lunes, 9 de mayo de 2016

¡CAMBIAR TUS CREENCIAS ES CAMBIAR TU REALIDAD!

Mariana Barreto
Edilmar Duque
Alberto Fuenmayor
Elimar Fumero
Heidy  Gutiérrez

Muchas veces permitimos que nuestras creencias limitadoras frenen y obstaculicen nuestros objetivos que nos llevarán al logro de  metas. Nos   preguntamos tantas veces por qué siempre  nos sucede lo mismo.  Por qué mejor no nos preguntamos cuáles son nuestros pensamientos. En mucho de los casos esta respuesta se encuentra en nuestras creencias limitadoras, que vienen dadas por nuestra cultura, patrones aprendidos de nuestros padres, abuelos, imposiciones de la sociedad, y podríamos  seguir enumerando muchas otras causas que generan estas creencias, tan nefastas para lograr nuestras metas.

Esto continuos tropiezos  generan miedo a las potencialidades que  tenemos y que desconocemos. Nuestras creencias son los planteamientos que organizan nuestra percepción de manera específica y coherente. Son las elecciones básicas que realizamos acerca de cómo vamos a percibir nuestra vida y, en consecuencia, como vivirla. Existe desde relatos bíblicos, como el caso de Moisés, o el mismo Jeremías, hasta un familiar cercano o nosotros mismos a quienes sus creencias los han limitado en algún momento. Y es que apenas nos miramos al espejo inmediatamente procedemos en auto-evaluarnos. Es allí cuando cuestionamos y dudamos si tenemos todas las herramientas, la capacidad física, mental e intelectual, a partir de allí  erróneamente se comienza a  gestar, esas barreras, obstáculos, caminos pedregosos, que uniendo todos estos elementos matemáticamente dentro una ecuación, arrojará como resultado una creencia limitante, y empezamos entonces a creer, que tal vez o casi con todos esos "peros", lograremos en cumplir el objetivo; y colocamos en marcha la misión, aun con las concepciones que hemos permitido que hicieran nido en nosotros, y nos retiramos del espejo, rescatando ese  potencial, la capacidad  activa en modo "on", presta en arrancar, y llevarnos con seguridad, firmeza en cada paso al objetivo propio comprometido. 

Algo muy interesante de las creencias es que ni siquiera importa si son verdad o no. Lo que importa es qué tanto las creas. ¿Te ocurrió alguna vez que creíste algo que te puso furioso y después te diste cuenta que no era verdad? Por más que no haya sido verdad, por un momento lo creíste y te afectó de todas maneras. Es hora de aprovechar esto pero en el sentido inverso. Empezaremos por definir y ejemplificar las  creencias limitadoras y las potenciadoras. 

Existen creencias limitadoras (juicios de factibilidad) y hay creencias potenciadoras (juicios de posibilidad). Están muy relacionadas a los pensamientos positivos y negativos. Identificar las creencias limitantes y transformarlas en potenciadoras (o bien, posibilitadoras o empoderantes) es un gran paso para realizar los cambios necesarios para lograr tus metas y sueños en cualquier aspecto de tu vida. Las creencias limitadoras suelen estar relacionadas con: Posibilidad. Creemos que alcanzar el objetivo es imposible. Capacidad. Creemos que no somos capaces de lograrlo. Merecimiento

Creemos que no nos merecemos conseguirlo. el mayor problema que causan las creencias limitantes es que te obligan a actuar por debajo de tu potencial. Lamentablemente el sistema educativo actual, y la sociedad en la que vivimos, no fomentan precisamente los talentos de las personas, ni su potencial. Ni siquiera fomentan el hecho de descubrirlos. Al contrario, los aplastan. Aplastan los talentos y aplastan a las personas inculcándoles falsas creencias sobre sí mismos: creencias limitadoras.

