lunes, 23 de marzo de 2015

Ir Más Allá de las Palabras “Te Pone en Onda”

 Gabriela González
Liliana León
María E. Navarro
Nataly Pieroni

Al ser introducidos dentro del muy interesante mundo del Coaching, comienzan a surgir muchos conceptos e interrogantes, los cuales cada día nos impulsan a buscar más y más información sobre el tema. El Coaching es proceso de acompañamiento orientado al cambio y al desarrollo de personas, equipos y organizaciones que realiza un coach para facilitar a su cliente el descubrimiento y la articulación de su propósito u objetivos. Dentro de este orden de ideas se puede decir que uno de los puntos que se considera como pilar fundamental al momento de realizar coaching, es aquello llamado “Rapport”, una expresión o palabra muy singular, pero que representa la columna vertebral entre la relación del coach y el coachado. En muchas ocasiones de nuestro día a día podemos sentir una falta de comunicación o empatía, un mal sentimiento o incomodidad, ser víctimas de un malentendido, lo cual puede suceder dentro de nuestras relaciones personales (conyuge, padres, hijos) o laborales (jefe, pares, empleados) sucediendo que en la gran mayoría de las veces no podemos ubicar la solución a fin de mejorar la comunicación. Es por lo anterior que surge dentro de PNL y Coaching la técnica llamada Rapport, la cual tiene por objeto crear un ambiente de confianza y cooperación mutua para entablar una comunicación efectiva donde no haya juicios de valor, donde no ocurra distorsión o malos entendidos entre los interlocutores. Es donde se debe aplicar lo que podemos llamar “una escucha sana”, representando éste otro pilar para el logro del buen resultado dentro del proceso de coaching.
Cuando hablamos de Rapport lo que se desea es aplicar o lograr una conexión sin barreras o sintonía, dentro de la relación con el coachado donde la confianza sea sincera y abierta, logrando así tener la total apertura dentro de la comunicación con el cliente. Una comunicación donde se permite llevar una relación fuerte y acompasada, y ganar la confianza del coachado.
El Rapport permite que el coach logre captar el interés del coachado respecto a la información manejada. Existen diferentes formas de lograr una buena conexión, puede ser con el tono de vos del coach, con su lenguaje sensorial o corporal. Dado lo anterior se nos abre otro pilar que debe desarrollarse en un coach, a fin de lograr un proceso de coaching efectivo; son las diferentes técnicas que le permitan reconocer de forma inmediata que tipo de interlocutor tiene frente a él dentro del proceso de Coaching, si es un interlocutor pretencioso que cree saber todo lo que queremos transmitir tendremos una tarea complicada o si por el contrario es uno sociable, hablador y positivo será mucho más fácil porque pensará en muchas soluciones, lo complejo será evitar que se desvíe del tema principal haciendo preguntas oportunas para reconducir la conversación, la paciencia en este caso es muy buena aliada, la ventaja es la disposición para llegar a acuerdos. Un tono de voz muy alto, violento o desagradable es sinónimo de un interlocutor maleducado que va a dificultar la empatía, lo más recomendable es permitir que se desahogue y luego mostrar una actitud calmada y amable, un tono de voz adecuado y pausado. Cuando nuestro coachado es tímido estamos en presencia de un interlocutor reservado, es recomendable tomar la iniciativa por un momento y ante todo transmitirle un aire de seguridad y confianza mediante un tono de voz cercano y dulce.
Cada persona tiene una visión del mundo, sin embargo el rapport permite estar en contacto con la otra persona, creando la ilusión de que ambas comparten el mismo modelo de mundo, aunque no necesariamente es así, lo fantástico de esta técnica es que “te pones en los zapatos de la otra persona” o “están en la misma onda”, comparten la misma visión, la misma perspectiva; una vez que se crea esta ilusión, se logra un contacto especial que genera una gran empatía y acompasamiento.
La comunicación no verbal trasciende las palabras, es muy importante, podría decirse que hasta más que el contenido mismo, la manera como se dicen las palabras, el movimiento de las manos, la respiración, la postura, algún gesto muy sútil que quizá en el momento no nos damos cuenta, pero debemos poner atención a estos detalles porque el inconsciente del coachado los nota. Ahora bien, una de las cosas básicas que debemos hacer para entrar en el proceso de Rapport es el siguiente: Primeramente igualar la postura, por ejemplo, si está sentado, que la altura de sus ojos sean igual a la altura de los tuyos, se observa al coachado para conocer y analizar las características que posee, su postura, corporal, si esta erguido, sus gestos, luego y muy importante su escucha, su tono de voz, si es alto, bajo, agudo o grave, si habla rápido o lento, las frases que utiliza, como por ejemplo las muletillas, esto con el fin de acompasar al coachado, poder imitarlo, seguir sus gestos hablar como él y hasta se podría decir que movernos como él, siempre respetando su espacio personal. Esta situación crea afinidad y empatía en ese momento tan importante donde estamos buscando la confianza y la libertad de expresión sin bloqueos.
En una sesión de coaching es ideal sentarse frente a frente y evitar usar una mesa que se convierte en una barrera para lograr una relación de igualdad entre el coach y el coachado. Para poder comprobar que ya estamos en rapport con el coachado podemos hacerlo realizando un gesto similar al que el haya hecho en algún momento de la conversación, si esto se da, entonces entramos en rapport. Con este proceso definido, se eliminaran las creencias limitadores y entraríamos en un vínculo con el coachado, se podrá sentir en confianza, y con esto se podrá  lograr los objetivos que nos trazamos al inicio del asunto.
Dentro de los elementos del rapport, se menciona uno muy importante: la escucha activa. Significa poner atención para oír, querer comprender lo que quiere decir el coachado, ignorando que existe un mundo lleno de distracciones que podrían afectar grandemente el proceso entre ambos actores. Escuchar es concentrarse en la voz del coachado y no en la propia, el coach debe callar las voces internas y prestar atención a una sola voz. Escuchar activamente es un esfuerzo superior a hablar que requiere penetrar en el mundo de nuestro coachado, dedicar tiempo a escuchar interesadamente todos los puntos que se han dicho y valorar su mensaje aun cuando lo que diga este en contra de las ideas del coach.
No hay un sitio ideal para ejercitar la escucha activa porque lo determinará la sensación de comodidad del coachado, por ejemplo bien puede ser el lobby de un hotel, un parque o cualquier otro lugar, y si combinamos el rapport, el escucha activa, cercanía física, atención en los gestos y mímicas entonces se logra la comprensión total de la información, disminuir desacuerdos y conflictos, por ende un, proceso de coaching exitoso.
El desarrollo del proceso del coaching se está haciendo cada vez más necesaria pero tal como dice Rosinski (2008), está destinado a perdurar a medida que sus valores, creencias, actitudes y comportamientos se conviertan en norma para todos.
Solo podemos lograr una mejora considerable en nuestras vidas cuando dejamos de cortas las hojas de la Actitud y la Conducta y trabajamos sobre la raíz, sobre los paradigmas, carácter, motivos y pensamientos de los que fluyen la actitud y la conducta. “Stephen Covey”

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