lunes, 16 de julio de 2018

COACHING DE EQUIPOS. ¿Qué y Para qué?

Dr. Francisco Valdivieso Arcay

En las visiones primigenias del Coaching se asumía como propósito único, el desarrollo personal o profesional de las personas sometidas al proceso de acompañamiento. Tradicionalmente haciendo uso de maniobras reflexivas, motivacionales y analíticas, en las cuales el Coach enfocaba sus destrezas en generar o re-generar la autoestima de su Cocheé para acompañarlo hacia el alcance de las metas que se propuso.
Muchos años transcurrieron en la solidificación de esta praxis operativa, del Coaching concentrado en este enfoque personal, con el que sin duda alguna, alcanzó la evolución y el prestigio que hoy ostenta, cuyos resultados son perfectamente visibles y lo han impulsado hasta convertirlo en una disciplina ineludible en muchos espacios. 
En el ámbito laboral y organizacional, ese avance se ha venido en los últimos años consolidando en la misma medida. Esa es la razón, por la cual  a él acuden organizaciones que en alguna etapa de su desarrollo requieren del auxilio de un ente externo que les permita re-encauzar sus esfuerzos, re-acomodar sus procedimientos a favor del alcance más efectivo de sus objetivos y resultados.  

A partir de ese sólido éxito alcanzado por el Coaching Personal, y su progresiva generalización en distintos espacios profesionales, el Coaching emprendió una “modalidad” para su aplicación a los grupos congregados alrededor de objetivos comunes, derivando posteriormente su atención a las organizaciones en su conjunto. La idea originaria del auto-diagnóstico, el examen, la reflexión y el acompañamiento de los aptitudes, destrezas y prácticas, se trasplantó a los equipos en los que comenzó a emplearse, orientando el énfasis en las interacciones entre sus miembros,  los roles que cada uno de ellos ocupa y la vigencia y efectividad de las habilidades que deben poner en práctica en el plano colectivo.
Hoy es incalculable el número de organizaciones que acuden al Coaching para buscar el fortificar el trabajo de sus grupos o de su estructura en general. Es una disciplina que se ha ganado a pulso el lugar que ocupa, en virtud de la gran eficacia probada para el acrecentamiento del rendimiento colectivo.  
 Sus primordiales propósitos están dirigidos a:
1.  Provocar el vínculo de pertenencia. El Coaching de Equipos busca que sus miembros se perciban orgánicamente como parte de él, de otra manera los procesos carecerán de responsabilidad y compromiso. Cuando el reconocimiento de equipo se enlaza a la identidad de cada uno de sus individualidades, puede hablarse de vínculo de pertenencia.
2.  Promover el sentimiento de equipo. Es posible que parezca trivial, pero en algunas organizaciones no coexista el espíritu de equipo. Nos referimos a que en muchos conglomerados humanos, lo que se constituyen son grupos y el propósito del Coaching a este respecto, remite a la conversión de esos grupos en equipos. Es decir, instaurar la representación conceptual y operativa que en una organización, el esfuerzo colectivo es mucho más efectivo que el individual. Entonces la labor del Coach acompaña a buscar estos lazos entre las individualidades y robustecerlas.
3.  Generar una comunicación fluida y auténtica. Con el Coaching de Equipos es posible ocuparse de la comunicación que es sin duda un aspecto medular del proceso de constitución de los equipos, ya que  mensajes, es un elemento imprescindible para el desempeño y la productividad de los equipos organizacionales. Ningún equipo puede desempeñarse con efectividad si entre sus individualidades media una información fragmentada, soslayada, interesada o imprecisa.
4.  Estimular el diálogo y confrontación objetiva. En cualquier organización las relaciones entre los individuos, y mucho más en aquellas donde las tareas de cada miembro son punto de partida de la labor de otros como es el caso de las organizaciones laborales, suelen ser complicadas. No en vano, es común escuchar que cada individualidad y cada grupo es un mundo en sí mismo. Las diferencias y la diversidad de parecer sobre temas en común,  forman parte de la cotidianidad. A través del Coaching de Equipos, sus integrantes pueden aprender a solventarlas y procesar diálogos constructivos de manera objetiva y positiva.
5.  Gestionar las inconsistencias. Un equipo necesita comprender y superar sus debilidades, este contexto es la razón más usual por la cual las organizaciones demandan servicios de Coaching. Más que errores insalvables, el Coaching de Equipos las convierte en coyunturas y opciones sobre las cuales poder erigir fortalezas. El Coach instaura el proceso de acompañamiento instaurando en el imaginario conceptual del equipo ese principio del Coaching de Equipos.  
El Coaching de Equipos se ha ido consolidando en sus bases conceptuales y operativas, en la herramienta organizacional más importante de los últimos tiempos, porque se comprendió que se trata no de lidiar con los problemas de las organizaciones, sino que se ocupa de acompañar a sus miembros a buscar las opciones organizacionales que permitan re-encauzar hacia los objetivos propuestos.
Espero que este artículo sea de utilidad…

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