Los seres humanos comienzan a sufrir las consecuencias  de las terribles creencias limitadoras. Poco a poco al crecer e interactuar con otros niños  les enseñamos   que “las cosas no se prestan”, “si te golpean defiéndete”, “los hombres no lloran”, “las niñas juegan con muñecas, los varones con carritos”. Empezamos a pensar que hay profesiones para hombres, otras para mujeres (creencias relacionadas con el género), que los problemas se resuelven con la violencia y luego cuando somos adultos nos preguntamos por qué vivimos en una sociedad machista, homofóbica, racista y violenta.

Algunos ejemplos de creencias limitadoras:

1.    Para tener éxito emprendiendo debes contar con un gran capital inicial.
2.    Es mejor tener algo seguro que emprender.
3.    Si ya fracasaste una vez, busca otras opciones más estables.
4.    Este no es momento para emprender.
5.     Necesito agradarle a todos para poder ser feliz.
6.    No puedo ser feliz con una sola mujer.
7.    SI gano más dinero seré criticado.
8.    Si expreso mis sentimientos seré lastimado/a
9.    Si bajo de peso, si me querrán.

Ahora bien, esas creencias son solo la punta de un iceberg cuya base está llena de miedos, complejos, inseguridades y prejuicios que nos “vendieron” papá , mamá, las telenovelas, las canciones, el cine , entre otros.. Las creencias limitantes son aquellas que nos atan al pasado o nos condenan a vivir en la ansiedad de un futuro del cual tenemos miedo. Sin duda nos impiden vivir plenamente en el ahora, no expresamos lo que sentimos, nuestras capacidades se ven atadas, no tenemos iniciativa por ese mismo miedo que tenemos. Mientras que las creencias potenciadoras son aquellas que generan pensamientos y emociones facilitadores y activan capacidades y conductas expansivas para vivir la vida que deseas. Te permiten vivir el aquí y el ahora, sostener una actitud flexible frente a la vida, estimular la coherencia, disfrutar de los logros, generar aprendizajes de los fracasos y desarrollar la confianza y la seguridad personal.

Algunas creencias potenciadoras son:

·         No hay fracaso, tan sólo aprendizaje. El fracaso es sólo un juicio sobre los resultados a corto plazo. Que no hayas alcanzado el éxito sólo significa que todavía no lo has conseguido.
·         Tenemos todos  los recursos que necesitamos o podemos crearlos. No hay personas sin recursos, tan sólo hay estados mentales sin recursos. Nuestra sabiduría profunda está esperando ser descubierta.
·         Todo comportamiento tiene un propósito. Siempre nos estamos moviendo hacia alguna clase de objetivo, aunque no nos demos cuenta de ello. Márcate tus propios objetivos, no dejes que otros lo hagan por ti.
·         Tener alguna opción es mejor que no tener ninguna. Encuentra las opciones, que mejor se adapten a tus valores, y síguelas.
·         Lo estás haciendo lo mejor posible y puedes hacerlo aún mejor. Las creencias, valores y estímulos que recibimos constituyen la materia prima de cómo percibimos el mundo. Está en nuestra mano girar el catalejo para ver las cosas desde otro punto de vista.
·         Creamos nuestra propia realidad. Las respuestas a tus preguntas deben salir de ti mismo.
·         Yo puedo crear valor donde quiera que trabaje
·         Yo tengo la capacidad de enfrentar y superar cualquier desafío
·         Yo tengo habilidades únicas como persona y como profesional
·         Yo soy un líder
·         Yo tengo poder de influencia en las personas
·         Yo estoy a cargo de mis decisiones y emociones
·         En cada momento de mi vida voy a crear algo positivo y valioso.
·         Yo merezco un trabajo desafiante que explote al máximo mis capacidades Tengo infinito potencial para desarrollar y explotar.

