sábado, 30 de enero de 2016

CAMINOS A TRANSITAR EN EL ESPIRAL DEL APRENDIZAJE EXPERIENCIAL

Rosa Pérez

1. Nueva Experiencia: El proceso se inicia con una experiencia dentro del programa de aventuras que ha sido diseñada especialmente para promover la aparición de determinadas situaciones vinculadas al objetivo que se pretende. Esta primera experiencia se utiliza a modo de espejo para observar las imágenes individuales y colectivas que darán cuenta de lo que allí acontece. Por ser la etapa inicial allí es el momento de actuar, del jugar. Es la base sobre la cual se estructuraran los pasos posteriores,  se deben conceptualizar porque es importante la experimentación, los estilos de aprendizaje del adulto. En esta primera etapa se puede utilizar las técnicas de construcciones, creaciones, análisis de casos, experiencias individuales y/o grupales, eso va a permitirle al facilitador la elección de la experiencia, el re-encuadre, la aceptación de la dificultad y el error del aprendiz como parte del proceso de aprendizaje.

 2. Reflexión Crítica: En esta etapa se relatan, comparten e intercambian las vivencias cognitivas y afectivas que surgieron durante la experimentación.   Gracias al recuerdo inmediato de lo sucedido se abre el diálogo con el objeto de reconstruir lo sucedido desde las múltiples miradas de los allí presentes. Con la coordinación de un facilitador entrenado para este propósito se ingresa en la exploración profunda de los significantes de la experiencia. Se busca responder a la siguiente pregunta. ¿Qué paso? ¿Qué Sucedió? Es inmediata.

La reflexión crítica es importante ya que en esa etapa se da la narración de lo acontecido. Las técnicas que se pueden aplicar a la reflexión crítica serán las narraciones racionales y emocionales del comportamiento individual o grupal, podrían ser expresivas (Dibujos, Gráficos). El rol del facilitador será una buena facilitación de la explicitación del conflicto cognitivo, contención de las emociones que puede provocar la situación.

3. Generalización y Transferencia: En esta etapa se trabaja en la construcción de nuevos esquemas y modelos conceptuales e instrumentales que partiendo de las vivencias narradas pueden dar nuevas y significativas respuestas a los conflictos presentados. El hacerlo permite la expansión del nivel de auto-conciencia del participante, respecto de lo que piensa, siente y hace en relación a determinada temática, sirviendo como punto de partida para la expansión de habilidades específicas. La pregunta a responder en esta etapa es ¿Qué significa lo que pasó, lo que sucedió?

Los fundamentos conceptuales que aquí se pueden trabajar es la construcción de leyes o patrones predictivos, acciones sobre el punto de bifurcación, el aprendizaje significativo, esto ayuda al facilitador a construir un nuevo conjuntos de conceptos que le permitan resolver los conflictos al aprendiz, tener el dominio de la habilidad para la construcción conjunta de los conceptos, el conocimiento de los contenidos, tolerancia al rechazo y frustración por alta angustia ante la dificultad.

4. Aplicación: Una vez identificados los posibles obstáculos y las capacidades individuales y colectivas se promueve la elaboración del plan de acción donde se experimente con nuevas formas de ser tendientes a obtener resultados diferentes y superadores. En esta instancia se intenta responder la siguiente pregunta ¿Y ahora qué voy a hacer con lo que descubrí?
La secuencia planteada de práctica, podría ser a través de feedback y transferencia y eso facilitara los nexos entre las experiencias y las situaciones cotidianas de aplicación y así poder descubrir que voy hacer; en esta etapa se parte de la base que lo que no se practica no se aprende, se debe realizar la verificación y ajustes de leyes, hipótesis, modelos, conceptos, se deben realizar la concepción del error como parte del aprendizaje, para dar con lo antes mencionado se pueden aplicar ciertas técnicas como planes de mejora de la acción, ejercicios de interacción y feedback, manifestación de compromisos y acuerdos de acción; todo eso ayuda al facilitador a tener claridad en las consignas, hacer, hacer y motivar para hacer, el aprovechamiento del error como parte del aprendizaje, la tolerancia a la frustración por la acción; si esto es pasado por alto, el aprendizaje se verá ensombrecido y a corto tiempo.

5. Nueva Experiencia: Aquí cierra el ciclo con una nueva actividad vivencial donde los participantes ejecutan el plan de acción que diseñaron en la etapa anterior. A la luz de la nueva experiencia se analizan los resultados obtenidos dentro de un segundo ciclo de aprendizaje. La cantidad de ciclos dependerá de los requerimientos de cada programa y sus restricciones de tiempo.
Transformar una experiencia recreativa en una experiencia vivencial implica caminar estas fases dentro de un ciclo espiralado de aprendizaje y el facilitador es el responsable de acompañar al grupo en este recorrido.


“No recibimos sabiduría; debemos descubrirla por nosotros mismos luego de recorrer una travesía que nadie más puede recorrer por nosotros”  
Marcel Proust, escritor francés 1871-1922
                           

                           

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