Heliades Hernández
Ernesto Molina
Andry Meléndez
María A Sulbarán
Cada día trae una nueva experiencia y con él un sin número
de conocimientos y experiencias que determinan de alguna manera la forma en que vivimos y procesamos toda la
información que recibimos, desde que estamos en el útero nuestro cerebro recibe
constantemente información.
Es común escuchar cómo saber del pueblo que “Cada cabeza
es un mundo”, y Realmente es así. Toda la información que llega a nuestro
cerebro es filtrada por los esquemas que tenemos, las actuaciones y decisiones
que tomamos son producto de lo vivido, Todo comienza por la senso-percepción a
través de nuestros sentidos, bien sea vista (imágenes), oído (palabras o
sonidos), las cuales llegan a nuestro cerebro afectando nuestro Sistema Límbico
(emociones), pasando a través de la vista directamente al tálamo, aquí antes de
pasar al neocortex, que es la zona donde se ejecutan todos los procesos de
razonamiento para la toma de decisiones asertivas;
Así se forma la memoria geográfica, es decir, el Tálamo
nos evoca el recuerdo de alguna situación
del pasado, junto a la amígdala que es una pequeña glándula ubicada en
la parte interior del cerebro ella se encarga de preparar al individuo para la
lucha o la huida, justamente es ahí donde se forma la memoria sensorial,
aquella encargada de evocar lo que el individuo
sintió en un momento histórico específico. Si unimos estas dos memorias,
podemos observar basados en el aprendizaje obtenido por las vivencias del
pasado como reaccionar a la hora de enfrentarnos a una determinada
circunstancia. Estudios modernos explican
que las emociones están fuertemente relacionadas con el lenguaje, el cuerpo,
nuestros pensamientos, nuestro hablar entre otros; es importante conocer cómo
es el funcionamiento de las estructuras cerebrales y lo que provocan las
emociones dentro del Sistema Nervioso Central.
Se Conoce que un
estado anímico estresante genera hormonas como, cortisol, adrenalina,
noradrenalina, cuya presencia en la sangre afectan la manera clara de ver las
cosas y a su vez disminuyen el foco de visión para generar nuevas alternativas,
tomando en consideración esta premisa entonces
también podemos ayudar al coacheé a generar otras hormonas como las endorfinas
y las dopaminas para generar felicidad y bienestar lo que concomitantemente
abre el foco de visión que requiere nuestro coacheé para generar objetivos más
claros y lograr las metas propuestas.
Es allí donde Coach entra en acción, escucha y acompaña
al coacheé haciéndole sentir que no está solo, Estimula la
búsqueda opciones para que emerjan soluciones ofreciéndole y estimulando el
aprender de sí mismo, Facilitándole las herramientas que le servirán de ayuda
para entender lo que está sucediendo o resolver el quiebre que le perturba.
Dentro de este
acompañamiento el coach percibe todas las creencia limitadoras que estancan al
coachee las cuales el mismo debe descubrir, a fin de generar movimiento en su
vida y pueda transforma esa energía en algo positivo y provechoso, estos
descubrimientos que en muchos casos forman parte de los hábitos del coacheé necesitan ser cambiados o transformados.
Siendo este uno de los puntos más complejos en este
proceso, debido a que el cambio en muchas oportunidades crea resistencia, porque
van en contra de los esquemas y parámetros ya establecidos en nuestro cerebro,
Generar cambios de hábitos y creencias muchas veces concebidas desde nuestra
niñez, donde muchas trabajan como filtros o inhibidores de experiencias y
emociones que lo alejan del
objetivo. Cuando los cambios son
exhortados o impuestos suelen fracasar
ya que son poco o nada atractivos para el coacheé, es por ello que todo cambio debe ser
propiciado y generado desde adentro por el coacheé nunca impuesto por su coach
ya que las necesidades que lo originan no son las mismas al no tener interés
por el cambio simplemente no lo toma y
abandona.
Este
proceso es vital tener presente en todo momento que el cambio genera situaciones reactivas
negativas o positivas regeneradoras, acompañadas de emociones, el coach siempre
debe estar enfocado en escuchar profundamente al coacheé. Acompañándolo y
respetando sus emociones, sin Juzgarlas. Siempre los cambios traen consigo la
toma de decisiones que a su vez generan consecuencias, estas resultados pueden ser
positivas o negativas, de allí que el cochee debe considerar antes de tomar una
decisión el impacto que esta va a tener en su vida y entorno, Por lo que
administrar inteligentemente estas emociones Es
fundamental para conseguir un mayor
bienestar y calidad de vida, tomando en cuenta el momento presente
Hablar de coaching e inteligencia emocional, tiene una finalidad
común, que es mejorar los objetivos, los resultados que nos proponemos (en el
ámbito que sea), y hacerlos crecer continuamente. Las emociones son una parte esencial de nuestra vida, constituyen una
fuente interna que nos proporciona mucha información y tienen una enorme influencia sobre nuestro comportamiento.
Para Daniel
Goleman (1995) “la inteligencia emocional es más importante que el coeficiente
intelectual y las habilidades técnicas”. Cuando se toma en peso esta afirmación y
analizamos algún suceso de nuestra vida que no ameritaba un conocimiento
formal, podemos percatarnos que la empatía, la solidaridad entre otros valores
nos han facilitado a superar dificultades en el ámbito laboral como afectivo o
social. En mayor o en menor cuantía
En este
sentido, un proceso de coaching, siempre contribuye a la mejora de
nuestras habilidades socio-emocionales, independientemente que el objetivo del
proceso sea concretamente la mejora de alguna de dichas habilidades o no,
Es realmente asombroso cuando se utiliza
la Inteligencia Emocional, como
referencia de nuestras sensaciones. El Coaching la utiliza
como base para desaprender en algunos casos, en otros para reforzar
sentimientos o simplemente para canalizarlos.
. “El
coaching es una técnica que emplea preguntas específicas que ayudan a encontrar
respuestas personales”. Jeni Mumford. Coaching para Dummies. Dentro del
análisis personal no quedan aisladas las emociones por ser elementos claves a la hora de servir de guía,
como referentes y fuentes de información excepcionales. Ser inteligentes emocionalmente implica,
por tanto, manejar lo mejor posible las habilidades que tienen mucho que ver
con el coaching como es el conocimiento de las propias emociones, control de
las mismas, auto motivación, reconocimiento de las emociones de los demás,
habilidades sociales y empatía, entre otras. Para lograr
auto-conocimiento y toma de conciencia, el coaching dispone de una metodología y
herramientas necesarias para facilitarlo, donde el diálogo en base a preguntas
formuladas, es una pieza clave en el proceso.
A grandes rasgos
el coaching permite el auto-conocimiento donde se propicia la transformación de
elementos limitadores, ampliación de la
visión con respecto a la vida, persiguiendo sacar lo mejor de cada
persona, donde la inteligencia emocional juega un papel protagónico al permitir el desarrollo de la conciencia y el
auto-conocimiento de manera que se pueden gestionar las emociones, a la vez que
permite un desarrollo óptimo de las habilidades sociales, Dando como resultado
un nuevo enfoque con respecto a vivir y dar valor real a la vida del hombre.
Referencias
Inteligencia
emocional y coachingpor Roser Claramunt, 21-11-13 en Blog de Roser Claramunt, Inteligencia emocional, Psicología Coaching.http://www.kaizensingular.com/2013/11/inteligencia-emocional-coaching/
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