viernes, 15 de julio de 2016

DIME COMO PIENSAS Y TE DIRE COMO ACTUAS

Heliades Hernández
Ernesto Molina
 Andry Meléndez
María A Sulbarán

Cada día trae una nueva experiencia y con él un sin número de conocimientos y experiencias que determinan de alguna manera  la forma en que vivimos y procesamos toda la información que recibimos, desde que estamos en el útero nuestro cerebro recibe constantemente información.

Es común escuchar cómo saber del pueblo que “Cada cabeza es un mundo”, y Realmente es así. Toda la información que llega a nuestro cerebro es filtrada por los esquemas que tenemos, las actuaciones y decisiones que tomamos son producto de lo vivido, Todo comienza por la senso-percepción a través de nuestros sentidos, bien sea vista (imágenes), oído (palabras o sonidos), las cuales llegan a nuestro cerebro afectando nuestro Sistema Límbico (emociones), pasando a través de la vista directamente al tálamo, aquí antes de pasar al neocortex, que es la zona donde se ejecutan todos los procesos de razonamiento para la toma de decisiones asertivas;

Así se forma la memoria geográfica, es decir, el Tálamo nos evoca el recuerdo de alguna situación  del pasado, junto a la amígdala que es una pequeña glándula ubicada en la parte interior del cerebro ella se encarga de preparar al individuo para la lucha o la huida, justamente es ahí donde se forma la memoria sensorial, aquella encargada de evocar lo que el individuo  sintió en un momento histórico específico. Si unimos estas dos memorias, podemos observar basados en el aprendizaje obtenido por las vivencias del pasado como reaccionar a la hora de enfrentarnos a una determinada circunstancia.  Estudios modernos explican que las emociones están fuertemente relacionadas con el lenguaje, el cuerpo, nuestros pensamientos, nuestro hablar entre otros; es importante conocer cómo es el funcionamiento de las estructuras cerebrales y lo que provocan las emociones dentro del Sistema Nervioso Central.

 Se Conoce que un estado anímico estresante genera hormonas como, cortisol, adrenalina, noradrenalina, cuya presencia en la sangre afectan la manera clara de ver las cosas y a su vez disminuyen el foco de visión para generar nuevas alternativas,  tomando en consideración esta premisa entonces también podemos ayudar al coacheé a generar otras hormonas como las endorfinas y las dopaminas para generar felicidad y bienestar lo que concomitantemente abre el foco de visión que requiere nuestro coacheé para generar objetivos más claros y lograr las metas propuestas.

Es allí donde Coach entra en acción, escucha y acompaña al coacheé haciéndole sentir que no está solo, Estimula la búsqueda opciones para que emerjan soluciones ofreciéndole y estimulando el aprender de sí mismo, Facilitándole las herramientas que le servirán de ayuda para entender lo que está sucediendo o resolver el quiebre que le perturba.
 Dentro de este acompañamiento el coach percibe todas las creencia limitadoras que estancan al coachee las cuales el mismo debe descubrir, a fin de generar movimiento en su vida y pueda transforma esa energía en algo positivo y provechoso, estos descubrimientos que en muchos casos forman parte de los hábitos del coacheé necesitan ser cambiados o transformados.

Siendo este uno de los puntos más complejos en este proceso, debido a que el cambio en muchas oportunidades crea resistencia, porque van en contra de los esquemas y parámetros ya establecidos en nuestro cerebro, Generar cambios de hábitos y creencias muchas veces concebidas desde nuestra niñez, donde muchas trabajan como filtros o inhibidores de experiencias y emociones que lo alejan del  objetivo.  Cuando los cambios son exhortados o  impuestos suelen fracasar ya que son poco o nada atractivos para el coacheé,  es por ello que todo cambio debe ser propiciado y generado desde adentro por el coacheé nunca impuesto por su coach ya que las necesidades que lo originan no son las mismas al no tener interés por el cambio simplemente  no lo toma y abandona.

Este proceso es vital  tener presente  en todo momento que  el cambio genera situaciones reactivas negativas o positivas regeneradoras, acompañadas de emociones, el coach siempre debe estar enfocado en escuchar profundamente al coacheé. Acompañándolo y respetando sus emociones, sin Juzgarlas. Siempre los cambios traen consigo la toma de decisiones que a su vez generan  consecuencias, estas resultados pueden ser positivas o negativas, de allí que el cochee debe considerar antes de tomar una decisión el impacto que esta va a tener en su vida y entorno, Por lo que administrar inteligentemente estas emociones Es fundamental  para conseguir un mayor bienestar y calidad de vida, tomando en cuenta el momento presente

Hablar de coaching  e  inteligencia emocional, tiene una finalidad común, que es mejorar los objetivos, los resultados que nos proponemos (en el ámbito que sea), y hacerlos crecer continuamente.  Las emociones son una parte esencial de nuestra vida, constituyen una fuente interna que nos proporciona mucha información y tienen una enorme influencia sobre nuestro comportamiento.

Para  Daniel Goleman (1995) “la inteligencia emocional es más importante que el coeficiente intelectual y las habilidades técnicas”.  Cuando se toma en peso esta afirmación y analizamos algún suceso de nuestra vida que no ameritaba un conocimiento formal, podemos percatarnos que la empatía, la solidaridad entre otros valores nos han facilitado a superar dificultades en el ámbito laboral como afectivo o social. En mayor o en menor cuantía

 En este sentido, un proceso de coaching, siempre contribuye a la mejora de nuestras habilidades socio-emocionales, independientemente que el objetivo del proceso sea concretamente la mejora de alguna de dichas habilidades o no,
Es realmente asombroso cuando se utiliza la Inteligencia Emocional, como referencia de nuestras sensaciones. El Coaching la utiliza como base para desaprender en algunos casos, en otros para reforzar sentimientos o simplemente para canalizarlos. 

. “El coaching es una técnica que emplea preguntas específicas que ayudan a encontrar respuestas personales”. Jeni Mumford. Coaching para Dummies. Dentro del análisis personal no quedan aisladas las emociones por ser  elementos claves a la hora de servir de guía, como referentes y fuentes de información excepcionales. Ser inteligentes emocionalmente implica, por tanto, manejar lo mejor posible las habilidades que tienen mucho que ver con el coaching como es el conocimiento de las propias emociones, control de las mismas, auto motivación, reconocimiento de las emociones de los demás, habilidades sociales y empatía, entre otras. Para lograr auto-conocimiento y toma de conciencia, el coaching dispone de una metodología y herramientas necesarias para facilitarlo, donde el diálogo en base a preguntas formuladas, es una pieza clave en el proceso.

  A grandes rasgos el coaching permite el auto-conocimiento donde se propicia la transformación de elementos limitadores, ampliación de la  visión con respecto a la vida, persiguiendo sacar lo mejor de cada persona, donde la inteligencia emocional juega un papel protagónico al  permitir el desarrollo de la conciencia y el auto-conocimiento de manera que se pueden gestionar las emociones, a la vez que permite un desarrollo óptimo de las habilidades sociales, Dando como resultado un nuevo enfoque con respecto a vivir y dar valor real a la  vida del hombre.

 Referencias
Inteligencia emocional y coachingpor Roser Claramunt, 21-11-13 en Blog de Roser ClaramuntInteligencia emocionalPsicología Coaching.http://www.kaizensingular.com/2013/11/inteligencia-emocional-coaching/

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