Ruth
Puerta Hurtado
Alexia
Gudiño Lozada
Alguna vez te has preguntado por qué
las personas discuten, difieren en sus opiniones y pensamientos y en el peor de
los casos hasta pelean, por qué tenemos distintos gustos o preferencias, por qué cada quien cree tener la razón y el
correcto pensar en todo; esto no es más que el producto de las creencias que
llevamos cada uno de nosotros en los pensamientos.
¿Qué
son las creencias?
Son el conjunto de afirmaciones
personales, que conllevan a un individuo a dar por cierto un hecho o suceso, considerándolo
verdadero y sintiéndose conforme con el significado e interpretación que le da.
¿Qué
se entiende por limitante?
Establecer límites, fronteras,
barreras, abstenerse de accionar o realizar algo.
¿Qué
son Las Creencias limitantes?
Son las convicciones que tenemos de
algo y nos hacen ver las situaciones de una forma muy distinta a como realmente
lo son, regulando nuestros pensamientos a través de ideas equivocas, negativas
y hasta falsas; sobre nosotros, sobre otras personas, sobre las cosas, sobre
las situaciones, sobre el presente y el futuro, llevándonos a realizar
suposiciones, prejuicios, determinando en algunas ocasiones nuestro sentir y
pensar, porque nos predisponen.
Las creencias limitadoras son parte de
la estructura mental "sistema operativo" o programación, bajo los que
opera el ser humano y su relación con nuestro "mapa" personal de
percibir el mundo, son nuestros paradigmas más personales. El sistema operativo
está formado por creencias, cultura, tabúes, tradiciones, etc. estas no son más
que certezas que damos por hechas, que nos guían sin ser conscientes de ello y
que nos hacen actuar de un modo.
Todos los aspectos que mencionamos
anteriormente actúan creando en nosotros, nuestra realidad, esa realidad la
percibimos a través de nuestros filtros, los cuales hemos acumulado desde el
nacimiento, creando en nosotros una especie de mapa de mundo de la realidad,
cada ser humano tiene su particular forma de crear ese mapa de mundo o crear su
realidad desde su perspectiva.
Podemos decir que nuestro sistema de
creencias es una especie de conjuntos o normas bajo las cuales vivimos, son
nuestra capacidad de conseguir cosas, así como de evitarlas; es por ello que
dos personas que se encuentren bajo una misma circunstancia percibirán cosas
distintas y tendrán diferentes reacciones, por ejemplo cuando una relación de pareja llega a su final, quizás
uno de los dos sienta que, se abrirá una
puerta rumbo a la felicidad, que existe otra oportunidad para no cometer los
mismos errores, ni actuar de la misma manera, es posible que se plantee nuevas
metas, nuevos proyectos, y que el otro individuo
según su percepción, sienta que, es un fracasado, que es el fin del mundo, que
no tiene suerte en el amor, etc. En ese ejemplo cada quien creó su propia
realidad. Nuestros miedos son uno de los aspectos que a través de las emociones
nos crean límites.
Las creencias limitadoras nos hacen
actuar diferente a los demás; un individuo puedo creer que Dios no existe y actuará en
cuanto a las creencias religiosas y fe de una manera distinta con respecto a
quien cree en Dios y profesa una religión.
Las creencias limitantes no son inamovibles
ni irreversibles, ellas cambian como resultado de nuevas experiencias,
aprendizajes, cambio de hábitos y evolución del pensamiento, por ejemplo:
anteriormente en el siglo IXX una mujer que no llegase virgen al matrimonio era
mal vista por la sociedad y despreciada por su pareja, hoy día ocurre todo lo
contrario, una mujer que todavía a los veinte o treinta años permanece virgen
se siente fuera de contexto de la sociedad actual, pudiera ser víctima de burlas,
acosos, críticas y cuestionamientos.
¿A
qué se deben?
A los aprendizajes adquiridos desde
nuestra niñez, a todas aquellas experiencias que no hayan sido agradables para
nosotros o para quienes nos rodean; por no haberse obtenido los resultados
esperados y deseados, incluso las experiencias positivas pueden transformarse
en limitantes, a las opiniones de todas las personas que nos rodean, tales
como: familiares, amigos, colegas, compañeros de trabajo, vecinos, es decir, a todo
nuestro entorno, a nuestra cultura, a nuestra religión, idiosincrasia, tabúes y
a nuestros valores. Las creencias limitadoras son producto de las falsas
afirmaciones, costumbres, tradiciones que llevamos con nosotros desde nuestro
nacimiento y hasta de nuestros antepasados, se van transmitiendo de generación en generación, convirtiéndose en
paradigmas en mucho de los casos.
Ejemplos de algunas creencias limitantes:
Operadores mentales: no debería estar
aquí, no tengo fuerza de voluntad para..., no soy apto para, no soy capaz de
estudiar una carrera, no puedo adelgazar, ¿Qué pruebas tienes de ello?, ¿Qué te
hace pensar eso?
