viernes, 3 de julio de 2015

GUNG HO... PODEROSA E INNOVADORA Y HERRAMIENTA

Nicsael Luna
Pedro Rondón
Rafael Palacios

La dicotomía constante sobre lo que entendemos como verdad y falsedad, desde tiempos inmemoriales ha moldeado nuestras fronteras, ha delimitado nuestro sistema de creencias, y estas fronteras día a día se replantean pues nuestro conocimiento cada vez se hace más grande. Este proceso  se desarrolla de maneras distintas en cada individuo, pues es en la interioridad de su ser, donde se enfrentan las verdades que tiene establecidas para sí mismo y su sistema de creencias. Así pues, podemos afirmar con toda certeza que cada individuo percibe y siente al mundo a su manera, amoldándolo a su propia visión, comparando y estableciendo ideas en función de su propia gnosis. 

De la experiencia, se estable un sistema de creencias en combinación con un sistema de verdades establecidas el cual recibimos a través de la Educación e Instrucción que nos brinda el entorno; éste sistema puede actuar en situaciones particulares en nuestro beneficio y en otras, en nuestro perjuicio, pues nos impone barreras mentales, que nos conducen por la senda de  nuestra zona de confort, sin validar, sin cuestionar nuestras propias decisiones.

De igual manera, podemos ampliar tales conceptos, al expresar lo siguiente: Durante la Segunda Guerra Mundial, se pudo documentar que las estructuras más elementales de la mente, como lo es el instinto de supervivencia, en muchos de los judíos cautivos en los campos de concentración, pareció quebrarse, observándose la indefensión absoluta de estos durante sus propias ejecuciones. Algunos estudiosos en materia de las ciencias psicológicas, definen tal comportamiento como  “Indefensión Aprendida”, así, el ser  humano aprende o se le induce a comportarse pasivamente; percibe subjetivamente que no puede hacer nada, que es una situación que no tiene bajo su control, y por tanto, no responde a pesar de que existan oportunidades de afrontar la situación adversa, simplemente evita las circunstancias desagradables.

Durante el transcurso de la formación de nuestras estructuras mentales fundamentales, es decir, cuando somos niños, se nos dan muchas libertades, se nos da la oportunidad de vivir bajo un marco de limitaciones reales y no ficticias, y por tanto, percibimos el mundo como realmente es, sin filtros, y desde una perspectiva altruista si se quiere, pero, a causa de la experiencias, constantemente a medida que crecemos, se nos conduce a un estado de “Auto-indefensión” en el que a pesar de que tengamos un abanico de opciones para enfrentar nuestras situaciones adversas, aprendemos a que tenemos que aceptar nuestra situación tal cual como es, cerramos nuestra mente a cualquier posibilidad de mejora, nos decimos que sería un sueño dejar de ser o de estar donde estamos y pasar a convertirnos en lo que queremos ser.

Así, el Coaching se presenta como una herramienta útil para el beneficio de la humanidad, tanto a nivel colectivo como individual, para la exploración y explotación de las capacidades internas del ser para auto-realizarse bajo el marco de su realidad y verdaderas capacidades conducidas a su máxima expresión, bajo el acompañamiento productivo y alentador que éste produce en las encrucijadas de nuestro día a día; Por lo que el coach, actúa de manera puntual, ayudando a que el cochado devele las oportunidades escondidas en su subconsciente por las creencias limitadoras potenciadas por esa auto-indefensión para poder avanzar, el coach es un facilitador del empoderamiento del ser.

Por otra parte, la revolución industrial replanteó nuestra forma de ser y hacer las cosas, se puso de manifiesto que para satisfacer las cada vez mayores demandas del mundo se debía ser más eficaz, efectivo y eficiente, dejando de lado la labor del artesano y supliéndose ésta con máquinas especializadas para fines particulares, sin embargo, el ser humano se mantiene presente en labores clave, cabe decir, hasta tanto nuestro avance sobre la inteligencia artificial, termine por desplazarnos totalmente de las labores más simples. Así, la revolución industrial nos colocó en una nueva dimensión del trabajo en equipo, en aras de la concreción de intereses comunes para alcanzar el bienestar mutuo, abriéndole la puerta a lo que conocemos como “Gerencia”.

