Flor Buitriago
Freddy Reyes
Ana Hernández
Franklin Pulgar
Como seres humanos en muchas ocasiones
observamos el mundo y la realidad de una forma particular, esto se da según las
experiencias y vivencias en cada situación, de aquí se desprenden la creencias,
formas particulares de observar el mundo, las situaciones y personas, pero ¿qué
pasa cuando tenemos miedo? de actuar, de tomar decisiones, de hablar y caminar
por la vida, ¿te has parado a observarte alguna vez y notar que al momento de
tomar decisiones intimidantes o de solo pensarlas, hablas contigo mismo?, ¿una
extraña voz en tu mente discutiendo sobre el SI o él NO se debe
llevar a cabo una actividad, una voz que reprocha o se expresa constantemente?
Encontramos
entonces que el psicólogo C.G. Jung (1902) hablo de la sombra del ser. Es así que existe en nuestro interior una fuerza
limitadora que más allá de ser una contraparte, somos nosotros mismos y estaría
formada por el conjunto de las frustraciones, experiencias vergonzosas,
dolorosas, temores, inseguridades, y creencias, que se alojan en lo
inconsciente del ser humano y con los años va ganando fuerza y forma parte
fundamental de nosotros, obsérvalo desde esta perspectiva, dos cara de una
misma moneda, eres LUZ y SOMBRA.
La luz
formada por todo aquello positivo que está dentro de nuestro interior, el
conjunto de valores y moral de vida, que nos hace ser protocolares y
respetuosos ante la sociedad, pero que también llevan consigo el acumulado de
sueños, anhelos y acciones que hacemos con completa libertad y juicio. Y la sombra está formada por todo lo
negativo de la personalidad del yo, el cual, no suele estar en condiciones de
asumir a nivel personal la carga de todo lo reprimido, tenemos la percepción
que la mantenemos bajo control, pero generalmente es ella la que manda y e
impone las creencias que limitan la acción, en consecuencia es un freno de
nuestra auténtica forma de ser y de sentir.
Así mismo, el ser humano observa el mundo y todo lo negativo que
está en contra de los ideales y creencias lo llama el “mal” un mal anónimo que existe, pero que no sabe de dónde viene,
ahora bien ¿te has puesto a pensar quizás que todas esas representaciones negativas del mundo provienen de y salen de
tu sombra?. Todo lo que el ser humano rechaza pasa a su sombra, que es la suma
de todo lo que él no quiere, y este cúmulo de experiencias negativas va
creciendo y al mismo tiempo limitándote, pero cada individuo, debe ocuparse en forma muy especial de estos aspectos, ya
que cuando rechaza en su interior.
Ahora bien para salir de este estado lo primero es
tomar en cuenta, que debemos observar nuestros temores, ¿que nos limita? Es
aceptando la sombra y no rechazándola que podemos identificar las creencias que
nos limitan que viven agazapadas en nuestra sombra y de esta manera se activa
el potencial de desarrollo que antes no fluía, se dará paso a una manifestación
positiva total en todos los niveles de la vida de la persona.
Las creencias son generalizaciones que
hacemos a partir de la experiencia propia, considerando también la influencia
de factores externos y el entorno social,
encontrando: la cultura, las costumbres, los hábitos, los grupos de
trabajo, las amistades, las experiencias pasadas, los cuentos y las anécdotas
de terceras personas, entre otros elementos, que determinan el significado que
le damos a los acontecimientos de nuestro entorno, permitiendo filtrar nuestra
percepción de la realidad; acentuando que las mismas creencias marcan en el
tiempo diferencias en el comportamiento
humano.
La
etimología de la palabra creencias
procede del latin “Credere” que significa creer
y el sufijo “entia” que se traduce a cualidad
de un agente, si integras ambas palabras se obtiene: creer en la cualidad
de un agente, de allí surge que la creencia es la idea que se considera
verdadera; pero NO es una verdad
real, no es un hecho científico comprobado.