Normalizaciones: los valores son
creencias personales y constituyen por sí mismos "normalizaciones”,
"por honor", "la felicidad es lo primero", "para ser
alguien hay que estudiar mucho y ganar mucho dinero".
Causa y efecto: si intento montar mi
propio negocio puedo fracasar, si fracaso seré el hazme reír de todos, si muestro
afecto por mis hijos mis compañeros van a creer que soy débil, ¿Qué te hace
creer eso?
Cuantificaciones Universales:
"todos los políticos son unos sinvergüenza”, "siempre que voy a
empezar algo no lo termino", "nunca tengo suerte con las
parejas", ¿todos?, ¿nunca?, ¿siempre?
Ejecución perdida: "La letra con
sangre entra", "quien bien te quiere te hace llorar", "más
vale malo conocido que bueno por conocer".
¿Cómo
nos afectan?
Nos afectan en todos los ámbitos de
nuestras vidas, en nuestra salud, realización personal, en nuestras relaciones,
en el amor, en lo laboral, y en general, todos los órdenes de nuestras vidas,
nos impiden avanzar. Como consecuencia de la serie de conocimientos que poseemos, el
concepto y el significado que tenemos de
cada aspecto, llegamos a pensar que estamos haciendo la cosas bien, que no
necesitamos dar más, que no podemos lograr o alcanzar objetivos, metas, propósitos
y en el peor de los casos que no podemos cambiar una situación, por ejemplo: en
el caso de una persona obesa con muchas patologías, ¿qué pudo haber llevado a
esa persona hasta ese punto?, no es descabellado pensar que todo eso es
producto de las creencias, quizás sus padres pensaron darle la mejor nutrición sobrealimentándolo,
“creyendo” que le estaban haciendo un bien, en el presente quizás ese adulto en estado de obesidad está
consciente de que esa alimentación brindada por sus padres no fue la más sana,
y no ha logrado llegar al peso ideal por sus creencias limitantes y, las cuales
pudiesen ser las siguientes: no voy a lograr perder peso, no tengo fuerza de
voluntad, no puedo mejorar mi salud, siempre seré un obeso. Estas constituyen
la mayor barrera para alcanzar su objetivo (perder peso).
Sus
consecuencias
Nos predisponen y sugestionan,
controlan nuestros pensamientos, nuestro sentir y por ende nuestras acciones,
en algunos casos no permiten que el individuo accione, modela el comportamiento
hasta el punto de generar resultados negativos en las cosas que hacemos y hasta
en nuestras vidas, son determinantes a la hora de tomar decisiones, generan
estancamiento, no nos permiten avanzar o seguir a otro nivel, obstaculizan el
cumplimiento de metas, no nos permiten alcanzar nuestros sueños, impiden
nuestro éxito, influyen en nuestras relaciones, influyen en nuestra evolución y
crecimiento personal, son perjudiciales, afectan nuestra autoestima, afectan la
empatía.
Hoy día muchas personas son infelices,
no se realizan, no logran sus metas, juzgan a otras personas; debido a estas
creencias limitantes. Tenemos la creencia por ejemplo de que ser rico es malo,
quizás este pensamiento se popularizó, debido a que, la Biblia establece lo
siguiente: "Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que
un rico entre en el reino de Dios”. Y se
le ha dado una mala interpretación, muchos piensan que todos los ricos son
personas malas, capitalistas, explotadoras, altivas, clasistas, discriminadoras
y que los pobres por el contrario son en
su generalidad, buenos, humildes sencillos, honestos, justos, lo cual es
totalmente erróneo; existen personas adineradas que comparten sus riquezas, son
humildes y sencillas y existen personas pobres que cometen delitos, juzgan, son
egoístas, etc., entonces, ¿Un rico no merece ir al cielo y un pobre sí?,
¿A quienes afecta esto?, ¿A los que
creen en el cielo?, ¿A los religiosos?, ¿A los pobres?, ¿A los ricos?, en fin
cada quien crea su propia realidad según sea la estructura de sus creencias limitantes.
En pleno siglo XXI muchas de estas
creencias limitantes han sido superadas, otras siguen arraigadas, porque forman
parte de las creencias de cada quien, de sus costumbres, de su crianza y forman
su realidad.
¿Cómo
combatirlas?
1.- Reconociendo cuales son nuestras
creencias limitantes.
2.- Aplicando autocoaching.
3.- Convirtiendo toda experiencia
negativa en una experiencia positiva y sacando el mayor provecho de esas
situaciones.
4.- Aplicando Programación
Neurolingüística.
5.- Corrigiendo falsos tabúes,
creencias, costumbres, tradiciones y fanatismos.
6.- Leyendo y actualizándonos.
7.- Aperturando nuestra mente a nuevos
cambios.
8.- Creando nuevos hábitos.
9.- Con voluntad y acción, no sólo
pensar, también hacer y accionar.
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