Dr. Francisco Valdivieso
Arcay
Como prometimos en un
Artículo anterior publicado en este Blog denominado: EL MODELO CÍCLICO DE LA EDUCACIÓN EXPERIENCIAL, en esta oportunidad
abordaremos las diferentes formas de aprendizaje que
consecuentemente transportan a diferentes tipologías de conocimiento que David
Kolb documentó magistralmente.
A partir de la diferenciación de cómo
aprenden las personas, Kolb compuso y argumentó cuatro modos o géneros de
aprendizaje que completaron una plataforma conceptual más sólida a efectos de
operar de manera práctica la Educación Experiencial. En este modelo, se representan
axiomáticas cualidades que definen un tipo determinado de aprendiz, que a su
vez, enfatizan algunas características hereditarias, de las vivencias propias y
de los requerimientos que le ha impuesto el mismo medio ambiente presente. Kolb
en su modelo ampliado de los estilos de aprendizaje, específica los potencialidades
de acceso al conocimiento que comúnmente existen por un lado entre el
"ser” activo y el “ser” reflexivo; y por otro lado, entre el
"ser” inmediato y el "ser”
analítico.
El autor, documentó los atributos que tienen
las personas para desdoblar aspectos sentidos cognitivos específicos que funcionan
como plataformas sobre las cuales asumen con mayor facilidad la captura del
conocimiento. Esa es la razón por la cual, se les facilita aprender con algún
tipo especial de estrategias y actividades prácticas, pero son insuficientes
para derivar hipótesis a partir de la teoría formal que soporta esa praxis, o en
el mejor de los casos no se interesan por hacerlo.
Partiendo de esta premisa central,
representó cuatro prototipos principales de modos o estilos de aprendizaje: Convergente, Divergente, Acomodador y Asimilativo.
Los mismos respetan a los modos de intención (reflexión y abstracción) y extensión (manipulación
activa y externa) de la información recogida por los sujetos que aprenden. Esta
estructuración realizada por Kolb, podemos observarla más claramente en la
expresión gráfica de su Modelo de Estilos de Aprendizaje.
A partir de esa estructura circular que Kolb propuso,
se fundamentaron las características de cada uno de los Estilos de
Aprendizaje, que le dan expresión útil a efectos de organizar, diseñar y
planificar eventos experienciales, dependiendo de la naturaleza de los
aprendices que se formarán. Vemos a continuación los cuatro estilos
resultantes:
Estilo
Convergente: Cuando el sujeto aprendiz recoge la experiencia a partir de su
comprensión y la transforma por vía de la extensión, se puede decir que su
estilo es predominantemente de tipo convergente. El conocimiento que se
adquiere por esta ruta es útil para variar las situaciones dentro de los
contextos. Entonces el proceso del aprendizaje se basa esencialmente en la
comprensión y transita a través de la disquisición conceptual, el análisis y la
representación simbólica.
Estilo Divergente: En
este estilo, cuando el aprendiz asume la experiencia se acopia a partir de la
aprehensión y se transforma a través de la extensión, se produce un tipo de conocimiento
divergente. Esta tipología sirve a efectos de reforzar a aprehender y
transformar circunstancias y contextos reales existentes. Su fundamento
operativo está en la experimentación activa, con el propósito de maniobrar
efectivamente en el mundo exterior para realizar cambios. También es
característico de la búsqueda de la complejidad de la realidad y su intención
de modificarla.
Estilo
Acomodador: Por su parte, cuando un aprendiz cosecha la experiencia a través
de la comprensión y la transforma mediante la intención, su predominancia es a
conectarse con un conocimiento de tipo acomodador. El proceso de aprender que
subyace en este tipo de juicio refiere a la capacidad de actuar en relación a
problemáticas específicas, lo cual implica la capacidad de construir soluciones
específicas y el conocimiento operativo necesario para ejercer tareas en diferentes
roles.
Estilo Asimilativo: Por
último, cuando los aprendices acopian la experiencia por intermedio de la aprehensión y la
transforman mediante la internalización, recorren el camino del conocimiento de
naturaleza asimilativa. Este prototipo de aprendizaje se cimenta en la retención
de experiencias perceptibles y es el más común en el desarrollo del hombre,
desde niños principian a aprehender de las cosas que le pasan y esa es la forma
elemental como aprenden a conocer la realidad que les rodea.
En la gráfica que se presenta a continuación podemos observar la
ubicación de los estilos de aprendizaje de acuerdo a la naturaleza de
procesamiento y percepción de la experiencia acumulada.
La importancia que poseen estas
nociones, es que diagnosticando con precisión a los participantes en los
programas de formación con metodología experiencial que tengamos previsto
ejecutar y teniendo en cuenta sus predominantes estilos de aprendizaje, es viable
re-acomodar las metodologías de enseñanza que favorezcan con mayor
potencialidad su aprendizaje.
Por supuesto que estas distinciones teóricas no dan garantía
absoluta que la adecuación didáctica funcionará en total armonía pedagógica, en
virtud, que los procesos de aprendizaje
no presentan un itinerario lineal y
uniforme, es decir, siempre habrá variaciones con ondulantes grados de
variabilidad. Pero si es importante admitir, que la caracterización de los tipos
de aprendizaje puede definir la naturaleza didáctica de un programa, y además
influirá en la pauta de enseñanza que se debe ofrecer.
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