Es
por esto que cuando las experiencias son o fueron negativas, difíciles o
complicadas, las personas suelen construir creencias
limitadas y pueden llegar a desanimarse, desorientarse, deprimirse e
incluso pueden convertirse en obstáculos, o en hechos imposibles, inalcanzables
o increíbles, y así muchas de éstas creencias limitantes se instalan en las
mentes de las personas y sin darse
cuenta, comienzan a percibirlas como verdades absolutas cuando son solo filtros
subjetivos de la experiencia vivida.
La
manera más sencilla de identificar creencias es el lenguaje utilizado a diario,
ya que en el tiempo van adaptándose a decir frases limitantes como: “Yo soy
malo para…” “Yo quiero pero...” “Quisiera ser tal cosa, pero me han dicho…” “No
puedo hacer esto porque…” “No soy apto para…” “Si fracaso seré el hazme reír de
todos…” “¡No hago nada bien!”… “¿Y si lo hago mal?”. Cuando se trata de un NO PUEDO, estamos en presencia de una
creencia limitante que paraliza y no deja seguir, a diferencia de SI PUEDO, es una frase que va más allá,
que no se conforma con un solo intento, que demuestra que si hay capacidad para
lograr un objetivo, que permitirá cumplir una meta presente o futura.
Del
mismo modo una persona que crea que el mundo es una jungla, se comporta
diferente a quien cree que el mundo está lleno de oportunidades, es tan
sencillo como el que ve a diario todas sus dificultades, y el que a pesar de
ellas ve las enseñanzas que obtiene de cada una. Las personas pueden llegar a
incapacitarse a partir de sus creencias limitantes, mecanismo que debe modificarse
para poder avanzar, por lo tanto lo más importante es identificar las creencias
que no son funcionales, para empezar a sustituirlas por creencias, frases y herramientas positivas que permitan lograr los
objetivos trazados, recordando que si hay tantas creencias como personas, no
existe una verdad, sino diferentes formas de interpretar y según la
interpretación se va creando la idea mental.
Cabe
destacar, que el ser humano es un ser social por su capacidad de relacionarse
con otros y establecer de ese modo pautas para su mejor convivencia con los
demás y que esto le permita llevar una vida armoniosa entre las personas y el
ambiente que lo rodea, día tras día va recolectando nuevos conocimientos
experiencias, anécdotas saberes, entre otros, que lo llevan a formar su propio
estilo de vida que más allá de experiencias vividas o conocimientos adquiridos
hacen que la persona refleje su propia personalidad, carácter y en definitiva
muestren la persona que es.
En
este ir y venir de la vida se encuentran las creencias que se van formando con
el pasar del tiempo por vivencias propias de la persona por momentos o
acontecimientos vividos estos pudiendo ser agradables o no tan gratos pero todas estas
experiencias siempre llevan a la persona a ver las cosas de una
perspectiva distinta que puede ser con
temor a volver a enfrentar o por el contrario con más herramientas para saber que no tiene que hacer para poder alcanzar
lo deseado.
También
se nos presentan las creencias externas que nacen por reflejos de lo vividos
por otra persona estas creencias por lo general suelen limitarnos mucho más,
porque en el mayor de los casos ni siquiera nos atrevemos a desafiar y vivirlas
por nosotros mismos sino que nos quedamos con los resultados adquiridos por la
experiencia del otro. Es muy común que estas experiencias pasadas de vida
marquen nuestro presente y futuro ya queda de parte nuestra si dejamos que
influyan positiva o negativamente en nosotros y en las acciones que tomaremos
la próxima vez que se nos presente en el camino.
