
en situaciones positivas, la inteligencia emocional que ayuda a que la persona
reconozca sus sentimientos y los de los demás y mejorar las relaciones
internas y externas, entre otros que son
de gran importancia para el desarrollo adecuado del ser en todos los campos de
su vida diaria ya sea individual, de pareja, familiar, laboral, en su comunidad
y en su contexto social general.
Por tanto, aprender a vivir
en el presente es indudablemente uno de los más preciados logros de los que
puede disfrutar una persona. Se tienen dos opciones; quedarse en un círculo
vicioso, sintiéndose culpable y hundido, o transformar ese pensamiento negativo
en uno positivo. Si cambias tus creencias y tu actitud verás que
cambiará todo a tu alrededor, llegó
el momento de empezar a buscar soluciones y de seguir adelante. Como dice el escritor Jackson Brown: “Tu mente sólo puede mantener un pensamiento a la vez, haz que sea uno
positivo y constructivo”.
REFERENCIAS
CONSULTADAS
Barreda,
V. (2012). Las Creencias y el Coaching. . Documento en línea, disponible en: http://www.tisoc.com. [Consultado 20-11-2014]
Roche,
E. (2012). Manual de coaching para
emprendedores. Creencias
limitadoras. España: End 2 End coaching.
Rodríguez,
E. (2013). Las creencias limitantes y
como pueden determinar tu futuro. Documento en línea, disponible en: http://www.coaching-tecnologico.com.
[Consultado 20-11-2014]
Sin autor. Creencias
populares Consulta
en línea, disponible en: http://www.ecured.cu/index.php/Creencias_populares . [Consultado 18-11-2014]
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