Damelis Maldonado
Mildred Rueda
José Antonio Silva
Carmen Soublette
Vamos
a comenzar definiendo las creencias como
“caminos que se hace la mente y que luego terminan condicionando su funcionamiento”,
presentándose estas en forma de conclusiones o frases; por ejemplo “quien a buen árbol se arrima buena sombra lo
cobija”; ahora bien; es verdad que
ciertas creencias pueden modelar nuestro comportamiento de una forma positiva,
permitiendo adaptarnos a lo que representa vivir en sociedad asumiendo retos
constantemente; pero que sucede cuando estás creencias son perjudiciales para nuestro desarrollo personal?; estás se
convierten en limitadoras; veamos cómo funciona.
Nuestra programación mental
está formada por valores, experiencias y creencias. A medida que vamos
repitiendo (o nos repiten) ciertas ideas, pensamientos o emociones se van
formando y reforzando nuestras conexiones neuronales. Aprendemos de lo que
vemos, oímos y lo que experimentamos como cierto bien sea
en la niñez o a través de la vida. A partir de esas experiencias formamos
opiniones, que al repetirse se convierten en creencias de interpretación
personal. El patrón viene siendo que nuestra mente dibuja una generalización
falsa basada en uno o más eventos, de tal manera que le asigna significados
cuestionables a dichos eventos, y dichas interpretaciones nos quitan poder.
Según lo que creemos así
generamos capacidad de hacer algo y así actuamos, pero también sentimos en
función de lo que creemos, nadie puede funcionar sin creencias, son
imprescindibles para vivir, son una experiencia vivida y grabada a fuego en
nuestra alma, algunas creencias están asociadas a tus pensamientos diarios.
De esta forma; las creencias
limitadoras, no son
más que parte de nuestra programación personal, nuestro sistema operativo mal
estructurado, son certezas que creemos que son el territorio, cuando sólo es un
mapa, son certezas que nos guían sin ser nosotros conscientes de ello, y que nos hacen actuar
de un modo determinado.
Una creencia es limitadora
cuando ha dejado de servirnos, no permitiéndonos ser eficaces; el problema
surge cuando nuestras creencias se convierten en un obstáculo porque ya no
reflejan la realidad objetiva de las cosas y nos producen los miedos.
Ejemplos de estas creencia
limitadoras son, los niños no lloran,
“las niñas juegan con muñecas”, también, “soy un perdedor”, “no sirvo para nada”, “nunca triunfare en la
vida”, “soy un fracasado”, “soy un mediocre”.
Hay creencias limitadoras
que no son tan evidentes, por lo tanto son difíciles de identificar, por
ejemplo aquellas que nos inducen a realizar actividades o tomar decisiones por
obligación tales como “debería…..”, “tengo que….”; las cuales no nos permiten
ser genuinos; otras por ejemplo como “siempre…” o “nunca..” nos predisponen a
un resultado determinado que por lo general es perjudicial o poco óptimo para
quien lo cree.
El mayor problema de las
creencias limitadoras es que te obligan a actuar por debajo de tu potencial,
porque terminan bloqueando nuestra energía y gradualmente deterioran la calidad
de vida; por ello se hace imprescindible identificarlas.
Desafiando creencias
limitadoras:
No importa por cuanto tiempo
has tenido alguna creencia limitadoras siempre se pueden eliminar ese es tu
desafío.
Puedes comenzar por
formularte la siguiente interrogante: ¿Qué decisión tomaría ahora mismo si las
riendas de mi vida estuvieran en mis manos?; esta pregunta suele ser una
poderosa fórmula para identificar cuáles son tus sueños, que nos has logrado
aún y que te impide lograr esos objetivos anhelados; muchos de estos
impedimentos provienen de creencias limitadoras.
Nos gustaría compartir
algunos pasos prácticos y sencillos que te pueden ayudar a desafiar las creencias
limitadoras y permitir potenciar todas aquellas creencias que consideres
positivas, estos son:
Paso
I: Identificar la creencia limitadora.
