sábado, 21 de junio de 2014

IDENTIFICACIÓN DE LAS CREENCIAS LIMITADORAS Y SU DESAFIO

Damelis Maldonado
Mildred Rueda
José Antonio Silva

Carmen Soublette

Vamos a comenzar definiendo las creencias como  “caminos que se hace la mente y que luego terminan  condicionando su funcionamiento”, presentándose estas en forma de conclusiones o frases; por ejemplo  “quien a buen árbol se arrima buena sombra lo cobija”; ahora bien;  es verdad que ciertas creencias pueden modelar nuestro comportamiento de una forma positiva, permitiendo adaptarnos a lo que representa vivir en sociedad asumiendo retos constantemente; pero que sucede cuando estás creencias son perjudiciales  para nuestro desarrollo personal?; estás se convierten en limitadoras; veamos cómo funciona.
Nuestra programación mental está formada por valores, experiencias y creencias. A medida que vamos repitiendo (o nos repiten) ciertas ideas, pensamientos o emociones se van formando y reforzando nuestras conexiones neuronales. Aprendemos de lo que vemos, oímos y lo que experimentamos como cierto bien sea en la niñez o a través de la vida. A partir de esas experiencias formamos opiniones, que al repetirse se convierten en creencias de interpretación personal. El patrón viene siendo que nuestra mente dibuja una generalización falsa basada en uno o más eventos, de tal manera que le asigna significados cuestionables a dichos eventos, y dichas interpretaciones nos quitan poder.
Según lo que creemos así generamos capacidad de hacer algo y así actuamos, pero también sentimos en función de lo que creemos, nadie puede funcionar sin creencias, son imprescindibles para vivir, son una experiencia vivida y grabada a fuego en nuestra alma, algunas creencias están asociadas a tus pensamientos diarios.
De esta forma; las creencias limitadoras, no son más que parte de nuestra programación personal, nuestro sistema operativo mal estructurado, son certezas que creemos que son el territorio, cuando sólo es un mapa, son certezas que nos guían sin ser nosotros  conscientes de ello, y que nos hacen actuar de un modo determinado.
Una creencia es limitadora cuando ha dejado de servirnos, no permitiéndonos ser eficaces; el problema surge cuando nuestras creencias se convierten en un obstáculo porque ya no reflejan la realidad objetiva de las cosas y nos producen los miedos.
Ejemplos de estas creencia limitadoras son, los niños no lloran, “las niñas juegan con muñecas”, también, “soy un perdedor”,  “no sirvo para nada”, “nunca triunfare en la vida”, “soy un fracasado”, “soy un mediocre”.
Hay creencias limitadoras que no son tan evidentes, por lo tanto son difíciles de identificar, por ejemplo aquellas que nos inducen a realizar actividades o tomar decisiones por obligación tales como “debería…..”, “tengo que….”; las cuales no nos permiten ser genuinos; otras por ejemplo como “siempre…” o “nunca..” nos predisponen a un resultado determinado que por lo general es perjudicial o poco óptimo para quien lo cree.
El mayor problema de las creencias limitadoras es que te obligan a actuar por debajo de tu potencial, porque terminan bloqueando nuestra energía y gradualmente deterioran la calidad de vida; por ello se hace imprescindible identificarlas.

Desafiando creencias limitadoras:
No importa por cuanto tiempo has tenido alguna creencia limitadoras siempre se pueden eliminar ese es tu desafío.
Puedes comenzar por formularte la siguiente interrogante: ¿Qué decisión tomaría ahora mismo si las riendas de mi vida estuvieran en mis manos?; esta pregunta suele ser una poderosa fórmula para identificar cuáles son tus sueños, que nos has logrado aún y que te impide lograr esos objetivos anhelados; muchos de estos impedimentos provienen de creencias limitadoras.
Nos gustaría compartir algunos pasos prácticos y sencillos que te pueden ayudar a desafiar las creencias limitadoras y permitir potenciar todas aquellas creencias que consideres positivas, estos son:

Paso I: Identificar la creencia limitadora.
Eres consciente de todas tus creencias limitadoras en este momento?;  generalmente, las creencias limitadoras se logran identificar cuando ocurre una “crisis” ya que es en este momento cuando se evidencia lo que no está funcionando bien.
Así que para descubrir tus creencias limitadoras, tienes que prestar atención a tus pensamientos diarios, y si algún pensamiento es negativo, pregúntate por qué piensas de esa manera negativa. Esto descubrirá tu creencia.
En la Programación Neuro Lingüística (PNL) y en la hipnosis por ejemplo, encontramos técnicas muy efectivas y rápidas para identificar y desechar creencias limitantes que nos impiden vivir plena y exitosamente
Puedes definir las creencias en base a los sentimientos que estás generan en ti; bien sea inquietud, ansiedad, miedo, indecisión, frustración etc.
Si descubres que estás repitiendo algún tipo de frase todo el tiempo, debes darte cuenta de que es una creencia que tienes. Si la creencia es positiva, por ejemplo, si te mantienes repitiendo que buena suerte tienes, no debes tocarla, ya que te sirve. Pero, si te encuentras repitiendo declaraciones negativas como no puedo, soy un perdedor, debes cambiar esa creencia.

Paso II: Anotar el precio que pagamos por mantener esa idea tan arraigada
No es fácil cambiar nuestras creencias porque muchas veces no somos conscientes de sus consecuencias y  del precio que estamos pagando.
Para ello podemos utilizar las cualidades de la reflexión, el discernimiento y el análisis que nos pueden permitir la fijación de objetivos.
Por otro lado; debemos estar conscientes de que al identificar las creencias negativas y tomar la decisión de cambiarlas, también debemos hacer uso del movimiento de energías, por ello estás dispuesto a pagar el precio por el cambio? ya que muchas veces alcanzar el objetivo final supone desprenderse de algo.

Paso III: Buscar una creencia más útil que podría sustituir a la creencia limitadora (formulándola y escribiéndola).
Es importante considerar que al eliminar una creencia limitadora es recomendable sustituirla por una potenciadora. Una norma muy útil usada en el proceso de coaching es convertir en temporal cualquier creencia negativa y convertir en permanente cualquier creencia positiva; también puede ser utilizada la Terapia Cognitiva Racional la cual conlleva a invalidar racionalmente las creencias que no nos sirven.
Nuestra mente es un aliado muy poderoso, se puede utilizar haciendo afirmaciones positivas cortas, breves y concisas como si cada palabra te costara $100 dólares, pero recuerda que no deben ser utilizadas para cambiar, manipular o controlar a otros, deben ser construidas en presente como si ya fueron alcanzadas o logradas y con verbos que expresen energía y dinamismo, que te permitan apoderarte de la creencia potenciadora. Ejemplo: Yo..(Tu nombre) disfruto de buena salud y todo me sale bien

Paso IV: Anclaje de la nueva creencia a nivel subconsciente.
En este punto, puedes realizar meditaciones logrando relajarte profundamente concentrándote para traer al presente un momento en que te sientas realmente  tranquilo y lleno de paz; es absolutamente preciso identificar donde sentimos esa sensación de paz y tranquilidad en nuestro cuerpo porque pueda que sea en el estómago, en el pecho en las manos en cualquier caso es necesario quedarse en esa sensación y revivirla cuando la necesites.

Paso V: Anclaje a nivel consciente.
Una vez meditada la creencia potenciadora,  puedes repetirla 10 veces a diario por 21 días compartiéndola al menos con 3 personas.
Por último; Cuando comprendes que tú mismo eres el escultor de tu existencia, te das cuenta que puedes cambiar el curso de las cosas y efectivamente llegar a donde sueñas, con sólo determinar qué creencias son las que te limitan.

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