Para incorporar estas creencias no alcanza con leerlas una vez. Debemos repetirlas reiteradamente. Pero más importante que la repetición es la emoción. Programa tu mente, con hechos que tu mismo o en colectivo has logrado en  y que  aún cuando existió una limitante, que eso solo se convierta una advertencia, pero no el ultimátum, para no llegar al objetivo. No te acostumbres en abortar misiones con excusas que no tiene fundamento. Siempre te van aparecer personas, que cuando estés  en pleno fragor de la batalla en cumplir tu meta, en decirte:
1ero.- No podrás lograrlo; cuando vean que ya llevas las bases del objetivo, se acercaran y te dirán.
2do.- Como Hacerlo. Y ya, cuando  este en el podio de primer lugar con la corona de laurel en tu cabeza y descorchando una botella de champagne, te dirán. 
3ero.- Sabia que lo podías hacer. Ten mucho cuidado con lo que registra tu cerebro, el lenguaje que manejas, ya que la mente es muy sensible, tanto que aun lleva, aquellas palabras dicha por aquella profesora, aquel viernes a tan solo a cortos minutos para disfrutar un fin de semana, mirándote a los ojos, estando tu sentado en un pupitre, sintiéndote indefenso y solitario frente a eminente autoridad en decir: "Usted no sabe escribir y nunca aprenderá".  

Esa palabra Nunca, se convierte inmediatamente el fantasma de castillo, que aparece cuando empezamos a diseñar nuestra meta, y siendo este el  saboteador,  que nos genera miedos y dudas en poder concluir  lo planteado.

Cómo  saber si me creencias son limitadoras o potenciadoras? Utilizando los fundamentos de la Programación Neurolingüística (PNL): pensamientos y emociones. Supongamos que identificaste la siguiente creencia: “La vida es dura”. Entonces, ahora tienes que preguntarte:¿Cómo me siento cuando pienso que la vida es dura?¿Qué pienso de mí? ¿Qué siento por mí?¿Qué pienso de la vida? ¿Qué siento por la vida? ¿Cuál es la emoción que me domina?¿Qué otros pensamientos vienen a mi? Esta creencia ¿qué me impide hacer? ¿Cómo sería tu vida sin esta creencia? ¿Cómo te sentirías? ¿qué harías?.Las respuestas de cada una de estas preguntas te harán entrar en consciencia si se trata de una creencia limitante o potenciadora para tu vida. Por eso resulta relevante adoptar creencias potenciadoras que nos produzcan una sensación de total certidumbre en lo que hacemos.

En este sentido es importante destacar  que esta clase de creencia nos permitirá expandirnos y emprender las acciones necesarias para engrandecer nuestra propia vida y la de aquellos que nos rodean. Empecemos hoy a desarrollar el hábito de enfocar la atención sobre las consecuencias que tienen las creencias en nuestra vida. Tomemos el control de los acontecimientos y subamos al siguiente peldaño de realización. La calidad de nuestra vida depende plenamente de ello.

El famoso genio  Albert Einstein decía "La Locura es seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes". Y le agregamos, por lógica, que no podemos esperar resultados distintos si continuamos pensando igual y por consecuencia actuando del mismo modo. Decirte a ti mismo ES POSIBLE, YO PUEDO Y ME LO MEREZCO  te aporta confianza y energía para realizar las acciones que te permitan  alcanzar tus metas y sueñosPara Dyer (2006) , padre de la Inteligencia Emocional las creencias juegan un papel fundamental, es por ello que señala: “Si cambias la forma en que miras las cosas, las cosas que miras cambian”.

Finalmente, podemos decir, vivamos nuestra  vida en el presente, vivamos la vida que queremos  y no la que otros nos impongan, no pospongamos las tareas, hagamos un viaje de transformación, amémonos, vamos a llenar ese vaso de creencias potenciadoras. Todo esto nos ayudará a liberarnos de creencias limitadoras que nos  atan y  que nos hacen esclavo de una realidad que no es. Tenemos muchas cosas por hacer, muchos sueños con piernas. Así que hoy es el día para comenzar. El ahora no espera, el ahora es hoy.

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