jueves, 25 de junio de 2015

¿Tu Sombra te limita?

Flor Buitriago
Freddy Reyes
Ana Hernández
Franklin Pulgar

Como seres humanos en muchas ocasiones observamos el mundo y la realidad de una forma particular, esto se da según las experiencias y vivencias en cada situación, de aquí se desprenden la creencias, formas particulares de observar el mundo, las situaciones y personas, pero ¿qué pasa cuando tenemos miedo? de actuar, de tomar decisiones, de hablar y caminar por la vida, ¿te has parado a observarte alguna vez y notar que al momento de tomar decisiones intimidantes o de solo pensarlas, hablas contigo mismo?, ¿una extraña voz en tu mente discutiendo sobre el SI o él NO se debe llevar a cabo una actividad, una voz que reprocha o se expresa constantemente?

Encontramos entonces que el psicólogo C.G. Jung (1902) hablo de la sombra del ser. Es así que existe en nuestro interior una fuerza limitadora que más allá de ser una contraparte, somos nosotros mismos y estaría formada por el conjunto de las frustraciones, experiencias vergonzosas, dolorosas, temores, inseguridades, y creencias, que se alojan en lo inconsciente del ser humano y con los años va ganando fuerza y forma parte fundamental de nosotros, obsérvalo desde esta perspectiva, dos cara de una misma moneda, eres LUZ y SOMBRA.

La luz formada por todo aquello positivo que está dentro de nuestro interior, el conjunto de valores y moral de vida, que nos hace ser protocolares y respetuosos ante la sociedad, pero que también llevan consigo el acumulado de sueños, anhelos y acciones que hacemos con completa libertad y juicio. Y la sombra está formada por todo lo negativo de la personalidad del yo, el cual, no suele estar en condiciones de asumir a nivel personal la carga de todo lo reprimido, tenemos la percepción que la mantenemos bajo control, pero generalmente es ella la que manda y e impone las creencias que limitan la acción, en consecuencia es un freno de nuestra auténtica forma de ser y de sentir. 

Así mismo, el ser humano observa el mundo y todo lo negativo que está en contra de los ideales y creencias lo llama el “mal” un mal anónimo que existe, pero que no sabe de dónde viene, ahora bien ¿te has puesto a pensar quizás que todas esas representaciones negativas del mundo provienen de y salen de tu sombra?. Todo lo que el ser humano rechaza pasa a su sombra, que es la suma de todo lo que él no quiere, y este cúmulo de experiencias negativas va creciendo y al mismo tiempo limitándote, pero cada individuo, debe ocuparse en forma muy especial de estos aspectos, ya que cuando rechaza en su interior.

Ahora bien para salir de este estado lo primero es tomar en cuenta, que debemos observar nuestros temores, ¿que nos limita? Es aceptando la sombra y no rechazándola que podemos identificar las creencias que nos limitan que viven agazapadas en nuestra sombra y de esta manera se activa el potencial de desarrollo que antes no fluía, se dará paso a una manifestación positiva total en todos los niveles de la vida de la persona.

Las creencias son generalizaciones que hacemos a partir de la experiencia propia, considerando también la influencia de factores externos y el entorno social,  encontrando: la cultura, las costumbres, los hábitos, los grupos de trabajo, las amistades, las experiencias pasadas, los cuentos y las anécdotas de terceras personas, entre otros elementos, que determinan el significado que le damos a los acontecimientos de nuestro entorno, permitiendo filtrar nuestra percepción de la realidad; acentuando que las mismas creencias marcan en el tiempo diferencias en el comportamiento humano.