Las técnicas y herramientas de la Gerencia han sufrido una serie de transformaciones durante los últimos cien años, de las que podemos resumir que el gerente en un principio carecía de perspectiva humanista, viendo al trabajador como una máquina de ejecución de tareas, hasta pasar a una serie de cambios, evoluciones que concibieron el nuevo paradigma humanista de la gerencia, el cual se centra en edificar un ambiente productivo bajo la premisa de que el trabajador está primero y es éste la imagen más representativa de quienes verdaderamente somos y queremos ser como empresa.

El término del mandarín “Gongye Hezhoushe” o cooperativa industrial. Fue utilizado en China, a partir de 1938, para referirse a las operaciones industriales pequeñas que se estaban estableciendo en la China rural para sustituir a los centros industriales que habían sido capturados por los japoneses previamente. La frase fue recortada a los caracteres iniciales de las dos palabras, “Gung Ho”, que significa "trabajar juntos". Esta reducción se convirtió en lema para el movimiento cooperativo industrial. Al mismo tiempo, el teniente coronel Evans Carlson, de la Infantería de Marina, era agregado militar en la embajada de Estados Unidos en China a finales de los años 1930. En China, Carlson informó a ambas partes, las operaciones del ejército chino en el campo así como también la capacidad industrial del país y quedó favorablemente impresionado por las cooperativas industriales. Cuando regresó a los EE.UU. y posteriormente, la nación entró en la Segunda Guerra Mundial, Carlson fue nombrado comandante del segundo batallón de Marines Raiders. Recordando su tiempo en China, Carlson eligió Gung Ho como lema de su batallón de élite y para finales de 1942 fue ampliamente adoptado en todo el Cuerpo de Marines como expresión del espíritu  "puedo hacerlo".

Retomando lo expresado, al ampliarse y modernizarse las técnicas de Gerencia, a su vez, Gung Ho, se estableció como una filosofía para maximizar la explotación del potencial humano de los integrantes de un equipo de trabajo, derivándose en los ejemplos más simples de la naturaleza para aplicar sus máximas. Así, de acuerdo con los autores Blanchard y Bowles[1] el método Gung Ho debe atravesar tres fases esenciales, que son:

      I.        El espíritu de la ardilla (Squirrel). “Trabajo que vale la pena”.
a)    Saber que estamos haciendo que el mundo sea un mejor lugar.
b)    Todos trabajan hacia una meta compartida.
c)    Los valores guían todos los planes, decisiones y acciones.

    II.        El método del castor (Beaver). “Mantener el control para alcanzar la meta. Dejar que decidan para alcanzar la meta”. 
a)    Un terreno de juego que tiene marcado el territorio con claridad. 
b)    Los pensamientos, sentimientos, necesidades y sueños se respetan, se escuchan y se actúa al respecto.
c)    Capaces pero sometidos a un reto.

   III.        El Don del Ganso (Goose). 
Darnos ánimos unos a otros, felicitar a nuestros empleados aun cuando no hayan llegado a su meta, los felicitamos por su avance. “Todos se felicitan”

Sin embargo, aplicar Gung Ho en una organización o en un equipo de trabajo no es una tarea fácil a la postre, pues podemos deducir que si un individuo o grupo aun cuando convirtamos un ambiente de trabajo en el más armónico y motivante de todos, éste posiblemente no está en facultades de asumir el compromiso del logro, sean cualesquiera las causas que lo desmotiven, entonces, éste se convertirá en lastre de la cristalización de objetivos comunes. Es justo en ese momento, donde el Coaching toma el rol potenciador fundamental, para hacer que este individuo transite desde el estado de la negación al de la aserción, se percate de todo su potencial y canalice las vías idóneas para aflorarlo y aprovecharlo, convirtiéndose entonces en un elemento de empuje dentro del equipo de trabajo.