Eres consciente de todas tus
creencias limitadoras en este momento?; generalmente,
las creencias limitadoras se logran identificar cuando ocurre una “crisis” ya
que es en este momento cuando se evidencia lo que no está funcionando bien.
Así que para descubrir
tus creencias limitadoras, tienes que prestar atención a tus pensamientos
diarios, y si algún pensamiento es negativo, pregúntate por qué piensas de esa
manera negativa. Esto descubrirá tu creencia.
En la Programación Neuro Lingüística
(PNL) y en la hipnosis por ejemplo, encontramos técnicas muy efectivas y
rápidas para identificar y desechar creencias limitantes que nos impiden vivir
plena y exitosamente
Puedes definir las creencias
en base a los sentimientos que estás generan en ti; bien sea inquietud,
ansiedad, miedo, indecisión, frustración etc.
Si descubres que estás
repitiendo algún tipo de frase todo el tiempo, debes darte cuenta de que es una
creencia que tienes. Si la creencia es positiva, por ejemplo, si te mantienes
repitiendo que buena suerte tienes, no debes tocarla, ya que te sirve. Pero, si
te encuentras repitiendo declaraciones negativas como no puedo, soy un
perdedor, debes cambiar esa creencia.
Paso
II: Anotar el precio que pagamos por mantener esa idea tan arraigada
No es fácil cambiar nuestras
creencias porque muchas veces no somos conscientes de sus consecuencias y del precio que estamos pagando.
Para ello podemos utilizar
las cualidades de la reflexión, el discernimiento y el análisis que nos pueden
permitir la fijación de objetivos.
Por otro lado; debemos estar
conscientes de que al identificar las creencias negativas y tomar la decisión
de cambiarlas, también debemos hacer uso del movimiento de energías, por ello estás
dispuesto a pagar el precio por el cambio? ya que muchas veces alcanzar el
objetivo final supone desprenderse de algo.
Paso
III: Buscar una creencia más útil que podría sustituir a la creencia limitadora
(formulándola y escribiéndola).
Es importante considerar que
al eliminar una creencia limitadora es recomendable sustituirla por una
potenciadora. Una norma muy útil usada en el proceso de coaching es convertir
en temporal cualquier creencia negativa y convertir en permanente cualquier
creencia positiva; también puede ser utilizada la Terapia Cognitiva Racional la
cual conlleva a invalidar racionalmente las creencias que no nos sirven.
Nuestra mente es un aliado
muy poderoso, se puede utilizar haciendo afirmaciones positivas cortas, breves
y concisas como si cada palabra te costara $100 dólares, pero recuerda que no
deben ser utilizadas para cambiar, manipular o controlar a otros, deben ser
construidas en presente como si ya fueron alcanzadas o logradas y con verbos
que expresen energía y dinamismo, que te permitan apoderarte de la creencia
potenciadora. Ejemplo: Yo..(Tu nombre) disfruto de buena salud y
todo me sale bien
Paso
IV: Anclaje de la nueva creencia a nivel subconsciente.
En este punto, puedes realizar
meditaciones logrando relajarte profundamente concentrándote para traer al
presente un momento en que te sientas realmente
tranquilo y lleno de paz; es absolutamente preciso identificar donde
sentimos esa sensación de paz y tranquilidad en nuestro cuerpo porque pueda que
sea en el estómago, en el pecho en las manos en cualquier caso es necesario
quedarse en esa sensación y revivirla cuando la necesites.
Paso V: Anclaje a nivel
consciente.
Una vez meditada la creencia
potenciadora, puedes repetirla 10 veces
a diario por 21 días compartiéndola al menos con 3 personas.
Por último; Cuando
comprendes que tú mismo eres el escultor de tu existencia, te das cuenta que
puedes cambiar el curso de las cosas y efectivamente llegar a donde sueñas, con
sólo determinar qué creencias son las que te limitan.
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