domingo, 22 de junio de 2014

SE ME HA QUITADO UN PESO DE ENCIMA.

Venezia Delgado
Angélica Delgado
Marianne Carballo
Mayli Leal

A lo largo de nuestras vidas hemos vivido entre metáforas, expresadas en  los cuentos y relatos que hemos escuchado o leído. En la vida cotidiana hablamos utilizando metáforas, expresando nuestros sentimientos, para expresarnos o transmitir alguna idea. Muchas veces recurrimos a las metáforas incluso para insultar y ofender.
 En más de una ocasión hemos utilizado algunas metáforas para expresarnos o transmitir alguna idea. Cuando se escucha a alguien decir: “llegué volando del trabajo”, en realidad lo que deseamos expresar es que esa persona ha llegado presurosamente de su puesto de trabajo.
Se observa  que su función no consiste en una mera combinación de palabras o frases. Su finalidad es, simplemente, usar ciertas palabras en vez de otras, porque de esa manera nos sentimos más cómodos para expresar lo que deseamos comunicar. Mientras más sencilla sea la metáfora, más fácil se entiende y el consciente la captará mejor.
Pero ¿qué es una metáfora? Es llevar la palabra de un sentido concreto a un sentido abstracto. Donde se hace una comparación entre dos cosas que no tienen relación, sin embargo se crea un vínculo.  Consiste en el uso de una expresión con un significado distinto en un contexto diferente al habitual.
Se utiliza en sicología para referirse al poder profundo de las historias metafóricas y su acción en el cambio interno. En la terapia es muy útil para ayudar en la relajación, para cambiar estados de salud y para entender el estado interno del paciente.
 Aristóteles definió la metáfora como una comparación entre entidades en apariencia diferentes. También  decía que las metáforas nos hablan del poder de la mente para crear pensamientos generadores de amplias posibilidades.
De la misma manera que definimos el coaching como el vehículo que transporta a las personas de donde están a donde quieren ir, con la metáfora transportamos el significado de la inconciencia a la conciencia.
Freud afirmaba que el pensamiento en imágenes se encontraba más cerca del inconsciente que el pensamiento en palabras
 El uso de  metáforas lleva a las personas a un mundo de fantasía para un rato y allí, al parecer, todo es posible. Por eso es que los cuentos que nos contaban o leímos desde pequeños se quedan grabados en nuestra memoria. Ya que se asocian los personajes a experiencias de vida.

 Por tal motivo las metáforas, en todos los relatos no son del mismo tipo, ni cumplen el mismo cometido, ni llegan a los mismos planos de profundidad en el ser. Las hay para entretenimiento, sin mayor pretensión que divertir y distraer al lector u oyente durante un rato, las hay moralizantes cuyo fin es la transmisión de algún consejo, las hay terapéuticas que facilitan  nuevas alternativas de pensamiento.

A través de las metáforas modelamos las historias que creamos de nuestra vida,  por tal motivo en el caso del coaching, al coachado, el  relato le permite plantear una explicación acerca de la manera en la cual se organiza la experiencia vivida, creándose una historia ordenada en secuencias de eventos en un tiempo de acuerdo a una trama, las  metáforas penetran o se desarrollan en la mente en forma de imágenes que perduran en el tiempo.

La metáfora no se debe explicar en algunos casos, lo importante es buscar la retroalimentación positiva.  Comprender el significado complejo de ésta nos puede ayudar a resolver situaciones cotidianas que en principio se bloquean.

La influencia de la metáfora en la persona trasciende en la propia personalidad y la visión del entorno que los rodea.

Todo aquello que realizamos con el lenguaje está relacionado con las formas de vida. Las expresiones metafóricas limitadoras, negativas,  conducen muchas veces a la persona a un estado próximo a la depresión y al bloqueo. Las metáforas son un recurso magnífico para comprender determinados comportamientos o situaciones para potenciar la búsqueda inconsciente de significados

En caso del coachado sería un nuevo marco de referencia para que el sujeto afronte de manera creativa su problema.  Muchas veces las metáforas condicionan la mente y en consecuencia el comportamiento de las personas, para bien o para mal.

 Nuestra vida diaria está repleta de pequeños eventos sin mayor trascendencia, aunque muchas veces los convertimos en episodios traumáticos y tortuosos por no tener control de nuestros pensamientos.

 Las metáforas hay que valorarlas y observarlas para que nuestra vida se visualice  de una manera diferente y sustituir aquellas que impidan o limiten nuestros avances. Debemos abrir nuestras mentes para que puedan entrar las metáforas.  “Las mentes son como los paracaídas. Solo funcionan si están abiertas.  Robert Dewar.

 Nuestra mente es maravillosa y hace exactamente lo que le decimos. Es la mejor asistente que cualquiera pueda tener. Es obediente, diligente, rápida y tiene una excelente memoria. Su memoria es tan buena que produce el efecto que ya tiene guardado en su archivo. Su impacto en la memoria es mayor,  haciendo más fácil de recordar  lo relatado.

La mayoría de las personas piensan sobre eventos negativos del pasado. El poder de nuestra mente es tan eficiente que repite el evento con fidelidad.  Y así se deprimen hoy por algo que pasó hace muchos años. Muchas veces se sienten  mal por adelantado por algo que no ha sucedido.

“Las metáforas crean visión, pero también distorsionan. Tienen su potencial, pero también sus limitaciones. Al crear formas de ver, crean también formas de no ver”  Morgan Young, (2002)

La metáfora  no enjuicia, ni reclama, ni ordena, sino que simplemente explica de otra manera un hecho, una sensación, sin agresión. Y el inconsciente acomoda las ideas para ajustarse a los programas del que escucha.

Las metáforas comunican de forma indirecta y resulta ser una de las herramientas más poderosas para transmitir mensajes profundos para generar flexibilidad y liberar capacidades dormidas.

 Expresar al coach el relato de nuestra situación, podemos afirmar “SE ME HA QUITADO UN PESO DE ENCIMA”
Cuando se aprovecha la metáfora que aporta el cliente se logra que su implicación y compromiso con el proceso aumente. Movilizarlo hacia el cambio y aprendizaje es el objetivo de un proceso de coaching
“Las metáforas quizás sean una de las potencialidades más fructíferas del hombre. Su eficacia raya en lo mágico, y parece una herramienta para la creación que Dios olvidó dentro de una de sus criaturas cuando la creó”. JOSÉ ORTEGA Y GASSET.

“EL YO ES EL AMIGODEL HOMBRE QUE SE DOMINA POR SU INTERMEDIO, PERO PARA UN HOMBRE SIN DOMINIO DE SÍ, EL YO ES COMO EL ENEMIGO DE GUERRA.
(BHAGAVAD GITA INDIA)

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