Muchas veces podríamos prejuzgar como coach, que el problema radica en el o los cochados, en su forma de afrontar las situaciones, pero no debemos apresurarnos a realizar juicios, pues ya estaríamos fallando como coach, sino más bien debemos profundizar en la realidad de los cochados y evaluar los orígenes de una situación negativa, que impide la concreción de sus metas. Es por tanto, que en una organización o en un equipo de trabajo, el Coaching se vuelve más complejo y se debe hacer énfasis en las diferentes metodologías y técnicas que debe emplear el coach dependiendo de la situación a enfrentar como acompañante en un proceso de transición.

Hay veces en las que en una organización podríamos encontrarnos con un “Ejecutivo Gaviota” como bien los describe jocosamente el autor Hunter[2] en su obra; que interfiere con los progresos de un individuo o grupo coachado, e incluso estando éste dentro del grupo cochado, y es cuando debemos de poner en práctica principalmente algunas de las observaciones planteadas por el autor Anwandter[3] sobre el refuerzo de la presencia del coach en Coaching ejecutivo, a lo cual, éste expresa, que a diferencia del Coaching de vida, en el Coaching ejecutivo, el “rapport” no es suficiente, por cuanto a este nivel, el acompañamiento tiene ciertas consideraciones especiales:

·                                [  No todos los ejecutivos estarán dispuestos a realizar el trabajo de coaching.
[  Los ejecutivos evalúan al coach desde la perspectiva intelectual y de su imagen.
[  Los ejecutivos evalúan al coach según su historial personal y de trabajo.
           [  Los ejecutivos esperan que su coach sea una persona exitosa y por tanto, esto les genera validación y confianza para realizar el trabajo.

Por lo cual, debemos entender que más allá de los atributos físicos, es la percepción que tiene el cochado sobre nosotros y por tanto, el trabajo de éste estará íntimamente relacionado con la medida en la que nuestra presencia influya sobre él.  De igual manera el autor hace una reflexión: “Nos gustaría mostrar lo mejor de nosotros, pero si lo hacemos, ya no seremos nosotros mismos y estaríamos fingiendo, pues cuando somos nosotros mismos, simplemente fluimos y no tenemos ese tipo de preocupaciones” Así, es de suma importancia el desarrollo y cuidado de nuestra propia identidad como coach y el reconocimiento de nuestras debilidades y fortalezas como individuo. 

Sabemos que un coach no da consejos, ni emite opiniones y mucho menos juzga lo que su Cochado le expresa. Usando la filosofía inicial como herramienta, se parte de la premisa de que el afectado y/o cliente es el único que tiene las respuestas. Para lograr este objetivo el coach plantea diferentes preguntas que ayuden a generar espacios de reflexión ampliar posibilidades a partir de los cuales saldrán las respuestas y acciones necesarias que ayudarán a lograr las metas. Preguntas poderosas que estén orientadas  evitar la justificación y no al problema las cuales estén centradas en el presente y en el futuro, y no en el pasado y son planteadas con un propósito definido y honesto.creando una transición integral del individuo o grupos cochados desde la perspectiva del Coaching ejecutivo y personal, así, habremos de garantizar la fluidez consecuente hacia el Gung Ho total, y por tanto habremos de presenciar cambios significativos, y mucho más importante, veremos como el individuo se reprograma así mismo y se conduce, siendo capaz de alcanzar sus sueños, alcanzar su estado de realización personal, mejorando las relaciones interpersonales y capacitándose para trabajar en equipo, evaluando diariamente todas las opciones que tiene, pues la vida es eso, la vida está repleta de toma de decisiones.


Referencias
[1] Gung Ho! Turn On the People in Any Organization (Kenneth Blanchard & Sheldon Bowles, HarperCollins Business, 1998)
[2] The Servant: A Simple Story about the True Essence of Leadership (James C Hunter)

[3] Coaching Ejecutivo de Líderes: Una visión desde el Coaching Integral ICI (Paul Anwandter , 2015)

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