La etimología de la palabra creencias procede del latin “Credere” que significa creer y el sufijo “entia” que se traduce a cualidad de un agente, si integras ambas palabras se obtiene: creer en la cualidad de un agente, de allí surge que la creencia es la idea que se considera verdadera; pero NO es una verdad real, no es un hecho científico comprobado.
Es por esto que cuando las experiencias son o fueron negativas, difíciles o complicadas, las personas suelen construir creencias limitadas y pueden llegar a desanimarse, desorientarse, deprimirse e incluso pueden convertirse en obstáculos, o en hechos imposibles, inalcanzables o increíbles, y así muchas de éstas creencias limitantes se instalan en las mentes de las personas y  sin darse cuenta, comienzan a percibirlas como verdades absolutas cuando son solo filtros subjetivos de la experiencia vivida.

La manera más sencilla de identificar creencias es el lenguaje utilizado a diario, ya que en el tiempo van adaptándose a decir frases limitantes como: “Yo soy malo para…” “Yo quiero pero...” “Quisiera ser tal cosa, pero me han dicho…” “No puedo hacer esto porque…” “No soy apto para…” “Si fracaso seré el hazme reír de todos…” “¡No hago nada bien!”… “¿Y si lo hago mal?”. Cuando se trata de un NO PUEDO, estamos en presencia de una creencia limitante que paraliza y no deja seguir, a diferencia de SI PUEDO, es una frase que va más allá, que no se conforma con un solo intento, que demuestra que si hay capacidad para lograr un objetivo, que permitirá cumplir una meta presente o futura.

Del mismo modo una persona que crea que el mundo es una jungla, se comporta diferente a quien cree que el mundo está lleno de oportunidades, es tan sencillo como el que ve a diario todas sus dificultades, y el que a pesar de ellas ve las enseñanzas que obtiene de cada una. Las personas pueden llegar a incapacitarse a partir de sus creencias limitantes, mecanismo que debe modificarse para poder avanzar, por lo tanto lo más importante es identificar las creencias que no son funcionales, para empezar a sustituirlas por creencias, frases y herramientas positivas que permitan lograr los objetivos trazados, recordando que si hay tantas creencias como personas, no existe una verdad, sino diferentes formas de interpretar y según la interpretación se va creando la idea mental.

Cabe destacar, que el ser humano es un ser social por su capacidad de relacionarse con otros y establecer de ese modo pautas para su mejor convivencia con los demás y que esto le permita llevar una vida armoniosa entre las personas y el ambiente que lo rodea, día tras día va recolectando nuevos conocimientos experiencias, anécdotas saberes, entre otros, que lo llevan a formar su propio estilo de vida que más allá de experiencias vividas o conocimientos adquiridos hacen que la persona refleje su propia personalidad, carácter y en definitiva muestren la persona que es.

En este ir y venir de la vida se encuentran las creencias que se van formando con el pasar del tiempo por vivencias propias de la persona por momentos o acontecimientos  vividos  estos pudiendo ser  agradables o no tan gratos pero todas estas experiencias siempre llevan a la persona a ver las cosas de una perspectiva  distinta que puede ser con temor a volver a enfrentar o por el contrario con más herramientas para saber que no tiene que hacer para poder alcanzar lo deseado.

También se nos presentan las creencias externas que nacen por reflejos de lo vividos por otra persona estas creencias por lo general suelen limitarnos mucho más, porque en el mayor de los casos ni siquiera nos atrevemos a desafiar y vivirlas por nosotros mismos sino que nos quedamos con los resultados adquiridos por la experiencia del otro. Es muy común que estas experiencias pasadas de vida marquen nuestro presente y futuro ya queda de parte nuestra si dejamos que influyan positiva o negativamente en nosotros y en las acciones que tomaremos la próxima vez que se nos presente en el camino.