Los
seres humanos estamos tan envueltos por tantas creencia propias y ajenas que
esto nos lleva muchas veces a dejar de hacer y vivir momentos que lo más seguro
sean de gran felicidad para nosotros mismo como el simple hecho de decir “si hoy ríes mañana lloras” o “sin dolor no hay alegría” estas son
frases que no dicen nada pero a la vez dicen mucho y llevan a cuestionarme si
en realidad son ciertas o no pero a la final la verdad es una
sola y los caminos para llegar a ella son muchos pero cada quien tiene las
herramientas y destrezas para formar su propia vida basada en la experiencia
personales ya que estas nos darán nuevas y fabulosos momentos de vida que
después podemos compartir con los demás pero cuidando siempre que nuestra
propia experiencia no se vuelva una creencia para los otros sino simplemente un
ejemplo de cómo lograr vivir la de ellos mismos.
Por
este motivo cuando nos encontremos en una conversación de un tema del cual ya
hayamos tenido experiencia y en el cual emerjan varias opiniones
encontradas es más recomendable decir “puedes creer o hacer lo que quieras”,
suena un poco brusco y directo y capaz no lo vean bien pero en ese momento le
estas dando la libertad plena de tomar su propia decisión y decidir si vivir su
propia experiencia o quedarse con las experiencias, creencias y resultados del
otro.
La
vida no se trata de creer o no creer en experiencias de otros, de visualizar el
futuro con los ojos de los demás, de experimentar con los sentidos del otro,
hay que aventurase en ese camino maravilloso, en la gran travesía de vivir, a
veces nuestra sombra limitante está compuesta de creencias hasta de nuestra
propia familia, como aquel famoso relato del “pescado horneado”, en donde un hijo le pregunta a su madre que
porque cada vez que horneaba el pescado, antes de meterlo al horno le cortaba
la cola, y la respuesta de su madre fue, que así era que lo hacia su abuela, el
niño fue hasta donde su abuela, y en ella encontró la misma referencia pero de
su bisabuela, tal fue la curiosidad del niño que fue hasta donde su bisabuela,
y la respuesta de ella fue, que ella le cortaba la cola al pescado porque su
horno era muy pequeño, ¡Pero si en la actualidad hay hornos grandes!, ¿Por qué
cortarle la cola si yo tengo un horno donde cabe perfectamente?, una creencia
que por muy tonta que pareciese fue el trascurrir de una generación tras otra.
Y es
allí donde cabe perfectamente estas preguntas ¿Hasta cuándo tu sombra te
limitara por creencias que otros han depositado en ti?, ¿Tendrás la valentía de
decir SI PUEDO? Y entonces en el
momento en el que comiences a cambiar esas frases negativas por frases
positivas tu vida tomara otro sentido. Cambia el “Yo soy malo para…” por un “Yo soy bueno haciendo esto”, no
agregues un pero a tus necesidades “Yo quiero pero hoy no puedo hacerlo...” cámbialo por un “Yo quiero y lo haré en la tarde de hoy…” No saques conclusiones
por lo que otros han vivido “Quisiera ser tal cosa, pero me han dicho…” aprende
a correr riesgos, “Haré esto y aprenderé
de la experiencia obtenida” Si emprendes algo nuevo en la vida, no lo
comiences con negativismo, “Si fracaso seré el hazme reír de todos…” “¿Y si lo
hago mal?”, el que comienza una batalla ya está derrotado cuando desde el
principio piensa que ya ha perdido, piensa mejor “Haré esto y tendré éxito”.
Cuán
importante es que nosotros confiemos en nosotros mismos, y que a pesar del “mal tiempo, buena cara” porque ninguna
experiencia es negativa, por muy mala que nos parezca, de todas obtenemos
aprendizaje y cada una de ellas es la que nos hace madurar, crecer y nos llenan
de sabiduría, el sabio no es sabio porque nunca le paso nada, el sabio es sabio
porque ha pasado por todo, o casi todo.
Hay
que disminuir esa sobra limitante con frases poderosas que contengan un SI PUEDO, y un LO HARÉ, para que podamos experimentar las maravillas de la vida. “Entrar en la oscuridad con una luz sólo nos
permite conocer la luz.
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