Los seres humanos estamos tan envueltos por tantas creencia propias y ajenas que esto nos lleva muchas veces a dejar de hacer y vivir momentos que lo más seguro sean de gran felicidad para nosotros mismo como el simple hecho de decir “si hoy ríes mañana lloras” o “sin dolor no hay alegría” estas son frases que no dicen nada pero a la vez dicen mucho y llevan a cuestionarme si en realidad son ciertas o no pero a la final la verdad es una sola y los caminos para llegar a ella son muchos pero cada quien tiene las herramientas y destrezas para formar su propia vida basada en la experiencia personales ya que estas nos darán nuevas y fabulosos momentos de vida que después podemos compartir con los demás pero cuidando siempre que nuestra propia experiencia no se vuelva una creencia para los otros sino simplemente un ejemplo de cómo lograr vivir la de ellos mismos.

Por este motivo cuando nos encontremos en una conversación de un tema del cual ya hayamos tenido experiencia y en el cual emerjan varias opiniones encontradas  es más recomendable decir “puedes creer o hacer lo que quieras”, suena un poco brusco y directo y capaz no lo vean bien pero en ese momento le estas dando la libertad plena de tomar su propia decisión y decidir si vivir su propia experiencia o quedarse con las experiencias, creencias y resultados del otro.

La vida no se trata de creer o no creer en experiencias de otros, de visualizar el futuro con los ojos de los demás, de experimentar con los sentidos del otro, hay que aventurase en ese camino maravilloso, en la gran travesía de vivir, a veces nuestra sombra limitante está compuesta de creencias hasta de nuestra propia familia, como aquel famoso relato del “pescado horneado”, en donde un hijo le pregunta a su madre que porque cada vez que horneaba el pescado, antes de meterlo al horno le cortaba la cola, y la respuesta de su madre fue, que así era que lo hacia su abuela, el niño fue hasta donde su abuela, y en ella encontró la misma referencia pero de su bisabuela, tal fue la curiosidad del niño que fue hasta donde su bisabuela, y la respuesta de ella fue, que ella le cortaba la cola al pescado porque su horno era muy pequeño, ¡Pero si en la actualidad hay hornos grandes!, ¿Por qué cortarle la cola si yo tengo un horno donde cabe perfectamente?, una creencia que por muy tonta que pareciese fue el trascurrir de una generación tras otra.

Y es allí donde cabe perfectamente estas preguntas ¿Hasta cuándo tu sombra te limitara por creencias que otros han depositado en ti?, ¿Tendrás la valentía de decir SI PUEDO? Y entonces en el momento en el que comiences a cambiar esas frases negativas por frases positivas tu vida tomara otro sentido. Cambia el “Yo soy malo para…” por un “Yo soy bueno haciendo esto”, no agregues un pero a tus necesidades “Yo quiero pero hoy no puedo hacerlo...”  cámbialo por un “Yo quiero y lo haré en la tarde de hoy…” No saques conclusiones por lo que otros han vivido “Quisiera ser tal cosa, pero me han dicho…” aprende a correr riesgos, Haré esto y aprenderé de la experiencia obtenida” Si emprendes algo nuevo en la vida, no lo comiences con negativismo, “Si fracaso seré el hazme reír de todos…” “¿Y si lo hago mal?”, el que comienza una batalla ya está derrotado cuando desde el principio piensa que ya ha perdido, piensa mejor Haré esto y tendré éxito”.

Cuán importante es que nosotros confiemos en nosotros mismos, y que a pesar del “mal tiempo, buena cara” porque ninguna experiencia es negativa, por muy mala que nos parezca, de todas obtenemos aprendizaje y cada una de ellas es la que nos hace madurar, crecer y nos llenan de sabiduría, el sabio no es sabio porque nunca le paso nada, el sabio es sabio porque ha pasado por todo, o casi todo.

Hay que disminuir esa sobra limitante con frases poderosas que contengan un SI PUEDO, y un LO HARÉ, para que podamos experimentar las maravillas de la vida. “Entrar en la oscuridad con una luz sólo nos permite conocer la luz.

Para conocer la oscuridad hay que ir a oscuras. Ve sin ver y descubre que la oscuridad también tiene flores y canta y puede ser hollada por pies oscuros y por oscuras alas.” C.G. Jung (1903).

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